El asombroso Totemismo


Tótem de madera
Los inuit, que viven generalmente en remotas comunidades en la región más septentrional del hemisferio occidental y en zonas del hemisferio oriental, usan tótems esculpidos en madera para registrar la historia de sus familias. Estos tótems cumplen la misma función que los árboles genealógicos o los escudos de familia en otras culturas. A veces tienen la forma de un animal o espíritu.


Totemismo, complejo sistema de ideas, símbolos y prácticas basadas en una supuesta relación entre un individuo o grupo social y un objeto natural conocido como tótem. Éste puede ser una especie concreta de animal o planta, o un fenómeno natural o fisiológico al que un grupo se cree vinculado de determinada forma. El término tótem proviene del idioma de los ojibwas, tribu algonquina de América del Norte en la que se describieron por primera vez fenómenos totémicos.
La relación totémica está muy difundida y se ha podido observar, por ejemplo, en Malaysia, África y Guinea, y en especial entre algunos pueblos indígenas de América y Australia. En estas sociedades, el tótem se considera como un compañero y un ayudante con poderes sobrenaturales y, en consecuencia, se respeta y a veces se venera. Los individuos de un grupo totémico se consideran en parte identificados con el tótem o asimilados a él, al que se refieren con nombres o símbolos especiales. Los descendientes se pueden remontar hasta un antepasado totémico originario, que entonces se convierte en el símbolo del grupo. Con la excepción de ciertos ritos totémicos, está prohibido matar, comer o tocar el tótem. Se sabe de algún chamán que cultivó una amistad personal con un animal determinado o planta totémica.
Pocos conceptos antropológicos han sufrido un cambio tan radical como el del totemismo. La mayoría de las teorías sobre este fenómeno, surgidas durante el siglo XIX y principios del XX, han quedado descartadas en los últimos tiempos. El totemismo ha dejado de considerarse una religión, y mucho menos una etapa primaria de la historia religiosa y cultural de la humanidad. Sin embargo, está admitido que una relación totémica puede implicar ciertos elementos religiosos, tales como el culto a los antepasados y el animismo, la creencia en espíritus. El escepticismo actual acerca del totemismo queda ejemplificado en la literatura antropológica por las teorías del antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, para quien el totemismo es un concepto antropológico carente de realidad objetiva.
El fundamento del totemismo parece sustentarse en la concepción de algunas sociedades que suponen una relación específica entre los seres humanos y las fuerzas de la naturaleza, relación que sirve de base para poder clasificar los grupos en función de emblemas naturales. Además, algunos eruditos señalan que cuando diferentes grupos sociales dentro de una misma sociedad toman sus nombres e identidades de las plantas o los animales, estos tótems son elementos simbólicos que sirven para demostrar que la sociedad, aunque fragmentada en muchos grupos, actúa como un todo. Los tótems identifican y simbolizan un grupo que comparte intereses comunes, en concreto el interés por proteger a los miembros más cercanos en sociedades que carecen de otro agente o mecanismo para realizar dicha función. En época reciente algunos antropólogos mantienen que el totemismo australiano, merced a los tabúes que prohíben matar y comerse a los propios tótems, ha actuado como un elemento de conservación y ha contribuido a que la gente se adapte a su entorno natural. Esta interpretación concibe el totemismo como impulsor del desarrollo y la supervivencia de aquellas sociedades donde floreció.


martes, 25 de enero de 2011

El asombroso Parentesco


Parentesco, relaciones humanas que se establecen por medio de la descendencia y del matrimonio. El parentesco se fundamenta en las diferencias sociales y en los modelos culturales. En todas las sociedades, los vínculos entre parientes de sangre y los parientes por matrimonio poseen una cierta relevancia legal, política y económica que no guarda ninguna relación con la biología.
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SISTEMAS DE DESCENDENCIA
En la base del parentesco se encuentra el vínculo primario madre-hijo, al que las distintas culturas han agregado diversas relaciones familiares. A esta unidad básica se le suman otros parientes en función de la descendencia, que conecta una generación con la siguiente de forma sistemática y que determina ciertos derechos y obligaciones para todas las generaciones. Los grupos de descendencia se pueden transmitir a través de cualquiera de los dos sexos (es decir, bilateralmente), o sólo a través de uno de ellos (unilateralmente). En los grupos de transmisión unilineal, la descendencia se denomina patrilineal si la conexión es por línea masculina, o matrilineal si lo es por vía femenina.
Existen otros métodos menos frecuentes de transmisión de la descendencia: el sistema paralelo, en el que los varones y las hembras transmiten la descendencia sólo a través de su propio sexo; y el método cognaticio, en el que se tienen en cuenta los parientes de ambos sexos, sin apenas distinción formal entre ambos.
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SUCESIÓN Y HERENCIA
El estudio del parentesco ha dedicado gran atención a los términos lingüísticos que los pueblos utilizan para clasificar e identificar a los parientes. En cualquier parte, a éstos se les afilia según funciones y tratamientos específicos.
La forma de clasificar a los parientes tiene muchas aplicaciones prácticas. Las relaciones familiares y de una sociedad condicionan en gran medida la atribución de derechos y su transmisión de una generación a otra. La sucesión en los cargos y en los títulos, así como la herencia de las propiedades, van implícitas en el particular sistema de parentesco. La propiedad puede transmitirse a lo largo de varias generaciones de distintas formas: del hermano de la madre al hijo de la hermana (en sociedades matrilineales); del padre a su hermano menor (en algunas sociedades patrilineales); o del padre a su hijo (en muchas sociedades patrilineales).
Los términos de parentesco también pueden indicar la forma en que las familias de una determinada sociedad reparten la herencia de bienes y propiedades. El pueblo iatmul de Nueva Guinea, por ejemplo, asigna cinco términos diferentes para designar al primero, segundo, tercero, cuarto y quinto hijo de la familia. En cualquier disputa acerca del patrimonio se espera que los hijos primero y tercero unan sus fuerzas contra los que ocupan el segundo y el cuarto lugar.
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TEORÍAS ACERCA DEL PARENTESCO
La evolución del parentesco y su terminología ha sido objeto de interés para los antropólogos desde el siglo XIX, cuando el estadounidense Lewis Henry Morgan desarrolló su teoría del parentesco. Morgan mantenía que la terminología del parentesco utilizada en sociedades menos desarrolladas reflejaba un bajo nivel de desarrollo cultural, y que la terminología habitual en las sociedades más desarrolladas indicaba un estado avanzado de desarrollo. Esta teoría fue abandonada cuando se descubrió que los pocos sistemas de parentesco vigentes existen tanto entre los pueblos menos desarrollados desde el punto de vista tecnológico como en los más avanzados.
Algunas teorías no evolucionistas consideran los términos para designar a los parientes como una consecuencia de influencias y modificaciones culturales, como un medio para comprender ciertos aspectos de la historia de una determinada sociedad e incluso como un fenómeno lingüístico. Un enfoque antropológico muy común es el funcional que relaciona los términos de parentesco y la conducta real. Según esta teoría, los términos cumplen la función de ser las claves que permiten comprender el tipo de vínculos y los valores existentes entre gentes de una misma sociedad.
El parentesco entraña gran importancia en los estudios antropológicos ya que es un fenómeno universal, denota ciertos vínculos humanos fundamentales que establecen todos los pueblos y refleja la forma en que los pueblos otorgan significado e importancia a las interacciones entre los individuos.


El asombroso Matriarcado


Matriarcado, en antropología, sistema político en el que la mujer es dominante sobre el hombre. Es sinónimo de ginecocracia.
El término matriarcado engloba a otros que pueden ser considerados etapas anteriores y parciales —aunque no imprescindibles— a la situación política global así definida. Los dos pasos más definitorios son: residencia matrilocal y descendencia matrilineal (matrilinaje). Otros pasos coadyuvantes son la matrifocalidad y la poliandria, generalmente fraternal.
Hasta la publicación de El matriarcado (1861), obra del filósofo suizo Johann Jakob Bachofen, se creía que el patriarcado era un sistema político familiar intrínseco a la humanidad. Desde ese momento comenzaron a estudiarse etnográficamente los innumerables casos de pueblos en los que encontramos este tipo de sistema político. Los wayúu/guajiros y los mapuche/araucanos son sus más notorios ejemplos en América Latina.


Los asombrosos Mapuches


Machi, un curandero mapuche
Tradicionalmente, la sociedad mapuche reconocía a ciertos individuos como hombres sagrados. Estos se trasmitían los conocimientos sobre medicamentos, rituales y poderes espirituales de padres a hijos. Las ceremonias más comunes eran el machitún, para sanar enfermos, y el nguillatún, para pedir favores a los espíritus. El machi de una comunidad era generalmente varón, aunque en las últimas décadas las mujeres han asumido responsabilidades para ejercer este importante papel. Cerca de un millón de mapuches viven en cientos de aldeas a lo largo del sur de Chile. La capital mapuche es Temuco, situada a 673 km al sur de Santiago.


Mapuche, pueblo amerindio de la familia lingüística araucana, cuyos habitantes actualmente viven en Chile y Argentina. Su origen mítico se sitúa en la lucha entre las serpientes Kai Kai y Ten Ten, pelea que derivó en un diluvio que duró ‘más de tres meses’ y que les obligó a refugiarse en un cerro cerca del río Biobío a partir del cual poblaron la Tierra. Véase Araucano.
Su origen arqueológico-migratorio está aún por establecerse; sus vestigios más antiguos datan del 500 a.C. y no está demostrado si provienen del centro de Sudamérica, del Chaco y de las Pampas o de algún otro lugar. En 1546 se produce en Quilacura la primera batalla contra los conquistadores españoles. Antes de su llegada los mapuches eran un millón de personas. En 1859, se produce un alzamiento general que origina la definitiva campaña del coronel argentino Cornelio Saavedra contra este pueblo (1860-1883). El territorio mapuche es desmembrado y la propiedad de la tierra pasa al Estado, quien entre 1884 y 1919 distribuye 475.000 ha en 3.000 ‘títulos de merced’ a unos 78.000 mapuches: tal es la base de la actual situación.
En la actualidad los mapuches tratan de recuperar sus tierras agrupándose en organizaciones indígenas herederas de otras muchas, como fueron, por ejemplo, la Sociedad Caupolicán (1910), la Sociedad Mapuche de Protección Mutua-Federación Araucana (1916), la Nueva Sociedad Lautaro (1958) o la Confederación de Sociedades Mapuches (1968). Se calcula que hoy viven unos 900.000 en Chile y 150.000 en Argentina.


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