Víbora de la muerte


La asombrosa 
Víbora de la muerte

Víbora de la muerte, nombre común de varias serpientes venenosas de la familia de la cobra que viven en Australia, Nueva Guinea e islas próximas. La víbora de la muerte se encuentra entre las serpientes más peligrosas de la región; sus largos colmillos inyectan una gran dosis de un potente veneno, que contiene una neurotoxina que afecta al sistema nervioso. Con su cuerpo corto y grueso y su cabeza ancha, estas serpientes se asemejan a la víbora europea, aunque no están emparentadas con ella. La víbora de la muerte mide unos 60 cm de longitud y usa el extremo amarillo o rosa de la cola como señuelo para atraer a sus presas. El color de la víbora de la muerte varía en función de su hábitat y puede ser gris, pardo, rosa o rojizo, con bandas transversales más oscuras. Véase también Veneno.
Clasificación científica: la víbora de la muerte pertenece al género Acanthophis, familia Elápidos. El nombre científico de la víbora de la muerte común es Acanthophis antarcticus.

martes, 20 de septiembre de 2011

Víbora europea


La asombrosa 
Víbora europea

Víbora europea, nombre común de una serpiente de la familia de las víboras, también conocida como víbora del Viejo Mundo. La víbora europea común, como todas las víboras, es venenosa, pero menos agresiva que la mayoría de las demás serpientes venenosas y su mordedura rara vez es letal para el hombre. Su amplia distribución por toda Eurasia se extiende hacia el este hasta el océano Pacífico y hacia el norte hasta el círculo polar ártico. Es la serpiente venenosa existente más al norte.
La víbora común rara vez supera los 61 cm de longitud. Su color varía de gris, verde o pardo a un negro aterciopelado y, salvo en las pieles más oscuras, suele tener una marca negra en zigzag en el dorso. Se alimenta sobre todo de roedores.
Otras víboras del mismo género que la víbora común son llamadas también víboras; es el caso de la víbora de Orsini, que vive en Europa, se alimenta fundamentalmente de insectos y parece usar su veneno en contadas ocasiones, incluso cuando es manipulada, y el de la víbora de Russell, propia del sureste de Asia, que probablemente haya causado más muertes entre los humanos que cualquier otra especie de víbora. La especie propia de la península Ibérica, poco común y de distribución limitada a Navarra, el País Vasco, la zona norte de Burgos y Palencia, está considerada como una especie distinta a la víbora común.
Clasificación científica: las víboras pertenecen a la familia Vipéridos. El nombre científico de la víbora común es Vipera berus, el de la víbora de Orsini es Vipera ursinii macrops y el de la víbora de Russell es Vipera russelli. El nombre científico de la especie ibérica es Vipera seoanei.

Víbora áspid


La asombrosa 
Víbora áspid
Víbora áspid europea
La víbora áspid europea (Vipera aspis), una de las 60 especies de víboras que existen, vive en toda la región mediterránea de Europa, aunque puede aparecer en zonas tan alejadas como Suecia. Esta víbora de tamaño mediano tiene la cabeza triangular cubierta de pequeñas escamas, el hocico respingón y la pupila en forma de ranura vertical. Ante una amenaza, sisea y hace movimientos bruscos hacia adelante. Su veneno contiene una hemotoxina, que afecta a los vasos sanguíneos y tejidos asociados. Puede matar por paro cardiaco.

Víbora áspid, nombre común de una especie de víbora que vive en el oeste y centro de Europa. Es una serpiente de tamaño medio; los adultos pueden medir hasta 60 cm de longitud incluyendo la cola. Los machos son algo mayores que las hembras. El cuerpo es esbelto, recubierto de escamas dorsales carenadas y la coloración es muy variable, aunque las partes inferiores suelen ser oscuras. Es fácil de reconocer por su cabeza ancha, triangular y con el hocico dirigido hacia arriba.
La víbora áspid prefiere vivir en lugares secos, zonas rocosas o pedregosas, pero que tengan algo de vegetación; también se encuentran en los alrededores de bosques y prados. Es una especie principalmente diurna; durante los meses invernales se aletarga y se alimenta sobre todo de mamíferos pequeños y lagartos. Como el resto de las víboras es una especie venenosa y el veneno no sólo paraliza a sus presas sino que también ayuda a digerirlas. Es ovovivípara, es decir: los huevos se desarrollan en el interior de la madre y nacen las crías vivas; la hembra pare entre dos y dieciocho crías tras un periodo de gestación que oscila entre 97 y 133 días.
La víbora áspid está presente en la península Ibérica, sobre todo en el noroeste de España. Está considerada como una especie común, pero de distribución localizada.
Clasificación científica: la víbora áspid pertenece a la familia de los Elápidos, dentro del suborden de los Ofidios, que a su vez se incluye en el orden de los Escamosos (clase Reptiles). Se clasifica como Vipera aspis.

Parásitos


Los asombrosos 
Parásitos
Virus del SIDA
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que puede provocar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), ataca principalmente a los linfocitos T-4, elementos vitales del sistema inmunológico humano. Como consecuencia de este ataque, la capacidad del organismo para defenderse de virus, bacterias, hongos, protozoos y de otro tipo de infecciones oportunistas, se ve gravemente debilitada. Pneumocystis carinii, agente inductor de la neumonía, es la principal causa de muerte entre las personas infectadas por el VIH; pero también se incrementa la incidencia de ciertos tipos de cánceres, como el linfoma de las células B y el sarcoma de Kaposi. Las complicaciones neurológicas y una drástica pérdida de peso o debilitamiento son características de la fase terminal del SIDA. El VIH puede transmitirse por vía sexual, por el contacto con sangre, con tejidos o con agujas contaminadas, o traspasarse de madre a hijo a través de la placenta o de la leche materna. Los síntomas característicos del SIDA pueden no aparecer hasta los diez años o más de la infección.

Parásito, cualquier organismo que vive sobre o dentro de otro organismo vivo, del que obtiene parte o todos sus nutrientes, sin dar ninguna compensación a cambio al hospedador. En muchos casos, los parásitos dañan o causan enfermedades al organismo hospedante. Ciertos parásitos como los piojos, que habitan sobre la superficie del que los hospeda, se denominan ectoparásitos. Los que viven en el interior, como por ejemplo los nematodos parásitos, se conocen como endoparásitos. Los parásitos permanentes pasan la mayor parte de su ciclo vital dentro o sobre el organismo al que parasitan. Los parásitos temporales viven durante un breve periodo en el huésped, y son organismos de vida libre durante el resto de su ciclo vital. Los parásitos que no pueden sobrevivir sin el huésped, se llaman parásitos obligados. Los parásitos facultativos son aquellos que pueden alimentarse tanto de seres vivos como de materia muerta. Los parásitos heteroicos, como las duelas del hígado, necesitan alojarse en animales diferentes en cada fase de su ciclo vital. Los parásitos autoicos, como las lombrices intestinales, pasan los estadios parásitos de su ciclo vital en un único huésped. La ciencia que estudia a los parásitos se denomina parasitología.
2
PARÁSITOS DE LOS HUMANOS
Ciclo vital de la duela humana de la sangre
Las duelas del género Schistosoma parasitan a dos hospedantes. La larva abandona el huevo en un río o una charca y penetra en un tipo específico de caracol de agua en cuyo interior se transforma en una larva llamada cercaria. Cuando la cercaria abandona el caracol, perfora la piel del hospedante humano mientras se encuentra en aguas infestadas. El gusano adulto madura en la sangre del hospedante y se asienta en las venas abdominales. Los huevos, que deposita en la túnica del intestino y en la vejiga, vuelven al agua con la orina y las heces, y el ciclo comienza de nuevo. La esquistosomiasis afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo; la enfermedad se caracteriza por abscesos y hemorragias provocadas por la infestación.

Los parásitos de los humanos incluyen virus, riquetsias, bacterias, hongos, protozoos, gusanos y trematodos. Los virus y las riquetsias no se consideran, la mayoría de las veces, organismos vivos, pero utilizan métodos parecidos a los utilizados por los parásitos para transmitirse entre sus huéspedes, y obtienen de ellos todos sus nutrientes. En la especie humana, las bacterias y los hongos son los parásitos que originan la mayoría de las enfermedades infecciosas comunes. Los protozoos producen también ciertas enfermedades. La enfermedad del sueño de los humanos, por ejemplo, es causada por un organismo unicelular llamado Trypanosoma; otro organismo similar causa la malaria. La esquistosomiasis es una enfermedad debilitante producida por un parásito del hígado (véase Duela). Otros parásitos de humanos son varios tipos de gusanos (véase Gusano plano; Gusano cilíndrico; Enfermedades Tropicales).
3
PLANTAS PARÁSITAS
Muérdago
En Europa y Estados Unidos crecen varias plantas perennes conocidas como muérdagos. Infestan pinos, abetos, manzanos y enebros. Algunas especies carecen de hojas y se alimentan exclusivamente de la planta parasitada.

Todas las plantas parásitas se alimentan de otras plantas. Pueden ser parásitas parciales si consiguen algunos de sus nutrientes de los huéspedes o bien, parásitas absolutas, si son completamente dependientes del huésped para conseguir su alimento. Las plantas que son parásitas parciales tienen hojas verdes y son capaces de sintetizar hidratos de carbono, proteínas y grasas mediante el proceso de la fotosíntesis, sin embargo, obtienen toda el agua, el nitrógeno, y las sales minerales que necesitan del huésped.
Ejemplos característicos de tales parásitos son: la castilleja, que parasita las raíces, y el muérdago, que parasita las ramas. El muérdago es un representante típico de un grupo de plantas parásitas que se caracterizan porque nunca producen sus propias raíces. Las aves transportan las semillas de estas plantas de un árbol a otro y éstas desarrollan unos apéndices penetrantes, llamados haustorios, que perforan la superficie del huésped y llegan hasta su sistema de conductos de fluidos. Los parásitos absolutos tienen hojas vestigiales sin clorofila y nunca poseen raíces funcionales. En la cuscuta, las semillas germinan en la tierra y forman una pequeña raíz que sujeta la planta al suelo. Sin embargo, no obtienen su alimento a través de ella, sino que lo hacen mediante un vástago largo, fino y flexible, que se desarrolla hasta entrar en contacto con la planta verde por la que trepan.
El extremo de parasitismo absoluto lo representan ciertas plantas tropicales de la familia de las Raflesiáceas (Rafflesiaceae), las cuales no tienen ni vástagos ni hojas. Crecen sólo sobre determinadas especies de plantas verdes. La semilla, al germinar, envía directamente sus haustorios dentro del huésped; los otros órganos del parásito son unas flores desprovistas de pétalos, compuestas por cinco sépalos enormes y carnosos, que despiden un olor a carne putrefacta. Los insectos, atraídos por este olor distintivo, transportan el polen del parásito de una flor a otra.

Esponja


Esponja
Esponja tubular púrpura y amarilla
Esta esponja muestra una de las múltiples formas corporales típicas de las esponjas. Éstas, consideradas las más antiguas entre los animales multicelulares, se remontan en el registro fósil hasta el periodo cámbrico, hace unos 570 millones de años. Sus cavidades interiores ofrecen abrigo a cangrejos pequeños, estrellas de mar y otros invertebrados marinos.

Esponja, cualquiera de unas 5.000 especies que constituyen un filo de animales invertebrados sencillos. Las esponjas son sobre todo marinas, aunque hay unas pocas especies de agua dulce. Son abundantes en todo el mundo y, en especial, en aguas tropicales, donde junto con otros invertebrados, como los corales, son importantes en la formación de depósitos calcáreos (calizos).
Todos los grandes grupos existentes en nuestros días tenían representantes vivos en el cámbrico, hace unos 570 millones de años. Hay una considerable polémica acerca de la relación entre las esponjas y otros grupos de invertebrados. Se acepta que son una línea multicelular derivada de protozoos unicelulares, pero su relación con los cnidarios (medusas y corales) está menos clara. Un punto de vista habitual es que tanto los cnidarios como las esponjas tuvieron un antecesor común.
2
CARACTERÍSTICAS
Anatomía general de una esponja

Son animales sésiles, que viven fijos al sustrato, cuyo tamaño varía desde unos pocos milímetros hasta los más de 2 m de diámetro que pueden alcanzar algunas especies. Generalmente tienen forma irregular, aunque algunas presentan simetría radial. La organización celular de las esponjas es muy sencilla y consiste en una capa externa de células de recubrimiento (pinacocitos) y una capa interna de células flageladas o coanocitos, también llamadas células con collar, que hacen circular el agua a través del animal. Entre estas dos capas hay multitud de células ameboides o arqueocitos, similares a amebas, y estructuras esqueléticas de sustentación, a menudo en forma de espinas duras y cristalinas de carbonato cálcico o de sílice, llamadas espículas, o formadas por unas fibras de una sustancia proteica llamada espongina. No poseen órganos ni verdaderos tejidos.
Esqueleto de una esponja
Esta esponja de baño es el esqueleto de un animal marino llamado esponja. Es el más primitivo de los animales multicelulares. Su esqueleto puede ser de sílice, carbonato de calcio, espongina (un material proteico flexible), o una combinación de estos materiales.

El cuerpo de las esponjas presenta numerosos poros laterales llamados ostiolos, que están interconectados por medio de canales, la mayor parte de los cuales están tapizados por coanocitos. Las esponjas se alimentan absorbiendo agua a través de los ostiolos y expulsándola por una o varias aberturas grandes llamadas ósculos. Las células flageladas o coanocitos mantienen una corriente de agua por los canales interiores de la esponja y atrapan las partículas alimenticias. A veces, los canales están provistos de pequeñas cámaras, llamadas cámaras flageladas, que son las que contienen los coanocitos.
3
REPRODUCCIÓN
La reproducción puede ser sexual o asexual. En el primer caso, las esponjas suelen ser hermafroditas pero se fecundan las unas a las otras. Pueden ser ovíparas o vivíparas. Las primeras liberan al agua tanto los óvulos como los espermatozoides, que se unen para producir una larva con capacidad para nadar y que finalmente se asienta sobre una nueva superficie. En las especies vivíparas, un individuo libera los espermatozoides en el agua, y estos son recogidos por otro que los introduce dentro de su cuerpo. Tras la fecundación, estas esponjas retienen el cigoto en su interior, liberando al agua la larva.
La reproducción también puede realizarse asexualmente, por medio de yemas externas o yemas internas, llamadas gémulas, cada una de las cuales puede dar lugar a una nueva esponja. Las esponjas tienen una gran capacidad de regeneración, pues son capaces de restaurar las partes perdidas. Además, estos invertebrados tienen también un gran interés para los especialistas en biología del desarrollo, dado que son capaces de recomponerse a partir de sus células separadas en una suspensión.
4
ESPONJAS DE EXPLOTACIÓN COMERCIAL
Se consideran con interés comercial unas pocas especies de esponjas, llamadas esponjas de baño. Su esqueleto se compone solo de espongina, un material proteínico flexible, y carece de espículas duras. Las esponjas del mar Mediterráneo son las mejores y las más suaves; las siguen en calidad las del mar Rojo, y las especies antillanas, que son más ásperas y menos duraderas. Las esponjas son recolectadas por buceadores, y a continuación se deja descomponer el tejido vivo. El esqueleto remanente se lava, se blanquea y se corta en los familiares bloques que se venden en las tiendas.
Clasificación científica: las esponjas componen el filo Poríferos (Porifera). Existen cuatro grandes grupos. Todas las esponjas pertenecientes a la clase Calcáreas (Calcarea), también llamadas calciesponjas, son marinas, con espículas esqueléticas compuestas por carbonato de calcio. Las esponjas pertenecientes a la clase Hexactinélidas (Hexactinellida) son todas marinas y viven en aguas profundas; dado que su esqueleto es de sílice y muestra bellísimas disposiciones de seis puntas, se denominan también esponjas vítreas. La clase Demosponjas (Demospongiae), que agrupa un 95% de las especies de esponjas vivas, comprende las esponjas con espículas silíceas (no hexarradiadas) o de espongina, o ambas; salvo las esponjas de la familia Espongílidos, que viven en las aguas dulces, las demás son marinas. Las esponjas de la clase Esclerosponjas (Sclerospongidae) presentan un delgado esqueleto de espongina y sílice que rodea un esqueleto calcáreo central más robusto; también conocidas como esponjas coralinas, viven sobre arrecifes de coral y en lugares escondidos o cuevas.

Branquia


Branquia
Órganos respiratorios
Las branquias, localizadas en las hendiduras branquiales dentro de las cámaras branquiales, son unos filamentos laminares carnosos con unas extensiones llamadas lamelas. Cuando el agua fluye por las branquias, el oxígeno que contiene se difunde a la sangre a través de los vasos sanguíneos de los filamentos y de las lamelas. De forma simultánea, el dióxido de carbono de la sangre del pez se difunde hacia el agua, que es expulsada del cuerpo.

Branquia, uno de los órganos respiratorios pares que aparecen en muchos de los animales que respiran el aire disuelto en el agua; también se encuentran estos órganos en la fase embrionaria de los animales que respiran aire, pero que han evolucionado a partir de un medio ambiente marino. En general, las branquias consisten en excrecencias de la pared corporal y son estructuras que poseen una pared delgada y reciben una gran cantidad de vasos sanguíneos (véase Sangre). La estructura de las branquias puede variar mucho, pero siempre están dispuestas de manera que son bañadas constantemente por el agua; el oxígeno presente en el aire disuelto pasa a través de las membranas delgadas de la branquia al torrente circulatorio del animal. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono de desecho, presente en la sangre del animal, atraviesa las membranas de la branquia en dirección opuesta y es vertido en el agua. Los gusanos anélidos, los braquiópodos, los moluscos, los equinodermos, ciertos artrópodos, los peces y las larvas de los anfibios están dotados de branquias.

Gusano tubícola


El asombroso
Gusano tubícola
Gusano árbol de Navidad
Los gusanos árbol de Navidad, también llamados gusanos plumero, tienen una forma fascinante y un colorido llamativo. Son gusanos tubícolas que atrapan el alimento gracias a unos penachos tentaculares que despliegan en el agua. En cuanto notan alguna leve alteración se esconden rápidamente dentro de sus tubos. Los gusanos plumero pertenecen a la clase Poliquetos, dentro del filo de los Anélidos.

Gusano tubícola, cualquier gusano, por lo general marino, que viva en el interior de un tubo fabricado por él mismo. Se incluyen en los filos Foronídeos, Anélidos y Pogonóforos. Muchos son gusanos con cerdas. Los tubos, que les sirven de protección y sustentación, pueden estar formados por secreciones de una sustancia mineral dura o ser córneos, o estar hechos de granos de arena adheridos entre sí. A menudo, como en el caso del gusano plumero, común en las costas rocosas, los gusanos tubícolas recogen pequeños fragmentos de alimento del agua con los tentáculos que llevan en la cabeza. Los gusanos barbudos, de aguas oceánicas profundas, carecen de aparato digestivo, pero pueden absorber directamente materia orgánica disuelta a través de la superficie de sus tentáculos. Los gusanos tubícolas gigantes viven en zonas abisales, en las que los productos químicos de origen volcánico son su principal fuente de alimento.
Clasificación científica: los gusanos tubícolas pertenecen a los filos Phoronida, Annelida y Pogonophora.

Entradas populares