Elefante marino



Asombroso:
Elefante marino
Elefante marino del sur
Elefante marino del sur
Los terrenos de cría de estos mamíferos marinos se encuentran en la península de Valdés, en la costa de Sudamérica.

Elefante marino, mamífero marino que debe su nombre a la trompa que presentan los machos. Es el pinnípedo existente de mayor tamaño y también el de mayor peso. Hay dos especies de elefante marino: el elefante marino del norte o septentrional, que vive cerca de la costa suroeste de los Estados Unidos y México y se desplaza, en ocasiones, hasta regiones tan septentrionales como Alaska; y el elefante marino del sur o meridional, que habita en los océanos meridionales y subantárticos, con notables poblaciones agrupadas en torno a las islas Malvinas, las islas Kerguelen, en el océano Índico meridional y en la isla Macquarie, situada al sureste de Tasmania, Australia.
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CARACTERÍSTICAS
Dentro de los mamíferos, el elefante marino es la especie que presenta una mayor diferencia de tamaño entre los dos sexos. Los machos adultos pueden alcanzar los 4,8 m de longitud y los 3.000 kg de peso. Las hembras miden unos 3 m y pesan 900 kg como mucho. Los machos de la especie septentrional tienen una trompa algo mayor y tienen la piel de color pardo oscuro, mientras que los elefantes marinos meridionales tienen una piel de color azul grisáceo.
El macho no sólo se distingue por su tamaño y por su trompa sino también por las cicatrices que adornan su cuello y su pecho. Esas cicatrices son un legado de las batallas con otros machos por el dominio de las hembras. La diferencia de tamaño de las hembras, así como la agresividad del macho, hacen que ésta corra riesgos de sufrir daños durante el apareamiento.
Como muchos otros mamíferos, el elefante marino muda de piel todos los años. El proceso de la muda tiene lugar en tierra, en los terrenos de cría. Los terrenos de cría del elefante marino septentrional se localizan en remotas islas frente a la costa de California y México. Los terrenos de cría de los elefantes marinos meridionales se encuentran en la península de Valdés, en la costa de Sudamérica. Después de la muda, los elefantes marinos pasan varios meses aprovisionándose en el océano, tras lo cual, bien alimentados, se reúnen de nuevo en la orilla para aparearse.
El elefante marino está considerado el mejor buceador de todos los mamíferos. Acoplando un aparato de radio a estos animales y siguiéndolos por satélite, los científicos han registrado inmersiones de hasta 1,6 km y de más de 2 horas de duración. Los investigadores están especialmente interesados en el estudio de las inmersiones profundas del elefante marino y en el reajuste que realiza para respirar cuando sale a la superficie. Ese reajuste incluye el hinchamiento de los pulmones colapsados y otros procesos que restablecen el flujo sanguíneo. Ese fase de recuperación suele causar graves daños en los órganos de los seres humanos. Estudiando la fisiología de estos animales, los científicos esperan encontrar indicios que permitan a los seres humanos sobrevivir a golpes, ataques cardiacos y heridas graves.
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ALIMENTACIÓN
Cuando se alimentan en el mar, los elefantes marinos pasan casi las 24 horas del día sumergiéndose en aguas profundas para atrapar su alimento favorito: peces que viven en el fondo, como la quimera y la mielga. También comen calamares, anguilas, pequeños tiburones y algas.
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APAREAMIENTO Y CRÍA
La época de la cría tiene lugar en diciembre y enero en los elefantes marinos septentrionales y en septiembre y octubre en los elefantes marinos meridionales. Durante la época del apareamiento, una combinación de presión sanguínea y acción muscular hincha la protuberancia distintiva del elefante marino macho, que llega a alcanzar una longitud de 30 a 45 cm. Luciendo ese impresionante distintivo sexual, los machos llegan al terreno de cría o colonia, para señalar su territorio, desafiar y rugir a otros machos, y en ocasiones luchar con ellos. Las hembras llegan a la colonia unas semanas más tarde y cada una de ellas da a luz a una sola cría, negra y peluda, poco después de llegar a la orilla. Madres y crías pronto aprenden a distinguir sus llamadas, uniéndose a veces en duetos vocales. Ese conocimiento es esencial para la supervivencia de las crías, ya que el mal tiempo, el fuerte oleaje o las riñas de los machos pueden separar a las madres de las crías. Usando vocalizaciones, pueden volver a encontrarse.
Las crías se alimentan de la rica leche de las madres durante casi un mes. Durante ese tiempo las madres ayunan, llegando a perder hasta 135 kg. Las crías del elefante marino, que pesan al nacer 34 kg, ganan al menos 4,5 kg al día. Alguna cría atrevida se alimenta de dos o tres hembras. Esas crías glotonas llegan a alcanzar los 270 kg, casi el doble del peso de una cría normal. Las hembras se aparean en la época del destete; más tarde, regresan al mar, donde pasan el periodo de gestación, que dura casi un año, antes de regresar a la colonia.
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ESTADO DE CONSERVACIÓN
Los elefantes marinos son presas naturales de las orcas y los tiburones. Durante el siglo XIX, el elefante marino fue cazado casi hasta la extinción por los seres humanos para utilizar su grasa, que era convertida en aceite. Eran presas especialmente apreciadas, debido a que sus enormes cuerpos proporcionaban muchísima grasa –hasta 658 kg por animal. En 1892 sólo quedaban entre 50 y 100 elefantes marinos septentrionales, agrupados cerca de la isla de Guadalupe, frente a Baja California. Las poblaciones de elefantes marinos meridionales también disminuyeron de manera alarmante. Desde entonces, ambas especies están protegidas por los diversos gobiernos que tienen jurisdicción sobre las aguas en las que viven las dos especies. Por ejemplo, el elefante marino septentrional goza de la protección total de Estados Unidos y México. Como resultado de esa protección, la población de ambas especies ha experimentado una espectacular recuperación.
Clasificación científica: el elefante marino pertenece a la familia de los Fócidos, que se incluye en el orden de los Pinnípedos; para algunos autores los Pinnípedos son un suborden dentro del orden de los Carnívoros. El elefante marino septentrional se clasifica como Mirounga angustirostris y el elefante marino meridional como Mirounga leonina.

martes, 10 de julio de 2012

Coyote



Asombroso:
Coyote

Coyote
Coyote
El coyote, Canis latrans, es el pariente del lobo más extendido por toda América del Norte. El área de distribución natural del coyote se extiende desde Panamá hasta Alaska y por todos los estados americanos, excepto Hawai. Los coyotes ocupan una gran variedad de hábitats y se han adaptado con éxito a la vida urbana en muchas zonas de Estados Unidos y México. De costumbres sobre todo nocturnas, los coyotes se alimentan de carroña, roedores pequeños, pájaros, insectos, serpientes, lagartos e incluso ciervos (venados) y ovejas.

Coyote, nombre común de un mamífero carnívoro que se encuentra en Norteamérica y que está estrechamente relacionado con el lobo (véase Cánidos). El coyote tiene las orejas rectas y puntiagudas; su hocico es largo y los ojos, parecidos a los del lobo, son verdes. Su cuerpo mide entre 75 cm y 1 m, sin incluir la cola, que mide entre 30 y 40 cm. Tanto el pelaje del cuerpo como el de la cola tienen una primera capa de pelos fuertes y largos, con la punta de color negro, que constituyen el pelaje protector; debajo de éstos hay una capa de pelos más finos y cortos, la borra, cuyo color varía mucho, desde el dorado-rojizo de los coyotes de zonas áridas, al gris pálido de los coyotes de los bosques del norte.
Los coyotes son especialmente activos por la noche, durante la cual pueden oírse sus penetrantes aullidos, aunque también son activos al amanecer y al anochecer. Suelen cazar solos y, algunas veces, en compañía de otros individuos. Se alimentan de carroña, aves, insectos grandes y roedores, y pueden alcanzar velocidades de hasta 60 km/h cuando persiguen a sus presas. Los coyotes también cazan ovejas y, en ocasiones, ciervos débiles, heridos o enfermos. Las hembras entran en celo una vez al año, desde finales de enero hasta principios de marzo; después de un periodo de gestación de dos meses, paren entre dos y doce cachorros. Las crías son cuidadas por ambos progenitores y, en otoño, cuando tienen un peso de 9 kg, pueden valerse por si mismos. Es posible que los coyotes conserven la misma pareja durante toda la vida.
El área de distribución de los coyotes se extiende desde Panamá hasta Alaska y existen dos grupos definidos: el de la zona oriental y el de la zona occidental. El coyote de la zona oriental, que es más oscuro y algo más grande que los individuos occidentales, se considera como una subespecie de éstos. Para explicar esta repentina expansión, que comenzó a finales del siglo pasado, algunos especialistas han formulado la hipótesis de que el coyote de la zona oriental fue en el pasado nativo de esta región; después reapareció una vez que se produjo la repoblación forestal de esta zona. Otros autores mantienen que estos individuos provienen de la zona occidental, que migró hacia el este, se cruzó con lobos de menor tamaño, y produjo una subespecie más grande. Los coyotes pueden cruzarse también con perros asilvestrados, dando lugar a los llamados coydogs, los cuales se reproducen en épocas del año poco adecuadas para la crianza, y suelen morir pronto.
El coyote ha sido cazado y perseguido durante mucho tiempo, sobre todo en zonas donde existen granjas de ovejas; sin embargo, estos esfuerzos han tenido un éxito limitado, pues es un animal cauteloso y muy adaptable a regiones inhóspitas. Aquellos que son contrarios a estas medidas argumentan que sin predadores como el coyote, las poblaciones de animales como el conejo y la liebre aumentarían rápidamente en número, y competirían con las ovejas por el mismo alimento.
Clasificación científica: el coyote pertenece a la familia Cánidos (Canidae), dentro del orden de los Carnívoros. Se clasifica como Canis latrans.

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