Faraones



Faraón
Faraón (en egipcio, 'gran mansión', 'palacio'), nombre helenizado, originalmente utilizado por los antiguos egipcios para referirse al palacio de su rey. Algunos estudiosos datan la utilización de este término como modo de referirse al rey hacia el 1400 a.C. y otros desde el 950 a.C. en adelante. Se creía que el faraón era hijo del dios del submundo, Osiris, que regía en la tierra y actuaba como intermediario entre los dioses y los hombres. Era el líder religioso, civil y militar de Egipto. Algunos de los faraones más famosos fueron Tutmosis I, Tutmosis III y Ramsés II; todos ellos fueron responsables del aumento del poder y el territorio de Egipto.



Ajnatón

Ajnatón o Amenofis IV, también llamado Neferkheperure, Aknatón o Amenhotep IV (en egipcio), faraón de Egipto (c. 1350-1334 a.C.). Ajnatón, hijo de Amenofis III y Tiy y marido de Nefertiti, fue uno de los últimos soberanos de la XVIII dinastía del Imperio Nuevo y destacó por adoptar y eventualmente identificarse con Atón, o Aten, dios solar o disco solar, al que consideraba como un espíritu universal omnipresente y el único creador del Universo. Algunos eruditos le han considerado el primer monoteísta y creen que el concepto de un dios universal, predicado por los profetas hebreos siete u ocho siglos después en la tierra en la que una vez gobernó Ajnatón, procede en parte de su culto.
Después de instituir la nueva religión, cambió su nombre real de Amenofis IV por Ajnatón, que significa ‘Atón está satisfecho’. Trasladó la capital de Tebas a Ajtatón, en el actual emplazamiento de Tell el-Amarna, convirtiéndola en una nueva ciudad dedicada a Atón, y ordenó la destrucción de todos los restos de la religión politeísta de sus ancestros. También combatió con mucho rencor a los poderosos sacerdotes que intentaron mantener el culto del Estado al dios Amón. Esta revolución religiosa tuvo un profundo efecto en los artistas egipcios, quienes cambiaron las formas rituales a las que se habían limitado por un arte mucho más natural como prueba del poder del sol que todo lo abarca, Atón. También se desarrolló una nueva literatura religiosa. Sin embargo, el florecimiento de la cultura no continuó tras la muerte de Ajnatón. Su yerno, Tut Anj Amón, trasladó la capital de nuevo a Tebas y restauró la antigua religión politeísta, y el arte egipcio una vez más se ritualizó.

Amenemes I
Amenemes I o Amenemhet I, faraón de Egipto (1991-1962 a.C.), fundador de la XII Dinastía. Limitó el poder de la nobleza y frenó las pretensiones de la ciudad de Tebas, aunque otorgó al dios tebano Amón una categoría especial dentro del universo religioso egipcio. Reorganizó la burocracia gubernamental y estableció la capital cerca de Menfis. Durante los últimos diez años de su reinado, actuó como corregente su hijo y futuro sucesor Sesostris I.

Amenemes III
Amenemes III o Amenemhet III, faraón de Egipto (1842-1797 a.C.) de la XII Dinastía. Logró eliminar, al final de su reinado, la amenaza planteada por los nobles provinciales al gobierno central y durante su largo gobierno concentró sus esfuerzos en la expansión económica. Realizó grandes proyectos de irrigación y de recuperación de tierras, principalmente en el lago Moeris, en Fayum, e impulsó la producción de mineral. Sus flotas comerciales navegaron por el mar Rojo y atravesaron el Mediterráneo hasta Chipre y Creta.

Amón
Amón (en egipcio, 'oculto'), antigua deidad egipcia, originalmente un dios tebano local de las fuerzas reproductoras, representado como un carnero. Amón, su mujer Mut (en egipcio, 'la madre'), y su hijo, el dios de la luna Khonsu (en egipcio, 'atravesar el cielo'), formaban la tríada divina de Tebas. Posteriormente, Amón fue identificado con el dios sol Ra de Heliópolis y se le llamó Amón-Ra, 'el padre de los dioses, el hacedor del género humano, el creador del ganado, el señor de todo lo que es'. Como dios universal llegó a ser el dios de la nación egipcia y del Imperio. El poder de su Sumo Sacerdote competía con el del faraón, lo que provocó problemas políticos similares a la moderna rivalidad iglesia-estado. El templo más imponente fue construido para Amón-Ra en Karnak. Amón fue venerado en las antiguas colonias griegas de Cirene, donde se le identificaba con Zeus, y en Roma, donde se le asociaba con Júpiter.




Amosis II
Amosis II, faraón de Egipto (570-526 a.C.), penúltimo de la XXVI Dinastía. Nacido de padres humildes, llegó a ser general y bajo el faraón Apries (Haibria; en la Biblia, Jofrá) reprimió una revuelta de las tropas egipcias. Amosis unió sus fuerzas a los rebeldes, quienes le proclamaron rey. Las fuerzas combinadas derrotaron a las tropas mercenarias de Apries y le derrocaron. Dos años después Amosis rechazó un ataque del rey Nabucodonosor II de Babilonia. Amosis anexionó Chipre a su reino (550 a.C.), estableció alianzas con Samos y Lidia y mantuvo relaciones amistosas con Cirene (actualmente Shaḩḩāt, Libia) y otros estados griegos. Le sucedió su hijo, Samético III, que seis meses después fue derrotado y destronado por los persas comandados por Cambises II. A partir de entonces Egipto formó parte del Imperio persa. Su nombre es también conocido como Ahmés y Ahmosis.

Kefrén
Kefrén, faraón de Egipto (c. 2603-2578 a.C.) de la IV Dinastía. Construyó una de las pirámides de Gizeh; durante mucho tiempo se pensó que la Gran Esfinge próxima a ellas era una representación del rey. Poco se sabe de la biografía y del reinado de Kefrén, salvo que volvió a instalar la corte faraónica en Gizeh y que también es conocido como Jafra y como Sufis.

Tutmosis I
Tutmosis I, faraón de Egipto (1524-1518 a.C.) de la XVIII Dinastía, sucesor de Amenofis I (que reinó en 1551-1524 a.C.). Destacado militar, Tutmosis I extendió sus dominios en Nubia y después avanzó hasta el río Éufrates. Dedicó el resto de su reinado a distintos proyectos constructivos. En Karnak construyó dos pilones (grandes pórticos) y una sala hipóstila y erigió dos obeliscos, uno de los cuales aún permanece en pie. Fue el primer faraón que se hizo enterrar en el Valle de los Reyes .


 Horemheb
Horemheb (fl. siglo XIV a.C.), faraón de Egipto (c. 1321-c. 1293 a.C.), último de la XVIII Dinastía. Empezó su carrera militar durante el reinado de Tut Anj Amón, y participó en campañas contra los hititas en Líbano. Accedió al trono tras el breve reinado de Ay (c. 1323-c. 1321 a.C.), sucesor de Tut Anj Amón. Horemheb se avaló a sí mismo como restaurador de la antigua religión, suprimida tiempo atrás por Ajnatón para establecer el culto a Atón. Devolvió a los sacerdotes las propiedades que les fueron confiscadas durante aquel periodo, ordenó borrar las inscripciones en que figuraban los nombres de los faraones heréticos e inició la construcción de un gran número de edificios, el más famoso de los cuales fue el gran templo dedicado al dios Amón en Karnak. Dado que no tuvo descendencia masculina, designó heredero del trono a uno de sus jefes militares, Ramsés I, el fundador de la XIX Dinastía. A pesar de que ya tenía su tumba dispuesta en Saqqara, finalmente su cuerpo fue depositado en una nueva en el Valle de los Reyes.

Keops
Keops, faraón egipcio (c. 2638-2613 a.C.), segundo de la IV Dinastía. El suceso más importante de su reinado fue la construcción de la Gran Pirámide de Gizeh. Este colosal monumento se hizo famoso como una de las siete maravillas del mundo y sigue siendo una de las estructuras más notables en la historia de la arquitectura. En 1954 se descubrió, cerca de la Gran Pirámide, un barco funerario solar de Keops, de 38 m. En el culto funerario practicado por Keops y por sus contemporáneos, estas naves se construían para transportar las almas de los muertos a través de los cielos, siguiendo al dios Sol.

Nefertiti
Nefertiti (fl. s. XIV a.C.), reina de Egipto, esposa del faraón Ajnatón (Amenofis IV o Aknatón), con quien inició muchos cambios religiosos, artísticos y culturales. Nefertiti pudo haber ejercido el oficio sacerdotal, posición normalmente reservada a los reyes. Ajnatón, que reinó desde aproximadamente el 1350 hasta el 1334 a.C., sólo permitió el culto del dios sol, Atón, de quien Nefertiti era una devota adoradora. En el año décimo segundo del reinado de Ajnatón, Nefertiti aparentemente perdió el favor del faraón y fue sustituida por Meritaten, una de sus seis hermanas. Un busto de Nefertiti en piedra caliza decorada es una de las grandes obras de arte que se conservan del antiguo Egipto, y actualmente se encuentra en el Staatliche Museum de Berlín (Alemania).

Ramsés II
Ramsés II, faraón egipcio (1298-1235 a.C.), tercer gobernante de la XIX Dinastía, hijo de Seti I. Durante la primera parte de su reinado Ramsés luchó para recuperar el territorio en África y al oeste de Asia Menor que Egipto había poseído durante los siglos XVI y XV a.C. Sus principales oponentes fueron los hititas, poderoso pueblo de Asia Menor, contra quienes libró una larga guerra. La batalla principal de esta guerra se produjo en el 1296 a.C. en Qades, al norte de Siria, y Ramsés la consideró como un gran triunfo. Sin embargo, ninguna de las dos potencias obtuvo una victoria decisiva, y en el 1283 a.C. se firmó un tratado según el cual las tierras en litigio se dividían y el faraón egipcio acordaba contraer matrimonio con la hija del rey hitita. Los restantes años del gobierno de Ramsés se distinguieron por la construcción de monumentos tales como el templo excavado en piedra de Abu Simbel, el templo mortuorio de Tebas, conocido como Ramesseum y la conclusión del gran vestíbulo hipóstilo del templo de Amón de Karnak. Su reinado marcó un momento cumbre en la historia del antiguo Egipto.

Tutmosis III
Tutmosis III, faraón de Egipto (1504-1450 a.C.) de la XVIII Dinastía. Era hijo de Tutmosis II y de una concubina, y yerno de la reina Hatshepsut. Al suceder a su padre en el 1504 a.C., Tutmosis III fue apartado del trono por Hatshepsut, quien se convirtió en la auténtica gobernante, dando al joven rey sólo un papel nominal. Tras la muerte de Hatshepsut en el 1483 a.C., sus monumentos fueron desfigurados en un intento aparente de borrar su memoria. El ya adulto Tutmosis III se convirtió en el gobernante supremo y se embarcó en una serie de conquistas sin par en la historia egipcia. Sus ejércitos invadieron Siria y aniquilaron las fuerzas sirias en la llanura de Jezrael. Los sirios se refugiaron en la ciudad de Meguido pero fueron derrotados nuevamente en el 1479 a.C.
Tutmosis III guerreó después contra el reino hurrita de Mitanni, que en aquellas fechas controlaba la mayor parte del norte de Mesopotamia y había fomentado las revueltas en una serie de ciudades sirias y fenicias dominadas por Egipto. Invadió el territorio y conquistó varias ciudades mitannas, extendiendo su poder en el norte de Palestina y Fenicia. Marcó el límite del Imperio egipcio en esa región erigiendo una estela en el río Éufrates. También expandió el dominio egipcio en Nubia.
Durante su reinado, Tutmosis III realizó 17 campañas militares con éxito. A través de ellas, logró obediencia por parte de Nubia y Sudán, y consiguió que le rindieran tributo los más importantes estados del momento: Creta, Chipre, Mitanni (vencida en Qades, una de las batallas más importantes de la antigüedad), Hatti (el reino de los hititas), Asiria y Babilonia. Tutmosis III consiguió de esta manera afirmar la hegemonía egipcia en todo el Próximo Oriente. Fruto de sus éxitos militares fueron los botines y tributos que enriquecieron los templos egipcios. Realizó importantes adiciones al gran templo de Karnak inscribiendo sus anales en los muros. Otros edificios importantes que construyó se encontraban en Heliópolis, Menfis, Abidos y Asuán. La momia de Tutmosis III fue encontrada en Dayr al-Bahari.

Tutmosis IV
Tutmosis IV, faraón de Egipto (1419-1386 a.C.) de la XVIII Dinastía, hijo de Amenofis II y nieto de Tutmosis III. Dirigió expediciones militares en Nubia y Siria, consiguiendo tributo de ambos países. Durante su reinado se finalizó el último obelisco comenzado por Tutmosis III y se limpió de arena la Gran Esfinge de Gizeh. Tutmosis IV negoció alianzas con Babilonia y con Mitanni, contrayendo matrimonio con la hija de Artatama I, rey de Mitanni.

Tutmosis II
Tutmosis II, faraón de Egipto (1518-1504 a.C.) de la XVIII Dinastía, hijo de Tutmosis I y medio hermano y marido de la reina Hatshepsut. Según una inscripción descubierta en Asuán, en el Alto Egipto, Tutmosis II envió una expedición contra las tribus nubias que se habían rebelado contra su soberanía. También se cree que luchó contra los beduinos, pueblo nómada de los desiertos de Arabia y Sinaí. Tutmosis II realizó mejoras en el gran templo de Amón en Karnak y su nombre está inscrito en muchos edificios antiguos de Egipto. Su momia fue encontrada en 1881 en Dayr al-Bahari.

Ramsés III
Ramsés III, faraón de Egipto (1198-1176 a.C.), fundador de la XX Dinastía, gran líder militar que repetidamente salvó al país de la invasión de los denominados pueblos del mar. Durante el quinto año de su reinado, Ramsés repelió un ataque libio, y dos años después derrotó a los pueblos del mar. En su decimoprimer año volvió a rechazar una invasión libia. Ramsés también construyó templos y palacios siguiendo la tradición de su predecesor de la XIX Dinastía, Ramsés II. Las victorias de Ramsés III se encuentran representadas en las paredes de su templo mortuorio en Madinat Habu, cerca de Luxor. El final de su reinado estuvo marcado por revueltas e intrigas palaciegas. A su muerte siguieron siglos de debilidad y dominación extranjera.

Amenofis III
Amenofis III, faraón de Egipto (1386-1350 a.C.) de la XVIII Dinastía, impulsor de grandes trabajos arquitectónicos, entre ellos algunas partes del templo de Luxor y el denominado coloso de Memnón. Su reinado fue de paz y prosperidad, cuando el poder egipcio estaba en su momento cumbre. La correspondencia diplomática de Amenofis se ha conservado en las Cartas de Amarna, colección de unas cuatrocientas tablillas de arcilla encontradas en Tell el-Amarna en 1887. Amenofis IV (Ajnatón), gran reformador religioso de Egipto, era su hijo.

Valle de los Reyes
Valle de los Reyes, necrópolis utilizada por los faraones egipcios del periodo del Imperio Nuevo (1570-1070 a.C.), situada en la orilla occidental del río Nilo, en las proximidades de la antigua ciudad de Tebas y frente a la actual ciudad de Luxor.
Aunque sólo a algunos kilómetros al oeste del curso del río, el valle está limitado por altos acantilados y una entrada larga, estrecha y sinuosa. Antes del Imperio Nuevo, los faraones de Egipto construyeron complejos funerarios consistentes en tumbas piramidales con templos adyacentes. El faraón Amenofis I (1551-1524 a.C.), de la XVIII Dinastía, se separó de la tradición y construyó su templo más cerca del curso del río, ocultando su tumba más al norte y al oeste, en los acantilados. Sus sucesores continuaron esta práctica, pero decidieron que sus tumbas estuvieran dentro del valle. Este fue probablemente un intento de impedir la profanación y saqueo de las tumbas reales. Aunque ya no estaban marcadas por una pirámide construida con millones de bloques esculpidos, las tumbas se sitúan bajo la pirámide natural de la Escarpa, conocida actualmente como el Cuerno (en árabe, Al Qurn).
En este emplazamiento se han encontrado treinta y cuatro tumbas, empezando con la de Seti I (1312-1298 a.C.), que fue descubierta en 1817 por el explorador y arqueólogo italiano Giovanni Battista Belzoni. El cuerpo de Seti, junto con otras 39 momias reales que se habían trasladado de sus lugares originales de descanso, fue hallado en 1881 en una gran cámara funeraria en el lado de los acantilados del Nilo. La mayoría de las tumbas se excavaron en la roca sólida y contienen una multitud de estancias con textos jeroglíficos y escenas mágicas y simbólicas esculpidos o pintados. La última tumba descubierta, aparecida en 1922, fue la del faraón Tut Anj Amón (c. 1334-1325 a.C.), que se había salvado del saqueo completo. Aunque fue robada dos veces, la tumba todavía contenía más de 5.000 artículos enterrados con el joven rey. Exceptuando a la esposa de Tutmosis II, Hatshepsut, que gobernó como reina, las esposas reales eran enterradas varios kilómetros al sur, en el denominado Valle de las Reinas.


Moisés
Moisés, profeta, legislador y guía religioso hebreo, fundador de Israel. También el islam, que le llama Musa, le venera.
La historia de su vida se relata sobre todo en los libros Éxodo y Deuteronomio del Antiguo Testamento. Al parecer, nació en Gosén, región del antiguo Egipto. A la sazón, los judíos residentes en Egipto se hallaban esclavizados por el faraón. Poco antes del nacimiento de Moisés, el faraón había ordenado dar muerte a todos los varones hebreos recién nacidos. Para salvar a su hijo, su madre lo colocó en una cesta de papiro que lanzó al Nilo, episodio que fue observado por su hermana Miriam (Éx. 2,4; Núm. 26,59). Fue rescatado de las aguas por la hija del faraón, que le crió como si fuera su hijo. Ya adulto, Moisés mató a un egipcio que a su vez había azotado a un esclavo judío, por lo que hubo de huir de Egipto. En el exilio, fue pastor toda su vida. A los 80 años, Yahvé, el dios de los hebreos, se le apareció en una zarza ardiente y le ordenó volver a Egipto para salvar a su pueblo de la esclavitud. Una vez allí, debía guiarlos hacia la tierra de Canaán, más tarde denominada Palestina, donde debían instalarse de forma permanente. Para ayudarle en el proyecto, Yahvé otorgó a Moisés el poder de realizar milagros.
2
EL ÉXODO
Moisés se presentó ante el faraón junto con su hermano Aarón pero, a pesar de la intervención divina que convirtió en sangre las aguas del Nilo y azotó a los egipcios con diez plagas, el faraón se negó a liberar a los hebreos. Al final, aceptó que Moisés condujera a su pueblo fuera de Egipto, camino de Canaán. Al aproximarse al mar Rojo, un ejército egipcio enviado por el faraón se les aproximó. Moisés extendió su brazo, dividiendo el mar y formando murallas de agua a derecha e izquierda. Los hebreos cruzaron el tramo, pero cuando los egipcios intentaron seguirles, las murallas de agua cayeron sobre ellos y los ahogaron. Al llegar al pie del monte Sinaí, en la península homónima, Moisés subió a la cima para hablar con Yahvé. Allí permaneció durante 40 días y 40 noches, y recibió dos tablas de piedra en las que estaban escritos los Diez Mandamientos, que a partir de entonces constituyeron las leyes fundamentales de los hebreos. Tras 40 años de travesía por el desierto bajo la dirección de Moisés, periodo en el que tuvieron que sufrir terremotos, plagas, incendios, sequías y guerras con los pueblos nativos de Palestina, los hebreos llegaron al fin a Canaán. Yahvé permitió a Moisés divisar la Tierra Prometida, desde la cima del monte Nebo (en la actual Jordania), y después de esta visión murió. Sin embargo, ya había entregado el liderazgo del pueblo a Josué. Aunque es difícil precisar las fechas de nacimiento y muerte de Moisés, numerosos especialistas contemporáneos aseguran que el éxodo tuvo lugar en el siglo XIII a.C.
3
EL PENTATEUCO
Además de ser uno de los líderes nacionales y legisladores más famosos de la historia, Moisés fue quizá el autor de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, denominados en su conjunto Pentateuco, así como de otras partes del Antiguo Testamento, incluyendo quizá el Libro de Job. Sin embargo, la opinión casi unánime de los especialistas es que estos libros son la obra combinada de varios autores.
4
EN EL CRISTIANISMO
Moisés es una figura bien conocida en el cristianismo y se le menciona con frecuencia en el Nuevo Testamento. En la transfiguración de Cristo, Moisés representa a la Ley (Mt. 17,3). El papel que desempeñó en el Antiguo Testamento es reseñado en la Epístola a los Hebreos, comparándolo con el de Cristo (Heb. 3,1-6). También se le menciona en el Evangelio según san Juan, de nuevo para destacar el papel de Cristo (Jn. 1,17) como refrendo de lo anunciado en las Escrituras.



Libro de los muertos
Libro de los muertos, nombre dado en general a una amplia colección de textos funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos conocidos, de carácter funerario, se encontraron en jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a los que se conoce como Textos de las Pirámides. Un famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que reinó entre los años 2428-2407 a.C.), último faraón de la V Dinastía. Durante el primer periodo intermedio y en el Imperio Medio algunos individuos tenían estos textos pintados en sus ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos. Estos papiros solían medir entre 15 y 30 m y tenían ilustraciones en color.
Esta completa colección de textos mortuorios ha superado tres revisiones o recensiones críticas: la Recensión Heliopolitana, editada por los sacerdotes de Heliópolis, con textos empleados entre la V y la XII Dinastías; la Recensión de Tebas, de textos utilizados entre la XVIII y la XXII Dinastías, y la Recensión Saite, de textos utilizados desde la XXVI Dinastía, hacia el 600 a.C., hasta el final de la época Tolemaica, en el 31 a.C. El título El Libro de los muertos induce a confusión, ya que los textos no forman un trabajo único que siga una continuidad, ni pertenecen a un solo periodo. Los egiptólogos a menudo citan esta obra para referirse a las dos últimas recensiones. Algunas de sus partes han sido traducidas con diferentes títulos.


Libro de los muertos
Libro de los muertos, nombre dado en general a una amplia colección de textos funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos conocidos, de carácter funerario, se encontraron en jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a los que se conoce como Textos de las Pirámides. Un famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que reinó entre los años 2428-2407 a.C.), último faraón de la V Dinastía. Durante el primer periodo intermedio y en el Imperio Medio algunos individuos tenían estos textos pintados en sus ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos. Estos papiros solían medir entre 15 y 30 m y tenían ilustraciones en color.
Esta completa colección de textos mortuorios ha superado tres revisiones o recensiones críticas: la Recensión Heliopolitana, editada por los sacerdotes de Heliópolis, con textos empleados entre la V y la XII Dinastías; la Recensión de Tebas, de textos utilizados entre la XVIII y la XXII Dinastías, y la Recensión Saite, de textos utilizados desde la XXVI Dinastía, hacia el 600 a.C., hasta el final de la época Tolemaica, en el 31 a.C. El título El Libro de los muertos induce a confusión, ya que los textos no forman un trabajo único que siga una continuidad, ni pertenecen a un solo periodo. Los egiptólogos a menudo citan esta obra para referirse a las dos últimas recensiones. Algunas de sus partes han sido traducidas con diferentes títulos.

Dioses del antiguo Egipto

NOMBRE
ATRIBUTOS
APARIENCIA
Amón
Dios de origen tebano, supremo creador, identificado con Ra.
Se lo suele representar como un carnero o como un hombre con cabeza de carnero.
Anubis
Dios de los muertos y del embalsamamiento.
Se lo representa como un hombre con cabeza de chacal, o como un perro o chacal tendido junto a una tumba o a los pies de Isis.
Atón
Originariamente era Ra. El faraón Ajnatón le dio un nuevo nombre y lo proclamó el único dios de Egipto.
Se lo representa como el disco solar con largos rayos que acaban en manos.
Bastet
Diosa del amor y la fertilidad, hermana de Ra.
A veces se la representa como una mujer con cabeza de gato o de otro felino.
Hator
Diosa del cielo y de la fertilidad. Era hija de Ra y esposa de Horus.
Se la representa como una vaca con el disco solar en la testuz o como una mujer con cabeza de vaca y el disco solar.
Horus
Dios del cielo; hijo de Osiris y de Isis y esposo de Hator.
La mayoría de las veces aparece representado como un halcón o como un hombre con cabeza de halcón.
Imhotep
Mortal deificado y considerado hijo de Ptha. Protector de los escribas y de la medicina.
Se lo suele representar como un sacerdote con la cabeza rasurada y con un papiro sobre sus rodillas.
Isis
Diosa madre de Egipto, también de la magia y de la fertilidad. Esposa y hermana de Osiris y madre de Horus.
Aparece representada con frecuencia como una mujer sentada en un trono con el disco solar en la cabeza, o de pie con cuernos de vaca en la cabeza. También aparece amamantando a un niño pequeño, que es Horus.
Maat
Diosa de las leyes, la verdad y la justicia. Es hermana de Ra y esposa de Thot.
Se la representa como una mujer con una pluma de avestruz en la mano, pluma que era la utilizada por Osiris como medida para pesar el alma del difunto.
Mut
Reina de todos los dioses y madre de todas las cosas creadas, esposa de Amón.
Aparece muchas veces como una mujer con cabeza de buitre y su nombre escrito en un ideograma.
Nut
Diosa del cielo, entendido como bóveda celeste.
Se la representa como una mujer desnuda y enorme, cuya espalda arqueada cubre la tierra.
Osiris
Dios principal de la muerte, marido de Isis e hijo de Horus.
Muy a menudo aparece como un hombre con barba y el cuerpo vendado a la manera de una momia. Lleva también la corona del Alto Egipto y en sus manos los símbolos del poder: el cayado y el látigo.
Ptah
Dios creador primigenio, protector de artesanos y orfebres.
Se lo representa como una momia que lleva en las manos el ankh (símbolo de la vida) y un cetro.
Ra
Dios creador y personificación del Sol.
Suele aparecer como un hombre con cabeza de halcón o de toro y también tocado por el disco solar.
Sekhmet
Diosa de la guerra y de las luchas, hermana de Ra y esposa de Ptah.
Se la suele representar como una leona o como una mujer con cabeza de leona.
Set
Dios del caos y de lo aciago, personificación del desierto total.
A menudo se lo representa como una bestia enorme o como un hombre con cabeza de monstruo. También se lo asocia con el cocodrilo, el hipopótamo y los animales que habitan en el desierto.
Thot
Dios de la Luna y medidor del tiempo, escriba de los dioses, señor de la magia y la sabiduría y deidad universal.
Su apariencia suele ser la de un hombre con cabeza de ibis, la de un ibis o la de un mandril con cabeza de perro.












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