La medicina moderna ha descubierto infinidad de métodos para encontrar el dolor y combatirlo, pero apenas empieza a vislumbrar la efectividad del arma terapéutica más antigua: la aguja, es decir la acupuntura.
La acupuntura puede advertir de un ataque al corazón, meses antes de que la refinada técnica occidental siquiera adviertan los menores síntomas.
Con un juego de agujas se ataja el agudo dolor de la jaqueca, se remedia la artritis y se tratan úlceras del estomago y se afrontan operaciones decisiva. Las reglas se encuentran establecidos en el libro de medicina chino más antiguo del mundo llamado: Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo, escrito en el 2,800 Antes de Cristo.la filosofía d l a acupuntura se remonta al emperador Fu Shi, que vivió tres milenios antes de nuestra era; según la tradición es el autor de uno de los textos más antiguos del mundo: El Libro de los Cambios.
En su libro expuso la teoría que el mundo constituye el campo de batalla de dos mundos, el Yin y el Yang; Yin y Yang componen el mundo y cuanto en el existen; el Yin es el aspecto negativo de las cosas; los femenino, lo pasivo, el frio, los números nones o impares; el Yang es lo positivo, lo activo, lo masculino, el calor y los números pares; según esta teoría, el hombre como todas las demás cosas está constituido de Yin y Yang que normalmente se equilibran; pero cuando el cuerpo es atacado por una enfermedad, estas fuerzas se salen de control y algunas zonas muestran excesos o defecto de uno u otro de los elementos antagonistas; las agujas de la acupuntura tienen como misión restablecer el equilibrio, conteniendo o estimulando la corriente.
Los chinos creen que el Yin y el Yang fluyen por el cuerpo a través de canales especiales llamados meridianos; cada uno asociado a determinados órganos.