Tejido conectivo


El asombroso Tejido conectivo
Tejido conectivo
Son tejidos conectivos el hueso, el cartílago, el tejido adiposo, los ligamentos y los tendones. Sujetan y conectan las distintas partes del cuerpo. La estructura depende de su función. La franja roja diagonal de esta imagen es un haz de fibras de elastina, que permite al tejido conectivo recuperar la forma después de deformarse.

Tejido conectivo, o conjuntivo, en anatomía es el tejido que sostiene el organismo animal y que conecta sus distintas partes. Se origina en las células de la capa mesodérmica embrionaria y da lugar a varios tipos de tejido, como el tejido conectivo laxo, que se infiltra en los órganos dando consistencia al tejido funcional, y el tejido conectivo denso, que aparece en la sustancia dura de los huesos y en la dentina. El tejido conectivo se caracteriza por tener gran cantidad de sustancia fundamental (que está entre las células del tejido) y que puede ser fluida, sólida o semisólida. El tejido conectivo denso regular, es blanco y da lugar a la mayoría de los tendones y ligamentos; el tejido conjuntivo elástico, es amarillo y forma estructuras como los ligamentos amarillos de las vértebras de la columna vertebral y los elementos elásticos de las paredes arteriales y de la tráquea; también aparece en las cuerdas vocales. Cumple funciones de amortiguación y sostén. Otros tipos de tejido conectivo son el tejido cartilaginoso o cartílago, que forma parte de las articulaciones y de las zonas de crecimiento de los huesos; el tejido adiposo, que recubre los órganos vitales para amortiguarlos (como los riñones) y sirve también de almacén del exceso de alimento. El tejido linfático y la sangre, también se relacionan directamente con el tejido conjuntivo durante el desarrollo embrionario; la neuroglia, el tejido de relleno del sistema nervioso central, está más relacionada con la piel. Véase Tejido.

viernes, 23 de septiembre de 2011

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