Terrier de caza del Congo


El perro de rastreo Terrier de caza del Congo

Terrier de caza del Congo, raza de perro doméstico, perteneciente al grupo de los perros de rastreo, llamado, a veces, perro mudo africano. Conocida desde hace tiempo, la raza aparece claramente en piezas artísticas del antiguo Egipto. Aunque no ladra, no es completamente mudo. El terrier de caza del Congo se caracteriza por su pequeño tamaño, orejas rectas, frente arrugada, patas moderadamente largas, pelo corto, fino y lustroso y cola enrollada. Pesa unos 11 kg y mide 43 cm de alto a la cruz. El color varía entre el negro y el rojizo y está frecuentemente mezclado con blanco.

lunes, 11 de abril de 2011

Bull terrier


El poderoso perro Bull terrier

Bull terrier
A comienzos del siglo XIX, los criadores de perros buscaron un perro excepcionalmente fuerte y hábil sobre todo para la pelea. Un cruce entre bulldog y terrier produjo el perro ideal, el bull terrier. Hacia 1835 aparecieron los primeros con manchas de color en su pelaje, aunque en la actualidad la variedad más popular es blanca.


Bull terrier, raza de perro desarrollada hace más de 100 años mediante un cruce del bulldog inglés con el extinguido terrier inglés blanco, y el perro resultante con el pointer español. El bull terrier, antiguamente criado para las peleas de perros, es un animal extraordinariamente ágil y valiente. Tiene la cabeza ovalada, los ojos negros, oblicuos, muy pequeños y juntos; la trufa es negra y ancha, el pecho amplio, el lomo corto y musculoso, las piernas tienen huesos grandes y la cola es corta y recta. El pelaje, habitualmente de color blanco puro, es denso, de pelo corto y brillante. Pueden llegar a pesar 27 kg, aunque el peso habitual es de unos 23 kg en los machos y 20 kg en las hembras.

Bóxer


El poderoso perro de trabajo Bóxer

Bóxer
Aunque pueden rastrearse sus antecesores hasta el siglo XVI, el bóxer moderno fue criado en Alemania a finales del siglo XIX como perro de lucha y caza. Criadores posteriores suavizaron su agresividad por motivos prácticos, convirtiéndose así en populares perros policía, de guía y de compañía.


Bóxer, raza de perro de trabajo, desarrollada en Alemania durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX a partir de diversas razas, principalmente de los bulldog y terrier. Los ancestros de la raza fueron empleados originalmente en peleas de perros y para azuzar toros; posteriormente, debido a su valor, fuerza y agilidad, fue elegido como perro policía en Alemania y utilizado como lazarillo para ciegos. Siempre fiel, inteligente y vigilante, el bóxer es una mascota espléndida. Entre sus rasgos físicos se encuentran una cabeza pesada, mandíbulas salientes, hocico con una característica máscara negra, orejas más bien largas y situadas en alto, ojos castaño oscuro, trufa ancha y negra, cuello fuerte, redondo y musculoso; pecho amplio y cuartos traseros bien musculados. El bóxer tiene un pelaje corto, brillante y suave, de color leonado o con rayas oscuras sobre fondo leonado. Algunas veces presenta manchas blancas. El macho mide entre 56 y 61 cm de altura a la cruz y pesa alrededor de los 30 kg, la hembra mide entre 53 y 58 cm y pesa unos 28 kilos.

Ridgeback de Rhodesia


El asombroso perro Ridgeback de Rhodesia

Ridgeback de Rhodesia
El ridgeback de Rhodesia debe su nombre a su origen en el sur de África y por la cresta de pelo que le crece en dirección contraria a lo largo del espinazo. Es un perro que resiste bien las temperaturas extremas.



Ridgeback de Rhodesia, raza de perro de trabajo de gran tamaño caracterizado por una franja de pelo que le crece a lo largo de la columna vertebral en dirección contraria a la del resto del pelo. El ridgeback de Rhodesia era criado en Suráfrica como perro para caza mayor y defensa por los granjeros bóers. Es una combinación de razas importadas, entre ellas el dogo alemán, el mastín inglés, el galgo inglés y el sabueso de San Huberto, con variedades de Rhodesia capaces de resistir ante la escasez de agua y los extremos cambios de temperatura. Es un perro de cuerpo fuerte y musculoso, su cabeza es ancha con orejas altas y un largo hocico. El pelaje, corto y suave, puede ser de cualquier color entre el amarillo pálido y el rojo. El ridgeback pesa de 30 a 34 kilos y mide unos 66 centímetros a la cruz.

Cocker Americano


La asombrosa belleza del Cocker Americano

Cocker spaniel
El cocker spaniel es un antiguo perro de caza y puede que su nombre proceda de su presa principal, la becada (en inglés, woodcoch). Los cazadores lo aprecian por su inteligencia y obediencia, cualidades que han hecho de él un popular perro doméstico.


Cocker americano, el más pequeño de los perros de caza menor, pesa de 10 a 13 kg y sólo mide entre 35 y 39 cm de alto a la cruz. El cocker americano tiene un cráneo redondeado, orejas largas y anchas, y lleva la cola, cortada, en línea con el lomo. El pelo, sedoso, es liso u ondulado, moderadamente largo; las orejas, pecho, abdomen y patas están muy cubiertos de pelo. El pelaje puede ser totalmente negro, rojo, de color chocolate o limón, negro y castaño o de varios colores.
Los cocker americanos son astutos perros de caza, tanto capaces de levantar como de cobrar la caza, a veces incluso en el agua. Se cree que su nombre deriva de su habilidad para cazar chochas.
El longevo cocker inglés, una raza distinta, tiene un ancestro en común con el americano. Es ligeramente mayor, con las patas más largas y el hocico más grande. Llega a medir 40,5 cm de altura a la cruz y pesa unos 14 kg. El cocker inglés, un perro de caza en su origen, es un animal de compañía fiel e inteligente.

ARMAS SIN POLVORA


LAS INCREÍBLES ARMAS SIN POLVORA
Ingenios bélicos que abatieron fortalezas

 
CATAPULTA MEDIEVAL. Las tropas sitiadas utilizan una catapulta accionada con trenza de cabello humano para bombardear la torre de los asaltantes. Mientras tanto, otros defensores sorprenderán a los sitiadores a través de un túnel.






INGENIO BELICO. Una máquina de asedio, diseñada en 1472, con puente levadizo y cañón.













CATAPULTA. El hombre que maneja la catapulta es levantado por la fuerza del disparo .


MUCHO antes de que el mundo occidental utilizara la pólvora, los ejércitos contaban con gran variedad de ingenios para arrojar proyectiles contra el enemigo. Uno de los más poderosos era la ballesta escorpión, empleada por los romanos. Consistía en un enorme arco dispuesto sobre una plataforma, que podía despedir una piedra de dos kilogramos y medio a más de 500 metros.
En el asedio de Roma de! año 537 de nuestra era, un caudillo godo fue clavado a un árbol por un dardo de ballesta, y cuando, tres siglos después, París fue sitiada por los vikingos, otro dardo atravesó limpiamente a tres asaltantes.

Complemento de la ballesta era la catapulta, equivalente del mortero moderno, que volteaba los proyectiles. El brazo de la catapulta, con un cuenco para e! proyectil en un extremo, al ser girado hacia atrás, tensaba una cuerda de tripa de animales. El brazo se disparaba hacia adelante y era detenido por una barra cruzada, lanzando el proyectil a unos 500 metros.

La ballesta y la catapulta se utilizaron hasta el siglo XII. Sin embargo, el antiguo método de trenzar intestinos animales para obtener la tensión necesaria había sido olvidado desde hacía tiempo y en su lugar se empleaban cuerdas. Esto significa que las máquinas de los cruzados, por ejemplo, no eran tan poderosas como las de los romanos.

La solución fue una nueva máquina de guerra: el trabuco, que naturalmente nada tiene que ver con la escopeta posterior del mismo nombre. El trabuco era una máquina artillera, semejante a la catapulta, pero tenía además un contrapeso para hacer oscilar el brazo y disparar el proyectil.
Algunos trabucas eran colosales. Con un brazo de 15 metros de longitud y un contrapeso de 10 toneladas se podía lanzar una piedra de 140 kilogramos a más de 600 metros de distancia.
Pero las piedras no eran los únicos proyectiles.

Los trabucas se utilizaban también para lanzar el «fuego griego»: una mezcla altamente inflamable de azufre, alquitrán, resina, nafta y estopa, rociada con trementina, ceniza vegetal y salitre. Esta mezcla temible ha sido considerada como la gran arma disuasoria de la baja Edad Media. Su cualidad más terrible era que e! agua avivaba más sus llamas. Durante siglos, el secreto de la fabricación de! fuego griego sólo fue conocido por los bizantinos,
Esto hacía su flota invencible, pero en el siglo IX los árabes descubrieron la fórmula y pronto la emplearon contra aquéllos.
Otras tácticas eran más sutiles. A veces los trabucas se utilizaban para atemorizar al adversario, arrojando cadáveres de enemigos o prisioneros vivos sobre las murallas de los sitiados. También se arrojaban caballos putrefactos para extender la peste.

En 1422, en el asedio de Carolstein, fueron volcados sobre la población 200 carros de estiércol. Ha quedado constancia de que una de las últimas ocasiones en que se empleó el trabuco fue en el sitio de Rodas. Los turcos batían la plaza con cañones pesados, pero los cristianos construyeron un trabuco y silenciaron con él la artillería adversaria.

Pero los días del trabuco habían' terminado. La pólvora, empleada inicialmente por los chinos en el siglo IV antes de C., fue fin conocida en e mundo occidental. A principios de! siglo XIV se construyeron los primeros cañones que resultaban terriblemente inseguros.

ARQUIMEDES INCENDIA UNA FLOTA ENEMIGA


CÓMO ARQUIMEDES INCENDIA UNA FLOTA ENEMIGA

Para probar que Arquímedes, el gran científico de la antigua Grecia, derrotó a los romanos con la energía solar, se realizó en 1973 el siguiente experimento: 50 marineros sostuvieron  otros tantos espejos que dirigieron contra una embarcación hasta envolverla en llamas. Posiblemente, Arquímedes utilizó escudos de bronce pulimentados



ARQUÍMEDES, el gran matemático y físico griego que vivió hace más de 2.000 años, utilizó, al parecer, la energía solar como arma. Según varios escritores antiguos, entre ellos Plutarco y Antemio de Tralles, reflejó
los rayos del sol sobre la flota romana, cuando ésta se dirigía contra su ciudad natal de Siracusa, y la incendió. Esto sucedía entre los años 215 y 212 antes de J.
C.

Pero aquellos testimonios habían sido mutilados y no ofrecían credibilidad a los historiadores. No obstante, en 1973 el doctor Ioannis Sakkas, ingeniero griego, realizó una serie de experiencias que demostraron la posibilidad del hecho.

Enfocó 50 espejos pintados de color de bronce sobre una pequeña embarcación de remos y reflejó sobre ella los rayos del sol. En unos segundos la embarcación comenzó a humear, y al cabo de dos minutos rompió en llamas.

El profesor griego Evenghelos Stamatis, gran autoridad sobre Arquímedes, contempló el experimento y declaró después que no existían dudas de que el científico de Siracusa se había valido de la energía solar. 

Entradas populares