Las increíbles y contagiosas Enfermedades de transmisión sexual



Enfermedades de transmisión sexual, también llamadas enfermedades venéreas, son enfermedades infecciosas que se pueden contagiar por contacto sexual. Algunas se pueden transmitir también por vía no sexual, pero representan una minoría del número total de casos. Varios tipos de enfermedades de transmisión sexual pueden llegar a ser epidémicas, incluidas la gonorrea, la uretritis no gonocócica, el herpes genital, las verrugas genitales (condilomas acuminados), la sarna (escabiosis) y las infecciones uretrales y vaginales causadas por la bacteria Chlamydia trachomatis, el protozoo Trichomonas y ciertos hongos.
2
TIPOS DE ENFERMEDADES VENÉREAS
Existe un gran número de enfermedades que se transmiten mayoritaria o exclusivamente por contacto sexual. Además de las enfermedades ya mencionadas, están la sífilis, la infección por ladillas (Pediculus pubis), la infección vaginal causada por la bacteria Haemophilus, el molusco contagioso (enfermedad infecciosa de la piel causada por un virus), el chancroide, el linfogranuloma venéreo y el granuloma inguinal. Son muchos los organismos que causan estas enfermedades. Los protozoos del género Trichomonas causan una infección del aparato urogenital denominada tricomoniasis; la moniliasis o candidiasis es un tipo de micosis muy común que está causada por una levadura; los organismos que producen chancroide, gonorrea, sífilis, granuloma inguinal y vaginitis por Haemophilus, son bacterias; el herpes genital, las verrugas genitales (causadas por el papovavirus) y el molusco contagioso se deben a la acción de ciertos virus; finalmente, el linfogranuloma venéreo y la mayoría de los casos de uretritis no gonocócicas están producidos por la bacteria Chlamydia.
3
TRANSMISIÓN
La transmisión de todas estas enfermedades se efectúa en la mayoría de los casos por contacto íntimo con una persona infectada, ya que los organismos que las producen mueren con rapidez si se los separa del cuerpo humano. Aunque la zona normal de contacto suele ser los genitales, el sexo oral y anal también produce casos de infecciones orales o anales. Algunas de estas afecciones, en concreto el chancroide y la producida por las ladillas, pueden extenderse de una parte de la piel a otra por la misma persona infectada a través de sus manos; las ladillas, los piojos, el herpes genital y la vaginitis producidos por Trichomonas y hongos también se pueden adquirir por otros medios que no son el contacto sexual. La gonorrea, la sífilis y las infecciones por Chlamydia pueden pasar de la mujer embarazada a su hijo, ya sea en el embarazo o durante el parto. Tales infecciones congénitas pueden ser bastante graves.
Aunque las infecciones de transmisión sexual comienzan en los genitales externos, se pueden extender también a la próstata, al útero, a los testículos y ciertos órganos cercanos. La mayoría de estas infecciones causan irritación, picores y ligeros dolores a nivel local, pero otras como la gonorrea y la uretritis por Chlamydia son una causa importante de esterilidad en las mujeres.
4
CONTROL
Cartel anti-SIDA
Cartel anti-SIDA en el que aparece dibujado un condón rompiendo una jeringuilla. El preservativo representa un arma poderosa en la protección de las enfermedades de transmisión sexual como el SIDA.

El carácter epidémico de las enfermedades de transmisión sexual da testimonio de la dificultad de controlarlas. Algunos organismos oficiales de salud pública atribuyen el incremento de muchas de estas enfermedades al aumento de la actividad sexual. También puede ser significativa la sustitución del preservativo (que proporcionaba cierta protección) por otros métodos de control de natalidad como anticonceptivos orales y diafragma.
Los modelos de enfermedad de transmisión sexual también cambian. La sífilis y la gonorrea fueron epidémicas en un tiempo, pero el uso masivo de la penicilina consiguió un control moderado sobre la sífilis. La atención se centró entonces en el control de la gonorrea, y en ese momento empezó a aumentar de nuevo la frecuencia de aparición de la sífilis. Aumentaron también, en las décadas de 1970 y 1980 el herpes genital y la infección por Chlamydia.
El tratamiento básico de las enfermedades de transmisión sexual producidas por bacterias es mediante el uso de antibióticos. La penicilina ha sido efectiva contra la sífilis y la gonorrea, pero muchos organismos gonorreicos resisten hoy la acción de este fármaco. En estos casos es efectivo la ceftriaxona o la espectinomicina. La tetraciclina se emplea para tratar el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal y la uretritis por Chlamydia. Hay también tratamientos específicos para otras enfermedades de transmisión sexual como los fármacos antivíricos (aciclovir por ejemplo), que resultan efectivos contra el virus herpes.
La única forma de prevenir la propagación de las enfermedades de transmisión sexual es identificando a las personas con las cuales ha tenido contacto sexual la persona infectada y proceder a determinar si también necesitan tratamiento. Por lo general esto se lleva a cabo en los centros de salud pública, que es donde se informa de la mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual. Otras personas infectadas acuden a un médico privado para su tratamiento, y no se detectan todos los casos. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la hepatitis B se transmiten también por contacto sexual.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Los increíbles Principales tipos de enfermedades




PATOLOGÍAS
CARACTERÍSTICAS
EJEMPLOS
ALERGIAS
Debidas a la reacción del sistema inmunológico y a agentes externos (antígenos)
Fiebre del heno, urticaria, intolerancia a los alimentos
ENFERMEDADES INFECCIOSAS
Debidas a virus y bacterias; se difunden rápidamente a numerosos individuos
Enfermedades exantemáticas (varicela, escarlatina, sarampión, rubéola), gripe, resfriado, mononucleosis infecciosa, peste, fiebre hemorrágica, enfermedades de transmisión sexual (ETS), SIDA
ENFERMEDADES PARASITARIAS
Debidas a organismos parasitarios (protozoos, gusanos, hongos)
Amebiasis, giardiasis, micosis, filariasis, tripanosomiasis
ENFERMEDADES CONGÉNITAS
Debidas a anomalías del desarrollo fetal
Síndrome de Down, espina bífida, focomelia, pie zambo, atelectasia pulmonar congénita, cardiopatías congénitas, megacolon
ENFERMEDADES HEREDITARIAS
Debidas a la transmisión hereditaria de genes, dominantes o recesivos, a los que están ligados determinadas patologías
Hemofilia, daltonismo, talasemia, fibrosis quística (mucoviscidosis)
ENFERMEDADES AUTOINMUNES
Debidas a una alteración de los mecanismos de reconocimiento del sistema inmunitario, que reacciona contra el propio organismo
Artritis reumatoide, miastenia gravis, enfermedad de Hashimoto, diabetes mellitus insulino-dependiente
TRAUMATISMOS Y ACCIDENTES
Debidas a accidentes capaces de provocar lesiones en un organismo sano
Heridas, fracturas, asfixia, fulguración, quemaduras solares, shock, daños por radiación, lesiones deportivas, barotraumas, algunas enfermedades profesionales y ambientales
INTOXICACIONES
Debidas a los efectos de sustancias tóxicas producidas por organismos (toxinas bacterianas, animales y vegetales) o por determinados compuestos químicos
Botulismo, intoxicación por veneno de serpientes o de arácnidos, intoxicación por monóxido de carbono, metanol, metales pesados y pesticidas, algunas enfermedades profesionales y ambientales
ENFERMEDADES NEURO-
DEGENERATIVAS
Debidas a la degeneración progresiva de las funciones nerviosas
Enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple, corea de Huntington
TRASTORNOS MENTALES Y RELACIONADOS CON EL USO DE SUSTANCIAS
Debidos a causas orgánicas y/o ambientales; debidos al uso de sustancias psicoactivas
Depresión, histeria, paranoia, esquizofrenia, retraso mental, trastornos psicosomáticos, trastornos causados por el consumo de alcohol, anfetaminas, opiáceos, cocaína, hachís, nicotina
ENFERMEDADES METABÓLICAS
Debidas a anomalías de las reacciones químicas metabólicas, que normalmente dirigen la síntesis o la destrucción de las moléculas
Fenilcetonuria, gota, diabetes mellitus
ENFERMEDADES POR DESEQUILIBRIOS NUTRICIONALES
Debidas a la ingesta reducida o excesiva de sustancias nutritivas, a disturbios de la absorción o a la carencia de elementos nutritivos esenciales
Anorexia, obesidad, kwashiorkor, escorbuto, pelagra, malnutrición, avitaminosis

Las asombrosa e increíbles enfermedades


Enfermedad, cualquier estado donde haya un deterioro de la salud del organismo humano. Todas las enfermedades implican un debilitamiento del sistema natural de defensa del organismo o de aquellos que regulan el medio interno. Incluso cuando la causa se desconoce, casi siempre se puede explicar una enfermedad en términos de los procesos fisiológicos o mentales que se alteran.
2
SÍNTOMAS
La comprensión de las enfermedades depende de una descripción clara de los síntomas, los cuales son manifestaciones de los procesos vitales alterados. Pueden variar desde relatos subjetivos de dolor, como cefalea o dolor de espalda, a hechos objetivos, como inflamación o erupción. Los síntomas generales consisten en cambios en la temperatura corporal (como fiebre), fatiga, pérdida o aumento de peso, y dolor o hipersensibilidad de los músculos u órganos internos. Un estudio más profundo puede poner de manifiesto procesos tales como la presencia de microorganismos patógenos, que se detectan mediante el cultivo en medios con nutrientes especiales; fracturas óseas que se descubren a través de la exploración radiológica; la existencia de cambios en la composición de las células de la sangre; o la observación al microscopio de un crecimiento de células cancerosas en un tejido extirpado quirúrgicamente.

Células anómalas y cáncer
Las células cancerosas son muy diferentes de las del tejido del que proceden, lo que permite realizar un diagnóstico precoz. El tumor de esta figura, un teratoma de ovario, no guarda ningún parecido con el tejido normal del ovario. Los tumores de este tipo pueden convertirse en quistes que contienen hueso, pelo o tejido cutáneo.

Con el aumento del uso de las pruebas de laboratorio en las exploraciones físicas de rutina que se realizan a personas aparentemente sanas, los médicos diagnostican cada vez con más frecuencia enfermedades que carecían de síntomas manifiestos para el paciente. Por ejemplo, la hipertensión se puede detectar en fases precoces antes de que produzca lesiones importantes en el corazón o en los vasos sanguíneos. Otro tipo de patología que se detecta en alrededor del 10% de todas las personas exploradas, y que por lo general no produce síntomas, es el prolapso de la válvula mitral, en el cual una válvula del corazón no funciona adecuadamente. En apariencia, la mayor parte de las personas con un prolapso de la válvula mitral están sanas, pero en algunas ocasiones esta patología puede ser una manifestación en el seno de una enfermedad autoinmune. El desarrollo y el aumento del empleo de pruebas cada vez más sensibles plantea la necesidad de hacer un uso más cuidadoso del término enfermedad.
3
CLASIFICACIÓN
Las enfermedades se pueden clasificar según su localización (hueso, corazón, hígado), historia natural (aguda o crónica), curso (progresivo o intermitente), u otros criterios. Dos de las formas más útiles de clasificación son aquellas que se realizan atendiendo a la causa de la enfermedad (etiología) o al proceso biológico que resulta afectado.
3.1
Clasificación según la causa
Infección faríngea estreptocócica
El Streptococcus pyogenes es una bacteria patógena que se encuentra con frecuencia en el hombre en la boca, la faringe, las vías respiratorias, la sangre y en algunas heridas. Por lo habitual se trasmite por vía aérea y es responsable de un gran número de enfermedades como la infección faríngea estreptocócica.

La clasificación según la causa que provoca la enfermedad procede del estudio de las enfermedades infecciosas, las cuales se encuentran entre las primeras para las que se encontró una explicación. Los ejemplos incluyen: algunas neumonías, cólera y gonorrea, producidas por bacterias; y viruela, sarampión y algunas hepatitis, causadas por virus. Sin embargo, incluso cuando se identifica el agente causal, la infección no es el único factor determinante en el proceso de la enfermedad. Por ejemplo, mucha gente pueda estar expuesta al virus de la gripe y no padecer la enfermedad, otros pueden enfermar levemente, y los ancianos o las personas debilitadas pueden fallecer. El estado del sistema inmune y el estado de salud general de las personas influye en el curso de la enfermedad.

Virus
Los virus, como los responsables de la gripe, la varicela o el sarampión, son entidades orgánicas, compuestas de material genético (ADN o ARN) rodeado de una cápsula proteica protectora. Sólo son capaces de replicarse en el seno de células vivas. Los virus son responsables también de enfermedades como el SIDA, el resfriado común, el herpes, la rabia y la fiebre amarilla.

También se conocen causas no infecciosas de enfermedad, muchas de ellas ocupacionales. Por ejemplo, la exposición prolongada al polvo del carbón predispone a los mineros a padecer una enfermedad respiratoria denominada silicosis (si el polvo contiene sílice) o neumoconiosis (si las partículas inhaladas contienen otros minerales), y de la misma forma, la exposición al polvillo del algodón predispone a las personas que lo manipulan a padecer bisinosis. En estos casos, de nuevo, la exposición al polvo de la mina o de algodón no son la única causa de la enfermedad. En ambas situaciones se sabe que los trabajadores que fuman presentan un riesgo más elevado de padecer una alteración de la función respiratoria. Esto mismo es cierto en la enfermedad pulmonar causada por la exposición al asbesto (asbestosis). Más recientemente, se ha observado que la exposición ocupacional a finas partículas de polvo o a sustancias químicas orgánicas produce alergias. Los científicos que se ocupan de las enfermedades ambientales están estudiando la causa de que algunos trabajadores padezcan dificultades respiratorias y crisis severas de estornudos, mientras que otros que trabajan en las mismas áreas no presenten estos síntomas.

Macrófago sobre partícula de asbesto
En los pulmones los macrófagos engloban y destruyen pequeñas partículas, sin embargo, al entrar en contacto con partículas de asbesto el macrófago se rompe liberando su contenido en el tejido pulmonar que lo rodea. Este trastorno es característico de la asbestosis, una enfermedad causada por la inhalación de fibras de asbesto.

En la década de 1970 se introdujo en el vocabulario médico un tipo nuevo de enfermedad llamada “estilo de vida nocivo”. Hoy en día se considera que fumar tabaco, beber alcohol en exceso, comer demasiado o no hacer ejercicio, y/o vivir en un estado de estrés permanente son factores que predisponen a la enfermedad. No son causas en el sentido tradicional. Por ejemplo, la relación entre una alimentación basada en una dieta muy rica en grasas y el sufrir un infarto cardiaco es incluso más complicada que el proceso por el cual una infección produce síntomas.
3.2
Clasificación según el proceso alterado
En muchas enfermedades la causa es desconocida, aunque se puede identificar el sistema biológico afectado. Un ejemplo es el cáncer, en el cual se pierde el control habitual que el organismo ejerce sobre el crecimiento celular. Como resultado, se produce un crecimiento incontrolado de un grupo de células determinado, hasta que se acumula una gran masa celular que puede dañar el tejido normal. Otro grupo de enfermedades son consecuencia de un trastorno del sistema inmune. En estas enfermedades, denominadas enfermedades autoinmunes, el sistema inmune actúa contra los tejidos normales del organismo, impidiendo su funcionamiento normal.
Las enfermedades pueden ser también resultado de alteraciones de los receptores celulares. Los receptores son puntos de unión de las células que permiten que determinadas sustancias químicas, como hormonas o fármacos, se acoplen a ellos para originar una respuesta en el organismo. Ciertos casos de diabetes mellitus se deben a una alteración de los receptores celulares para la insulina, la hormona que favorece la entrada de glucosa en la célula. En otras ocasiones, la enfermedad se debe al déficit de una determinada sustancia en el organismo. Así, en la enfermedad de Parkinson hay una depleción importante de la liberación de dopamina y en la diabetes mellitus insulino-dependiente deja de liberarse insulina a nivel del páncreas.
En la actualidad, se sabe que muchas alteraciones que se consideran trastornos de la personalidad tienen un componente bioquímico. Por ejemplo, las personas con anomalías en el metabolismo del alcohol pueden ser más vulnerables a sus efectos que otras. El éxito de ciertos fármacos en el tratamiento de enfermedades mentales ha suscitado la idea de que éstos pueden no ser siempre debidos a problemas de conducta, sino que en parte podrían tener como causa un defecto, un exceso o un desequilibrio entre las distintas sustancias que se liberan en el sistema nervioso.

Las increíbles señales del dolor



Dolor, experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada con una lesión real o potencial de un tejido. Esta definición, formulada en 1980 por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, subraya la contribución psicológica a la experiencia del dolor. El mismo grupo ha empleado también el término nocicepción, que procede de la palabra nocivo, para describir la experiencia de un estímulo que lesiona los tejidos. Por esta razón, la definición se aplica en especial al ser humano. Los animales demuestran comportamientos que se pueden calificar como dolor, y éstos se han estudiado en profundidad en la investigación de los mecanismos del dolor y en ensayos con fármacos con efectos analgésicos potenciales; aunque es dudoso que en los animales aparezca el fuerte componente psicológico del dolor que existe en el ser humano. El dolor es el síntoma aislado más frecuente por el que la gente consulta al médico.
2
FISIOLOGÍA DEL DOLOR
Transmisión del dolor
Cuando una persona sufre una lesión, como un golpe en el dedo del pie, determinados receptores sensitivos especializados, llamados nociceptores, reciben esta información del daño corporal (1) y envían una señal eléctrica, llamada impulso nervioso, a la médula espinal mediante un nervio sensorial (2). Una zona especializada de la medula espinal conocida como ganglio dorsal (3) procesa la información y envía un impulso a la zona que ha sufrido el daño mediante un nervio motor (4). Esto origina que los músculos de la pierna se contraigan y retiren el pie de aquello que está provocando el daño (6). En este viaje, el impuso nervioso se transmite a través de células nerviosas. Cuando el impulso alcanza una terminación nerviosa (7), el nervio libera un neurotransmisor que lleva el mensaje al nervio que se encuentra a continuación. Cuando el impulso llega al cerebro (8), se integra la información sensitiva y se produce la sensación emocional que se denomina dolor.

El dolor agudo comienza con la estimulación de uno o más de los numerosos receptores sensitivos especiales, denominados nociceptores, que hay en la piel y en los órganos internos. Estos receptores reciben información sobre el calor intenso, presión extrema, pinchazos o cortes, u otras acciones que puedan provocar daño corporal. Hay dos tipos de fibras nerviosas que llevan esta información desde los nociceptores hasta la médula espinal: las fibras A-delta, que transmiten la información con rapidez y parecen ser responsables de la sensación aguda del dolor; y las fibras C, que transmiten los impulsos de forma más lenta y pueden producir la sensación molesta de dolor.
En la médula espinal, los mensajes de los nociceptores pueden ser modulados por otros nervios espinales que aumentan o, con más frecuencia, disminuyen la intensidad del estímulo doloroso. Después, el impulso llega a diferentes partes del cerebro. Algunas áreas del cerebro determinan cuál es la localización y la causa del dolor, mientras que otras integran la información sensitiva con el estado global del organismo produciendo la sensación emocional que se denominada dolor. Estos mismos centros cerebrales pueden activar fibras nerviosas largas que descienden a la zona de la médula espinal donde se origina la señal dolorosa y la disminuyen.
A mediados de la década de 1970, los investigadores demostraron que muchas fibras que inhiben la transmisión del dolor en la médula espinal liberan un neurotransmisor denominado encefalina. Algunas áreas del cerebro que procesan los mensajes de dolor producen una sustancia química relacionada llamada endorfina. Aunque no está clara la función exacta de estas dos sustancias en la percepción del dolor, los científicos esperan que los estudios sobre éstas contribuyan a mejorar el tratamiento del dolor.
3
PSICOLOGÍA DEL DOLOR
La naturaleza compleja del dolor está ilustrada por anécdotas como la de los soldados con heridas graves que no sienten el dolor, o la de los deportistas lesionados pero que no experimentan dolor hasta que la prueba finaliza. Ciertas culturas realizan una operación de cráneo denominada trepanación sin anestesia. En el otro extremo, los científicos han demostrado que la expectativa de dolor puede intensificar esta experiencia, quizás al provocar ansiedad. El componente emocional del dolor queda demostrado también por los términos que se emplean de forma habitual para describir su naturaleza, como pernicioso, nauseabundo y molesto.
4
TRATAMIENTO DEL DOLOR
El dolor agudo, como el producido por traumatismo físico o quemaduras, o después de cirugía, se suele tratar con analgésicos que varían desde la aspirina a la morfina. En los estadios terminales del cáncer, se puede utilizar combinaciones de analgésicos, donde se incluyen medicamentos psicotrópicos como los tranquilizantes o un antidepresivo. En algunos pacientes sometidos a cirugía, se puede calmar el dolor de forma eficaz mediante un bloqueo nervioso: la inyección de un anestésico en el centro nervioso regional a través del que pasan los nervios de la zona de la herida quirúrgica. En ciertos tipos de dolor lumbar, la cirugía puede corregir el problema causante.
5
DOLOR CRÓNICO
Hacia 1965, los médicos comenzaron a apreciar la naturaleza única del estado denominado dolor crónico. En este síndrome, los pacientes pueden presentar dolor durante años, sin una lesión orgánica aparente como causa. Los investigadores sugieren que el dolor crónico es un estado de conducta, iniciado por una lesión real, en el que el dolor dura lo suficiente como para convertirse en una enfermedad. Muchos de estos pacientes afectados por enfermedades como la artritis dependen de analgésicos potentes, y suelen caer en una situación cíclica de dolor, inactividad y depresión.
Se han desarrollado protocolos especiales para tratar a los pacientes con dolor crónico. Estos protocolos hacen hincapié en la reducción de las dosis de fármacos, junto con ejercicio físico, terapia ocupacional, y técnicas de relajación como la hipnosis y bio-feed-back. Algunos incluyen tratamiento psicológico, y tratan de modificar con el apoyo de la familia del paciente los patrones de dolor aprendidos. En otros casos, los pacientes son ayudados con un dispositivo electrónico denominado estimulador nervioso electrónico transcutáneo, que se puede activar para enviar una corriente electrónica hacia la médula espinal. La razón de la efectividad de este dispositivo es desconocida, pero puede estimular el cerebro para que envíe impulsos inhibidores del dolor hacia la médula espinal.


La Diabetes mellitus, azúcar en el cuerpo


Cómo se desarrolla la diabetes mellitus
La diabetes mellitus es una enfermedad en la que aparece una cantidad excesiva de glucosa en la sangre. Esto es debido a que el cuerpo no produce insulina o no la utiliza de forma adecuada. Hay dos formas de diabetes mellitus. La diabetes tipo 1 se produce cuando el páncreas no produce insulina. La diabetes tipo 2 tiene lugar cuando las células del cuerpo son incapaces de utilizar la insulina de forma adecuada.

Diabetes mellitus, enfermedad producida por una alteración del metabolismo de los carbohidratos en la que aparece una cantidad excesiva de azúcar en la sangre y a veces en la orina. Afecta a unos 150 millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad multiorgánica ya que puede lesionar casi todos los órganos y en especial los ojos, los riñones, el corazón y las extremidades. También puede producir alteraciones en el embarazo. El tratamiento adecuado permite disminuir el número de complicaciones. Se distinguen dos formas de diabetes mellitus. La tipo 1, o diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID), denominada también diabetes juvenil, afecta a niños y adolescentes, y se cree producida por un mecanismo autoinmune. Constituye de un 10 a un 15% de los casos y es de evolución rápida. La tipo 2, o diabetes mellitus no-insulino-dependiente (DMNID), o diabetes del adulto, suele aparecer en personas mayores de 40 años y es de evolución lenta. Muchas veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina.
2
CAUSAS Y EVOLUCIÓN
Secreción de insulina
Esta imagen obtenida mediante un microscopio óptico pertenece a una zona del páncreas humano y muestra uno de los islotes de Langerhans (centro), un grupo de células glandulares modificadas. Estas células secretan insulina, una hormona que ayuda al organismo a metabolizar los hidratos de carbono, las grasas y el almidón. Los contornos blancos y azules en los islotes corresponden a vasos sanguíneos que conducen la insulina al resto del organismo. El déficit de insulina produce la diabetes mellitus.

Más que una entidad única, la diabetes es un grupo de procesos con causas múltiples. El páncreas humano segrega una hormona denominada insulina que facilita la entrada de la glucosa a las células de todos los tejidos del organismo, como fuente de energía. En un diabético, hay un déficit en la cantidad de insulina que produce el páncreas, o una alteración de los receptores de insulina de las células, dificultando el paso de glucosa. De este modo aumenta la concentración de glucosa en la sangre y ésta se excreta en la orina. En los diabéticos tipo 1, hay disminución o una ausencia de la producción de insulina por el páncreas. En los diabéticos tipo 2, la producción de insulina es normal o incluso alta, pero las células del organismo son resistentes a la acción de la insulina; hacen falta concentraciones superiores para conseguir el mismo efecto. La obesidad puede ser uno de los factores de la resistencia a la insulina: en los obesos, disminuye la sensibilidad de las células a la acción de la insulina. La diabetes tipo 1 tiene muy mal pronóstico si no se prescribe el tratamiento adecuado. El paciente padece sed acusada, pérdida de peso, y fatiga. Debido al fallo de la fuente principal de energía que es la glucosa, el organismo empieza a utilizar las reservas de grasa. Esto produce un aumento de los llamados cuerpos cetónicos en la sangre, cuyo pH se torna ácido interfiriendo con la respiración. La muerte por coma diabético era la evolución habitual de la enfermedad antes del descubrimiento del tratamiento sustitutivo con insulina en la década de 1920. En las dos formas de diabetes, la presencia de niveles de azúcar elevados en la sangre durante muchos años es responsable de lesiones en el riñón, alteraciones de la vista producidas por la ruptura de pequeños vasos en el interior de los ojos, alteraciones circulatorias en las extremidades que pueden producir pérdida de sensibilidad y, en ocasiones, necrosis (que puede precisar amputación de la extremidad), y alteraciones sensitivas por lesiones del sistema nervioso. Los diabéticos tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y accidentes vasculares cerebrales. Las pacientes diabéticas embarazadas con mal control de su enfermedad tienen mayor riesgo de abortos y anomalías congénitas en el feto. La esperanza de vida de los diabéticos mal tratados es un tercio más corta que la población general. El diagnóstico de la diabetes tipo 2 en ausencia de síntomas suele realizarse mediante un análisis rutinario de sangre, que detecta los niveles elevados de glucosa. Cuando las cifras de glucosa en un análisis realizado en ayunas sobrepasan ciertos límites, se establece el diagnóstico. En situaciones intermedias, es preciso realizar un test de tolerancia oral a la glucosa, en el que se ve la capacidad del organismo de metabolizar una cantidad determinada de azúcar.
3
TRATAMIENTO
Con el tratamiento adecuado la mayoría de los diabéticos alcanzan niveles de glucosa en un rango próximo a la normalidad. Esto les permite llevar una vida normal y previene las consecuencias a largo plazo de la enfermedad. Los diabéticos tipo 1 o los tipo 2 con escasa o nula producción de insulina, reciben tratamiento con insulina y modificaciones dietéticas. El paciente debe ingerir alimentos en pequeñas dosis a lo largo de todo el día para no sobrepasar la capacidad de metabolización de la insulina. Son preferibles los polisacáridos a los azúcares sencillos, debido a que los primeros deben ser divididos a azúcares más sencillos en el estómago, y por tanto el ascenso en el nivel de azúcar en la sangre se produce de manera más progresiva. La mayoría de los pacientes diabéticos tipo 2 tienen cierto sobrepeso; la base del tratamiento es la dieta, el ejercicio y la pérdida de peso (que disminuye la resistencia de los tejidos a la acción de la insulina). Si, a pesar de todo, persiste un nivel elevado de glucosa en la sangre, se puede añadir al tratamiento insulina. Los pacientes que no requieren insulina, o los que tienen problemas con las inyecciones de insulina, pueden utilizar medicamentos por vía oral para controlar su diabetes. En la actualidad, hay bombas de infusión de insulina que se introducen en el organismo y liberan la hormona a un ritmo predeterminado. Esto permite realizar un control más exhaustivo de los niveles de glucosa en la sangre; sin embargo, hay complicaciones asociadas a este tratamiento, como son la cetoacidosis y las infecciones en relación con la bomba de infusión.


Entradas populares