Arrecife de coral


Arrecife de coral
Arrecife de coral en el mar Rojo
Los arrecifes de coral son los ecosistemas acuáticos más complejos del planeta. Aunque pueden ser encontrados entre los 30º de latitud N y S, los mayores arrecifes se encuentran entre los 4º latitud N y S de las partes occidentales de los océanos principales. Los arrecifes de plataforma pueden ser de varios tipos: atolones, costeros, barreras y de plataforma; los oceánicos, por otro lado, se desarrollan fuera de la plataforma continental, alrededor de las islas volcánicas. En los arrecifes de coral habitan un gran número de peces y especies invertebradas.

Arrecife de coral, cresta o parte elevada de una zona relativamente poco profunda del suelo marino, próxima a la superficie del mar. Está formada por una acumulación de aspecto y consistencia similar a la roca, de exoesqueletos calcáreos (que contienen calcio) de animales de coral, algas calcáreas rojas y moluscos. Construida capa a capa por los corales vivos que crecen sobre los esqueletos de las generaciones pasadas, los arrecifes de coral crecen hacia arriba a un ritmo de entre 1 y 100 cm al año. Son tropicales, se extienden hasta 30° al norte y al sur del ecuador y sólo se forman donde la temperatura de las aguas superficiales no desciende nunca por debajo de los 16 ºC.
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FORMAS DE VIDA
Los arrecifes de coral son ecosistemas con estructuras bien definidas que agrupan tanto plantas fotosintéticas como consumidoras en el sentido que se explica en el artículo sobre ecología. La capa exterior de un arrecife está compuesta por pólipos de coral vivos. En el interior de los animales del coral viven unas algas unicelulares redondas llamadas zooxanthellas. Por debajo, y rodeando a los pólipos, se encuentran los esqueletos calcáreos, tanto los vivos como los muertos, que contienen algas filamentosas. Otras especies de algas, tanto carnosas como calcáreas, crecen en la superficie de los viejos depósitos de esqueletos. Estas algas y otras plantas asociadas son los principales productores primarios.
Las zooxanthellas fotosintéticas y las algas verdes filamentosas transfieren parte de su energía alimentaria directamente a los pólipos coralinos. Los animales del coral también se alimentan durante la noche de zooplancton, que capturan con sus tentáculos. Los pólipos cazan el zooplancton no tanto por sus calorías como por sus escasos nutrientes, especialmente el fósforo. Mediante la digestión, liberan estos nutrientes de los que se benefician las algas. De este modo, el coral y las algas intercambian nutrientes, reduciendo su pérdida en el agua.
Los peces herbívoros, como el multicolor pez mariposa, así como los erizos de mar, los holoturias, las estrellas y numerosas especies de moluscos se alimentan de las algas. Los animales predadores, como pequeños cangrejos, distintas especies de lábridos (peces largos y con aletas espinosas), anguilas moray y tiburones, se esconden en las numerosas cuevas y hendiduras del arrecife. Los numerosos microhabitantes y la productividad de los arrecifes soportan una gran diversidad de vida marina.
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TIPOS DE ARRECIFE
Los arrecifes de coral son de tres tipos: arrecifes en orla, barreras de coral y atolones. Los arrecifes en orla se extienden hacia el mar desde la costa de una isla o del continente, sin que haya agua entre el arrecife y la tierra. Las barreras de coral se producen a cierta distancia de la costa, con un canal o laguna entre el arrecife y aquélla. Los atolones son islas de coral que normalmente forman un arrecife estrecho en forma de herradura, en el centro del cual se encuentra una laguna poco profunda.
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BLANQUEO DEL CORAL
Los arrecifes de coral se han visto afectados recientemente por el blanqueo, que consiste en la decoloración o pérdida de las zooxanthellas simbióticas. En 1979 y 1980, se produjeron varios casos de blanqueo de coral en los arrecifes que rodean Okinawa, la isla de Pascua, el noroeste de Australia y el mar Caribe. Un incidente más grave se produjo en 1982 y 1983, afectando a arrecifes situados al este de África, Indonesia y la costa oeste de América Central y Sudamérica. Casos de blanqueo todavía más graves y más dañinos tuvieron lugar en el trienio comprendido entre 1986 y 1988, y afectaron a áreas como Taiwan, Hawaii, islas Fiji, isla Mayotte y toda la extensión de la Gran Barrera de Arrecifes.
La causa de estos amplios casos de blanqueo es desconocida; se han sugerido como posibles motivos la polución, el calentamiento global y la radiación ultravioleta. Aunque no se ha podido demostrar de manera concluyente que ninguna por separado ni el conjunto de estas causas sean responsables de los casos de blanqueo, investigaciones recientes indican que el origen del problema podría encontrarse en unas aguas inusualmente calientes. La temperatura óptima para el crecimiento del coral se sitúa entre 26 y 27 ºC. Se ha demostrado que las temperaturas por encima de los 29 ºC pueden causar estrés en los corales, y pueden intensificar el proceso de fotosíntesis que llevan a cabo las zooxanthellas simbióticas, dando lugar a altas concentraciones de toxinas de radicales libres en el tejido del coral. Estos pólipos de coral pueden expeler de forma activa a las zooxanthellas, provocando la decoloración del coral.
Los corales blanqueados tienen dificultad para recuperarse; un arrecife puede tardar varios años en lograrlo y, por lo tanto, los procesos de blanqueo podrían convertirlo en imposible. Sin sus zooxanthellas simbióticas, los pólipos no pueden depositar el esqueleto de carbonato cálcico que forma los cimientos del arrecife de coral. No sólo los corales, sino todos los organismos de los arrecifes podrían perder su hábitat a consecuencia de estos blanqueos, ya que la estructura de carbonato cálcico de los arrecifes se pierde debido a la erosión.

martes, 11 de octubre de 2011

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