La Gran pirámide de Giza


La Gran pirámide de Giza es, de las Siete maravillas del mundo, la más antigua y la única que aún perdura, siendo además la mayor de las pirámides. Construida por el faraón de la cuarta dinastía del Antiguo Egipto, Jufu (también conocido por su nombre griego Keops). El arquitecto de dicha obra fue Hemiunu.
La fecha estimada de terminación de la construcción de la Gran Pirámide es alrededor de 2570 a. C., siendo la primera y mayor de las tres grandes pirámides de la Necrópolis de Giza, situada en las afueras de El Cairo, en Egipto. Fue el edificio más alto hasta el siglo XIV (siendo superado por el chapitel de la Catedral de Lincoln, en Inglaterra  ) y el edificio de piedra más alto del mundo hasta bien entrado el siglo XIX, siendo entonces superado por la aguja de San Nikolai, en Hamburgo.
Erigida con unos 2.300.000 bloques de piedra cuyo peso medio es de dos toneladas por bloque, llegando a pesar algunos de ellos hasta las sesenta toneladas, y originalmente recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno, mantuvo este aspecto hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo. Posteriormente, los turcos otomanos utilizaron dicho revestimiento para la construcción de diversas edificaciones en El Cairo, como la mezquita de Hassán.

Datación  

Existen diversas opiniones sobre la fecha exacta de la construcción de la pirámide, pero los especialistas coinciden en afirmar que fue levantada durante el gobierno de Jufu, (Keops) esto es, en la primera mitad del siglo XXVI a. C., por su chaty, el arquitecto Hemiunu.

El interior de la pirámide  

Gran pirámide de Giza
La pirámide se compone de tres cámaras principales, dos situadas en el interior de la pirámide, actualmente denominadas Cámara del Rey y Cámara de la Reina, y una en el subsuelo, la Cámara subterránea.
A las cámaras se accedía desde el lado norte, por un pasaje descendente, obstruido al final por grandes bloques de granito, que comunicaba con dos pasadizos, uno ascendente, que desemboca en la Gran Galería, y otro descendente, que llega hasta la Cámara subterránea.

La Gran galería

La Gran Galería es un gran pasaje ascendente de unos 47 metros de longitud y ocho metros de altura. Las paredes de la Gran Galería son planas hasta una altura de dos metros y, a partir de ahí, escalonadas, conformando una bóveda por aproximación de las hiladas

La Cámara del rey

La Cámara del Rey está conformada por losas de granito y es de planta rectangular, paredes y techo lisos, sin decoración, y únicamente contiene un sarcófago vacío de granito, sin inscripciones, depositado allí durante la construcción de la pirámide, puesto que es más ancho que los pasadizos; sobre el techo se encuentran las llamadas cámaras de descarga, y la más alta dispone su techo con grandes bloques inclinados, a dos aguas, para desviar la gran presión que ejercen los bloques superiores de la pirámide, evitando que todo el peso descargue sobre el techo de la cámara real. Se accede a ella por un pasaje horizontal llamado antecámara que parte del extremo superior de la Gran Galería.

La Cámara de la reina  

La Cámara de la Reina, denominada así por los árabes, aunque según Mark Lehner  y la egiptología tradicional  no se destinó a la esposa del rey sino a una estatua Ka del misma  (Serdab, habitáculo destinado a contener la representación espiritual del difuntao: estatua Ka), está situada casi en el eje de la pirámide; tiene acceso mediante un pasaje horizontal, que comunica con la zona inferior de la Gran Galería, inicialmente oculto por las losas del pavimento. Es de planta rectangular, paredes lisas, sin decoración, con un nicho, y techo inclinado, a dos aguas.

La Cámara subterránea  

La cámara subterránea, excavada en el subsuelo, es de planta rectangular, con suelo irregular, paredes y techo planos; contiene dos habitáculos, a modo de sarcófagos, un pozo y una pequeña galería. Se accede a ella por un pasaje descendente, que es prolongación del primer pasillo de la pirámide. También esta comunicado con la Gran Galería mediante un angosto túnel, casi vertical, perforado en los bloques.

Los canales de ventilación  

Los canales de ventilación: de cada cámara real parten dos angostos conductos inclinados, en las paredes norte y sur, llamados canales de ventilación, pues ese es su uso actual, ventilar mediante impulsores eléctricos; se desconoce su función original pues los de la Cámara de la Reina no comunicaban con el interior en su último tramo, ya que estaban tapados por las grandes losas graníticas del revestimiento de los muros. Los de la Cámara Rey fueron descubiertos por R. Howard Vyse, y los de la Cámara de la Reina por W. Dixon.
Sección Sur-Norte

Cámaras y pasajes interiores  

1.     Acceso original, en la cara Norte, actualmente obstruido
2.     Acceso actual, ordenado abrir por Al-Mamun
3.     Bloques de granito, sellando el acceso al pasaje superior
4.     Cámara subterránea
5.     Pasaje perforado que comunica la Gran Galería y la Cámara subterránea
6.     Acceso a la Gran Galería
7.     Cámara de la Reina
8.     Gran Galería
9.     Antecámara
10. Cámara del Rey
11. Cámaras de descarga
12. Canales de ventilación

Las ocho caras de la Gran Pirámide  

Las ocho caras laterales de la Gran Pirámide.
Flinders Petrie ya observó, entre otros aspectos morfológicos, que la sección horizontal de la Gran Pirámide tiene forma octogonal, de estrella de cuatro puntas, pues cada una de las caras está compuesta por dos planos, con ligera pendiente hacia el centro, difícilmente apreciable a simple vista por la ausencia casi total del revestimiento, pues solamente se han conservado algunos bloques de piedra caliza, procedentes de las canteras de Tura, en la primera hilada de la cara septentrional. Esta característica y su orientación hacia el Norte geográfico genera en las caras norte y sur un fenómeno de proyección de sombras durante los equinoccios: hacia el amanecer, durante unos minutos, la mitad oeste de las caras norte y sur es iluminada por los rayos del Sol, mientras la mitad este permanece en sombras; hacia el ocaso ocurre al contrario, quedando iluminada la mitad este de las caras norte y sur, mientras la mitad oeste queda en sombras. Es el denominado efecto relámpago.

Las tres pirámides de las reinas  

Las tres pirámides llamadas de las reinas se encuentra próximas a cara este de la Gran Pirámide. Se denominan actualmente GI-a, GI-b y GI-c. Se data su construcción a mediados del siglo XXVI a. C. La situada más al norte (GI-a) es de tipo "clásica" y miden sus lados 45,5 x 47,4 x 46,5 x 45,7 m, y 29,45 m su altura. Se atribuye a Hetepheres I, la madre de Jufu (Keops) (o a Merytetes, una esposa). La situada al centro (GI-b) es de tipo "clásica" y sus lados miden 47,8 x 49,4 x 48,2 x 47,1 m, su altura es 30,62 m. Se atribuye a Merytetes (o a Hetepheres I). La situada más al sur (GI-c) es de tipo "clásica" y miden sus lados 45,5 x 46,7 x 46,8 x 45,2 m, siendo su altura 30,2 m. Se atribuye a Henutsen, una esposa de Jufu.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El misterio de la Barca Solar encontrada en las pirámides de Egipto



En 1954 se encontró, enterrada en un foso, próximo al lado sur de la pirámide, una Barca Solar que estaba desmontada; se tardó catorce años en reconstruirla y se exhibe en una gran sala erigida sobre el foso. Esta barca formaba parte importante del ritual funerario ya que sería la encargada de llevar a Jufu (Keops) en su viaje a través del más allá. Se tiene conocimiento de otra barca, pero por precaución y para evitar su deterioro no ha sido extraída todavía.

Dimensiones de la Gran Pirámide  

El egiptólogo británico Sir William Matthew Flinders Petrie hizo el estudio más detallado realizado hasta el momento acerca del monumento, siendo sus dimensiones las siguientes:
·                                 Altura original = 146,61 m
·                                 Altura actual = 136,86 m
·                                 Pendiente: 51º 50' 35"
La longitud de los lados de la base, según Flinders Petrie (Pirámides y Templos de Giza) es:
·                                 Lado N: 230,364 m (9069,4 pulgadas)
·                                 Lado E: 230,319 m (9067,7 pulgadas)
·                                 Lado S: 230,365 m (9069,5 pulgadas)
·                                 Lado O: 230,342 m (9068,6 pulgadas)
o                                                        Media: 230,347 m (9068,8 pulgadas)


Rasputín


Nacido en Siberia y campesino en su juventud, el monje Grigori Yefimovich Rasputín se ganó el favor de la familia imperial rusa y obtuvo un gran poder a comienzos del siglo XX ya que, al parecer, curó al hijo hemofílico del zar Nicolás II y de la emperatriz Alejandra Fiódorovna. Su conducta escandalosa y su nociva influencia sobre el gobierno provocaron la irritación del pueblo ruso ante el mandato del zar e hizo aumentar el descontento que culminó con la Revolución de 1917. Rasputín fue asesinado por un grupo de aristócratas en 1916.

Grígori Yefímovich Rasputín
Grígori Yefímovich Rasputín (1872-1916), místico y cortesano ruso, cuya profunda influencia sobre la familia imperial constituyó un escándalo en la Rusia prerrevolucionaria. Nació en Pokróvskoie (Siberia). No recibió ninguna formación y fue campesino hasta 1901, año en el que abandonó a su familia para dedicarse a predicar sus enseñanzas. No tardó en adquirir popularidad tanto por sus supuestos poderes curativos como por su conducta licenciosa. Realizó una visita a San Petersburgo (capital del país por aquel entonces) en 1905 y fue presentado en la corte, donde causó un gran impresión a la emperatriz Alejandra Fiódorovna. Rasputín pasó a ser el personaje con más ascendiente dentro del séquito de la zarina porque hizo creer que podía aliviar el sufrimiento de su hijo, Alexis Nikoláievich (heredero del trono de Rusia) que padecía hemofilia. A partir de 1911 Rasputín designó a muchos altos funcionarios del gobierno, la mayoría de los cuales fueron poco competentes. Una vez comenzada la I Guerra Mundial, cuando el zar Nicolás II se dirigió al frente de batalla para asumir el mando del ejército, Rasputín pasó a controlar el gobierno. Sus famosas orgías escandalizaron a la opinión pública rusa y circularon rumores de que conspiraba en favor de Alemania. Se le conocía por el sobrenombre del Monje Loco y su comportamiento comenzó a suscitar odios. Finalmente fue asesinado por un grupo de aristócratas que le habían invitado a una fiesta en la noche del 29 al 30 de diciembre de 1916. Se le considera uno de los responsables del descontento que terminó por provocar el estallido de la Revolución Rusa un año después y la consiguiente caída de la monarquía.
Tras varios intentos previos de acabar con él, Rasputín murió 24 días antes de haber cumplido los 48 años de edad. El príncipe Yusúpov escribió posteriormente un relato en donde contaba punto por punto los sucesos ocurridos en la última noche de Rasputín. Pues, al parecer el monje ruso primero fue envenenado con una cantidad de veneno como para matar varios elefantes, pero al ver que los panecillos envenados no surtían efecto, acuchillado y tiroteado, posteriormente, cuando lo creían muerto, envolvieron su «cadáver» en una alfombra y lo tiraron al río Neva. Pero luego, en la autopsia, se descubrió que murió ahogado. Durante su asesinato le cercenaron su pene (de colosales dimensiones, 28.5 cms.) y sus testículos, que se conservan actualmente en el Museo Erótico de San Petersburgo.
Investigaciones recientes ofrecen la versión de que para el asesinato de Rasputín, se contó con la participación de los servicios secretos británicos, en donde un agente que residía por entonces en Petrogrado, llamado Oswald Rayner, bajo el mandato de otro agente, llamado John Scale, participó directamente en el asesinato de este personaje.

El martillo de Texas


El martillo de Texas. Fue descubierto fosilizado en 1934, cerca de la localidad tejana de London. Estaba incrustado en la roca. La madera del mango fosilizada y la cabeza de hierro fundida con la roca. Esto significaba que el martillo era ¡anterior a la roca!
Durante mucho tiempo el martillo crió polvo en un pequeño museo local, hasta que por fin a alguien se le ocurrió investigarlo y hacer un análisis detallado. El mango de madera petrificada significa que han tenido que pasar al menos 140 millones de años para ese proceso. Cuando los primeros homínidos no surgieron hasta hace 7 millones de años y hacer herramientas fue sólo hace dos millones. En cuanto a la cabeza de hierro es de una pureza casi total, algo que sólo puede lograrse con avanzadas técnicas metalúrgicas. Igual que el hecho, descubierto gracias a rayos x, de que durante su fabricación se había purificado y endurecido. Pero la roca en la que estaba fundida seguía teniendo 140 millones de años Y este último dato implica, además, que el objeto en cuestión estuvo sometido a una presión atmosférica distinta de la actual. Otra cosa que remite a épocas remotísimas.

Si el término OOPART, que como ya sabe el lector significa “objeto fuera de su tiempo”, se aplicara de forma genérica a un descubrimiento arqueológico concreto, sin duda, de entre todos los OOPART, elegiríamos éste: ¡El martillo fósil!
Basta con mirarlo para darse cuenta de que se trata de una herramienta humana.
Sólo hay un problema, : data de una época anterior a la existencia de nuestros ancestros.

El llamado martillo fósil fue hallado en 1934 muy cerca de la localidad de London, en estado norteamericano de Texas. Apareció incrustado en el interior de una roca, lo que desde un principio obligó a los estudiosos a sospechar que tenía una antigüedad extrema. La madera del mango del martillo estaba fosilizada y la cabeza, de hierro, se fundía con la piedra. ¿Qué significaba esto? Sencillo: que el martillo era anterior a la roca. Y claro, sólo del vértigo que provocaba tal suposición, los científicos decidieron considerarlo un “objeto bizarro”.

Nadie quiso investigar el martillo fósil, que estuvo durante mucho tiempo condenado al olvido en la vitrina de un pequeño museo de Texas, el Museo Somerwell. Afortunadamente cayó en manos de otros investigadores que, pese a estar influenciados por ciertas corrientes creacionistas, favorecieron la posibilidad de un análisis detallado.

El mango del martillo es de madera, pero dicha madera se encuentra petrificada. La parte interior, porosa, se ha transformado en carbón. Precisamente, en aquellos lares la petrificación de la madera es algo que ha ocurrido con cierta frecuencia.

Son bien conocidos los bosques de árboles petrificados de Texas, que no son sino la consecuencia de un proceso geológico normal mediante el cual la madera muy antigua acaba convirtiéndose en piedra. Para que esto ocurra deben haber transcurrido nada menos que 140 millones de años. Y si bien el tronco de un árbol en tal estado no nos extraña sobremanera, no podemos decir lo mismo cuando esa madera ha sido trabajada por manos humanas.

Este es el primer dato desestabilizador que proporciona este objeto. Y es lógico, puesto que los primeros homínidos no surgen hasta hace 7 millones de años y no fue hasta hace 2 cuando nuestros ancestros comenzaron a fabricar herramientas.

Respecto a la cabeza del martillo, el misterio es todavía mayor. Recientemente se han efectuado nuevos análisis en el Instituto Metalúrgico de Columbia, en donde los investigadores descubrieron que está formado en un 96,6 por ciento por hierro, en un 2,6 por ciento por cloro y en casi un 1 por ciento por azufre. Tal combinación de elementos quiere decir que el objeto es de hierro casi puro, algo que sólo puede conseguirse empleándose avanzadas técnicas metalúrgicas.

Además, los investigadores efectuaron varias radiografías del objeto. Gracias a los rayos X dedujeron que durante su fabricación, el hierro empleado fue purificado y endurecido. Para conseguirlo, es necesaria la utilización de una tecnología metalúrgica muy reciente…

Pero la roca, tras los estudios geológicos pertinentes, resultó tener 140 millones de años, y según señalan los estudiosos, se sedimentó después de la fabricación del martillo.

Los estudiosos separaron la piedra del objeto, lo que provocó una muesca en la parte superior de la roca. Parecía formar parte de algo parecido al recubrimiento del objeto, lo que indujo a un nuevo análisis.

Formada por hierro en cuatro quintas partes, la muesca contiene silicio, azufre, calcio, potasio y cloro, lo que significa que es producto de un proceso poco común. Al estar fundida la cabeza del martillo con la roca, se ha sospechado que dicho proceso podría deberse a que en tiempos, el objeto estuvo sometido a una presión atmosférica distinta de la actual, lo que nuevamente nos obliga a pensar en una época remotísima.

Como explicación natural se ha propuesto la posibilidad de que la cabeza del martillo perteneciera al hierro procedente de un meteorito. Sin embargo, los elementos hallados en la pieza arqueológica no coinciden con los que sería de esperar de una roca procedente del Sistema Solar. Además, el proceso posterior habría originado impurezas en el metal que no se habrían escapado del escrutinio de los laboratorios que participaron en el análisis.

estamos ante uno de los objetos más desestabilizadores jamás hallados.

Ha sido datado en una época en la que sobre la faz de la Tierra corrían los dinosaurios. Faltaban millones y millones de años para que los humanos apareciéramos en la escena terrícola. Y sin embargo, manos como las nuestras fabricaron y usaron ese martillo.

Dragón (leyendas)


La presencia del dragón en cuentos tradicionales, leyendas y todo tipo de literatura fantástica ha sido constante desde la más remota antigüedad hasta la época actual. En este texto encontrará información sobre el origen de este monstruo legendario y su desarrollo posterior.
Dragón (leyendas)
El dragón es un monstruo fabuloso en forma de reptil, de las leyendas y la mitología orientales, parecido al cocodrilo y al que se representa con alas, garras grandes, cola de serpiente y aliento de fuego. En el antiguo Oriente Próximo, el dragón simbolizaba el mal y la destrucción. Esta idea se encuentra, por ejemplo, en Enuma Elisha, epopeya mesopotámica escrita hacia el 2000 antes de Cristo. Uno de los protagonistas de la leyenda es la diosa Tiamat, dragón que personifica los océanos y comanda las hordas del caos y cuya destrucción era condición previa para crear un universo ordenado. Según los egipcios, Apohis, dragón de la oscuridad, era expulsado cada mañana por Ra, el dios sol.
En las Sagradas Escrituras hebreas, el dragón representa la muerte y el mal. Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón que aparece en la principal literatura terrorífica de la Biblia, sobre todo en el Apocalipsis, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano, el dragón simboliza el pecado y como tal aparece aplastado bajo el pie de santos y mártires simbolizando el triunfo de los cristianos sobre el pecado y, por lo tanto, sobre el paganismo. La leyenda de san Jorge y el dragón ilustra claramente este significado.
En la mitología clásica (véase Mitología griega y Mitología romana), se asocia el dragón con un guardián. El de Ladon protege las manzanas de oro en el jardín de las Hespérides, papel que reaparece en los romances medievales, donde los dragones custodian, con frecuencia, doncellas cautivas. Los griegos y los romanos creían que eran capaces de entender, y transmitir a los mortales, los misterios del mundo.
Ambos aspectos del dragón, tanto el favorable como el que inspira terror, se entremezclan en el folclore de las tribus paganas del norte de Europa. En el Cantar de los nibelungos, Sigfrido mata a un dragón y se hace invulnerable al untarse su sangre por el cuerpo. Uno de los principales episodios de Beowulf también narra el combate con un dragón. Los antiguos escandinavos adornaban la proa de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón. Entre los conquistadores celtas de Bretaña era un emblema heráldico, símbolo de la soberanía, y durante la ocupación romana del siglo I a.C. (véase Imperio de Roma) se convirtió en un estandarte militar. También aparece en los escudos de las tribus teutonas que más tarde invadieron Bretaña y, hasta el siglo XVI, se veía en los estandartes de batalla de los reyes ingleses. Forma parte del escudo de armas de muchas casas nobiliarias europeas.
El dragón en la mitología oriental
En la mitología de varios países orientales, sobre todo en China y Japón, el dragón representa el poder espiritual supremo y es el símbolo más antiguo y más ubicuo del arte oriental. Los dragones representan el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza. Viven en el agua y proporcionan salud y buena suerte y, según la creencia china, traen la lluvia para las cosechas. El dragón de los tradicionales desfiles chinos de Año Nuevo repele los malos espíritus que podrían echar a perder el año que se inicia. El dragón de cinco garras se convirtió en el emblema imperial chino; el de cuatro es el dragón normal, y el japonés tiene tres garras.
En la mitología hindú, Indra, dios del cielo y de la lluvia, mata a Vitra, dragón de las aguas, para liberar a la lluvia.
Fuente: Encarta

El homúnculo


El término homúnculo (del latín homunculus, ‘hombrecillo’, a veces escrito homonculus) es el diminutivo del doble de un humano y se usa frecuentemente para ilustrar el misterio de un proceso importante en alquimia. En el sentido hermetico es un actor primordial incognoscible, puede ser visto como una entidad o agente. El proceso para crear esta entitad es simbolico para los alquimistas.

El término parece haber sido usado por primera vez por el alquimista Paracelso, quien una vez afirmó haber creado un homúnculo al intentar encontrar la Piedra Filosofal. La criatura no habría medido más de 30 centímetros de alto y hacía el trabajo normalmente asociado con los golems. Sin embargo, tras poco tiempo, el homúnculo se volvía contra su creador y huía. La receta para crearlo consistía en una bolsa de carbon, mercurio, fragmentos de piel o pelo de cualquier humano o animal del que el homúnculo sería un híbrido. Todo esto había de enterrarse rodeado de estiércol de caballo durante cuarenta días, tiempo en el cual el embrión estaría formado en el seno de la Tierra.
Hay también variantes citadas por otros alquimistas. Una de ellas implicaba usar mandrágora. Las creencias populares sostenían que esta planta crecía donde el semen a veces eyaculado por los ahorcados durante las últimas convulsiones antes de la muerte (o putrefaccion en alquimia) caía al suelo, y sus raíces tiene una forma vagamente parecida hasta cierto punto a un ser humano. La raíz había de ser recogida antes del amanecer de una mañana de viernes por un perro negro, siendo entonces lavada y «alimentada» con leche y miel y, en algunas recetas, sangre, con lo cual se terminaría de desarrollarse en un humano en miniatura que guardaría y protegería a su dueño. Aún un tercer método, citado por el Doctor David Christianus en la Universidad de Giessen durante el siglo XVIII, era tomar un huevo puesto por una gallina negra, practicar un pequeño agujero en la cáscara, reemplazar una porción de clara del tamaño de una alubia por esperma humano, sellar la abertura con pergamino virgen y enterrar el huevo en estiércol el primer día del ciclo lunar de marzo. Tras treinta días surgiría del huevo un humanoide en miniatura que ayudaría y protegería a su creador a cambio de una dieta regular de semillas de lavanda y lombrices.
El término homúnculo fue posteriormente usado en la discusión de la concepción y el nacimiento. En 1694, Nicolas Hartsoeker descubrió «animalúnculos» en el esperma de humanos y otros animales. La escasa resolución de aquellos primeros microscopios hizo parecer que la cabeza del espermatozoide era un hombre completo en miniatura. A raíz de ahí se desataron las teorías que afirmaban que el esperma era de hecho un «hombre pequeño» (homúnculo) que se ponía dentro de una mujer para que creciese hasta ser un niño; éstos llegarían más tarde a ser conocidos como los espermistas. Se pensaba que ya desde Adán estaba enclaustrada toda la humanidad, que se iría transmitiendo a su descendencia. Esta teoría biológica permitía explicar de forma coherente muchos de los misterios de la concepción (por ejemplo, por qué necesita de dos). Sin embargo más tarde se señaló que si el esperma era un homúnculo, idéntico a un adulto en todo salvo en el tamaño, entonces el homúnculo debía tener su propio esperma. Esto llevó a una reducción al absurdo, con una cadena de homúnculos «siempre hacia abajo».
Por su parte Goethe también popularizó el término, ya que denominó homunculus al pequeño ser que creó el antiguo alumno de Fausto; Wagner, mediante operaciones quirúrgicas.
Actualmente el término se usa de determinadas formas para describir sistemas que se cree que funcionan gracias a los «hombrecillos» de su interior. Por ejemplo, el homúnculo sigue siendo una de las principales teorías sobre el origen de la consciencia, que afirma que es una parte (o proceso) del cerebro cuyo cometido es ser «tú». El homúnculo se cita con frecuencia también en la cibernética, por razones similares.

Fuente: Wikipedia.

El oro


La moneda mundial ha girado en torno al oro por casi 3,000 años, cuando Creso, rey de Lidia, acuñó la las primeras piezas del precioso metal. Es todavía la medida de la riqueza por excelencia. No obstante todos los países tienen oro en su subsuelo y existen más  de 10,000 millones de toneladas en el agua del océano.
Pero es muy difícil recoger este inmenso tesoro natural. En la mayoría de los lugares el oro forma filones; en el mar 10 miligramos de oro por tonelada de agua es una concentración elevada. Para ello supondría filtrar 1,000 toneladas de agua  para obtener  10 gramos de oro.

Puede ser rentable una mina  con proporciones  de hasta  una parte de oro extraído  por 300,000 partes de roca.
Aseguran los geólogos que ya se han descubierto todos los yacimientos  auríferos verdaderamente importantes. Sin embargo la demanda de oro aumenta.
La búsqueda implacable  del noble metal empezó en la edad de piedra, cuando el hombre observó  las brillantes pepitas en los guijarros de los ríos. Al romper la piedra obtenía un material pesado y dúctil que se podía moldear a martillazos  en formas atractivas: estos fueron los primeros ornamentos de oro del mundo.

Los hombres de piedra, no suponían que su labor, ya tenía el sello de la eternidad, ya que el oro es muy resistente al deterioro del tiempo. Conserva el lustre al contacto con el aire ya que no se oxida, igualmente en el agua  y la mayoría de los corrosivos no lo afecta; puede ser fundido una y otra vez sin perder ninguna de sus cualidades. Una sola onza, unos 28 gramos,  es tan maleable que puede dilatarse y formar un cable de 56 kilómetros  de longitud o convertirse en una  lámina de una diezmilésima  de milímetro de espesor.

Pepitas de oro: el sueño de los buscadores
El oro suele encontrarse en vetas de roca o suelto en pepitas de oro, el sueño de los buscadores. Las vetas son profundas fisuras, doce hace dos o diez millones de años se alojó  cuarzo aurífero. El oro suelto también se encontraba inicialmente sujeto a las rocas, pero se desprendió por erosión, adquiriendo  forma de pepitas al ser  arrastrada por los ríos.
La mayor pepita de oro puro encontrada hasta ahora medía  60 centímetros de longitud por 30 de anchura  y pesaba 70 kilos. Fue descubierta en 1869 por John  Deason  y Richard Oates, de Coarnulles, Gran Bretaña, cerca de Moliagul  en Victoria, Australia. La inmensa pepita que tenía 99,66 por ciento de oro puro, fue llamada “la extranjera bienvenida”. Deason y oates la vendieron po 9,532 libras esterlinas.
La mayor pepita de oro bruto de la historia fue la llamda Holtermann  de 285 kilogramos descubierta en 1872 en una mina de Hill End, en Nueva gales del Sur de Australia, supuso más de 84 kilogramos de oro.

La fiebre de oro  californiano fue provocada  en 1848 por un hombre llamado james Marshall, que introdujo su sombrero en un riachuelo  cerca de Sacramentos, y lo sacó lleno de pepitas de oro.

Riqueza repentina
En 1896 fue el Yukón  la meta de los aventureros buscadores de oro, al descubrirse oro  entre los  guijarros  del rio Klondike. El lugar se llamaba Bonanza. Nombre que es hoy para los anglosajones sinónimo de riquezas repentina.
Pero a millares de kilómetros de distancia, ya había ocurrido entonces  algo insólito: se había descubierto el yacimiento aurífero más grande del mundo y se vendía por sólo diez libras.

En la cuenca del Witwatersand, África del Sur, George Harrison, un buscador de oro encontró indicios del noble metal en 1886. Pero se hallaba tan necesitado que vendió sus derechos por  diez libras. Perdió así la oportunidad de hacerse millonario, pues el territorio del Rand   iba a convertirse  en el principal  proveedor de  ro en el mundo.
Cuarenta y seis años después del descubrimiento de Harrison, Emmanuel Jacobson  y Allan Roberts  comenzaron a realizar sondeos en su granja  de Asdenk en el estado libre de Orange. Llegaron hasta los 1,240 metros de profundidad, pero el dinero se les acabó y tuvieron que abandonar la operación.

En 1950 otros buscadores  prosiguieron la búsqueda  y tan solo 120 metros  más abajo  la piqueta encontró el magno filón del Reef. Allan Roberts había quedado en la miseria y al morir sus amigos tuvieron que  costear el funeral. El Rand, sin embargo, donde él y su socio  tanta fe depositaron, produce  hoy en día, más del 70%  del oro mundial.

Del  Gran libro de lo asombroso e inaudito.

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