El asombroso Síndrome o enfermedad de Reye


Síndrome de Reye, enfermedad poco frecuente que aparece en los niños tras una infección viral leve. Fue descrita en 1963 por el patólogo australiano Douglas Reye. No es contagiosa, pero es mortal en uno de cada cuatro enfermos. Su causa es desconocida.
Los principales síntomas del síndrome de Reye son la fiebre alta, los vómitos, las alteraciones hepáticas, y diversas formas de desorientación mental causadas por una encefalitis (inflamación de las células cerebrales). Si evoluciona sin aplicar un tratamiento, la enfermedad acaba causando un daño cerebral irreversible que conduce al coma y a la muerte. El tratamiento se basa en la reducción de la presión intracraneal, e incluso se emplean medios quirúrgicos si llega a ser necesario.
La progresión del síndrome de Reye hasta una fase avanzada parece estar asociada con el uso de aspirina y otros salicilatos en niños que padecen infecciones virales benignas (gripe, sarampión). Por ello nunca se debe utilizar la aspirina o fármacos similares para tratar la fiebre en los niños, debe usarse paracetamol.


jueves, 27 de enero de 2011

El asombroso Síndrome o enfermedad de Raynaud


Enfermedad de Raynaud o Síndrome de Raynaud, presencia de episodios intermitentes de isquemia que ocurren fundamentalmente en las partes acras del organismo, es decir, en los dedos de las manos, en los dedos de los pies, en las orejas y en la punta de la nariz. Al conjunto de estas manifestaciones se conoce como fenómeno de Raynaud y cuando se excluyen otras enfermedades vasculares como causas secundarias de este proceso vascular se dice entonces que la etiología es desconocida y se denomina enfermedad de Raynaud.
Es más frecuente en las mujeres que en los varones y suele manifestarse en pacientes jóvenes.
Suele ocurrir como consecuencia de la exposición al frío o por estímulos emocionales. Clínicamente se observa una palidez de la zona afecta, debida al espasmo vascular. Posteriormente se produce una cianosis o coloración azulada de la región por la dilatación de los capilares y vénulas y, por último, un enrojecimiento que a veces se acompaña de dolor y sensación de entumecimiento.
El tratamiento de la enfermedad en los casos leves consiste en evitar exposiciones al frío abrigándose de una forma adecuada. Es importante no fumar, dado el efecto vasoconstrictor del tabaco. En los casos con mayor afectación se puede recurrir a medicación vasodilatadora.


El asombroso Síndrome de Ménière


Enfermedad de Ménière o Síndrome de Ménière, conjunto de manifestaciones clínicas entre las que se incluyen la presencia de un vértigo de repetición acompañado de acúfenos (ruidos anormales percibidos por el enfermo en uno o ambos oídos) y sordera progresiva.
No se conoce con exactitud la causa de esta enfermedad. Es más frecuente en pacientes de entre 40 y 50 años de edad, aunque también puede afectar a jóvenes o a ancianos.
Generalmente suele comenzar a manifestarse de una forma poco evidente, con episodios de cefalea, sensación de inestabilidad o presencia de un ruido de fondo en el oído. En estas fases iniciales, la enfermedad no suele manifestarse como un claro ataque de vértigo o como una pérdida de la audición. Los síntomas van fluctuando a lo largo del tiempo y a veces pasan semanas o meses sin que aparezca una nueva manifestación clínica. Sin embargo, más pronto o más tarde se acaba viendo afectado el oído interno y comienza a manifestarse claramente un ataque de vértigo y una sordera progresiva.
El tratamiento de la enfermedad es difícil en la medida que la etiología es desconocida. Durante las fases de ataque agudo se aconseja guardar reposo en cama, buscando una posición en la que la sensación vertiginosa sea mínima. A veces se recurre a la administración de sedantes vestibulares y de medicamentos vasoactivos; en ocasiones es necesario recurrir a la destrucción quirúrgica del oído interno del paciente.


El asombroso Síndrome de Marfan


Síndrome de Marfan, raro trastorno hereditario de los tejidos conectivos del cuerpo, caracterizado por anomalías en ojos, pulmones, corazón, huesos y vasos sanguíneos. Las personas que padecen esta enfermedad presentan una serie de rasgos característicos, como brazos, piernas y dedos anormalmente largos y delgados, miopía y una tendencia a que los cristalinos oculares estén separados de su soporte o luxados. La debilidad de los vasos sanguíneos a menudo provoca problemas en el corazón y en la mayor arteria del cuerpo, la aorta, que puede ensancharse o formar una protuberancia, llamada aneurisma, en la pared de la arteria. Durante los periodos de actividad física, la alta presión resultante puede provocar una rotura de la aorta y el paciente puede morir.
En el pasado, las personas con síndrome de Marfan morían a causa de complicaciones del corazón o de la aorta a una edad próxima a los 50 años. En la actualidad, gracias a los diagnósticos precoces, al control de los problemas cardiacos y a la aplicación de tratamientos médicos adecuados, estos enfermos suelen vivir más tiempo.
Es un desorden genético que pasa de una generación a la siguiente debido a un gen dominante, lo que significa que un niño cuyo padre tenga el síndrome de Marfan tiene un 50% de posibilidades de heredar ese trastorno. En 1991 los investigadores identificaron el gen que al parecer causa el síndrome. Ese gen es responsable de la producción de fibrilina, una proteína del tejido conectivo que mantiene a las células unidas. Cuando ese gen es defectuoso, el tejido conectivo o no contiene suficiente fibrilina o contiene una forma ineficaz de la proteína. El resultado es que los tejidos conectivos son débiles y no son capaces de soportar una presión normal.
Para diagnosticar este síndrome los médicos realizan exámenes físicos de los huesos y de las articulaciones, un examen ocular y un ecocardiograma (imagen por ultrasonidos del corazón). Para determinar si los parientes del paciente tienen problemas de salud que puedan atribuirse a un síndrome de Marfan no diagnosticado, también recopilan una historia médica completa de la familia.
Como no existe cura para este trastorno, el tratamiento se concentra en minimizar el riesgo de lesiones en el corazón y en la aorta. El tratamiento suele incluir la recomendación de evitar ejercicios violentos, la realización rutinaria de ecocardiogramas para controlar el tamaño y la función del corazón y de la aorta, la toma de medicamentos que disminuyan la tensión arterial y por tanto reduzcan el riesgo de lesiones en la aorta y, en algunos casos, la sustitución quirúrgica de la aorta.


El asombroso Síndrome de Klinefelter


Cariotipo del síndrome de Klinefelter
Este cariotipo es indicativo del síndrome de Klinefelter por presentar tres cromosomas sexuales— un solo cromosoma Y y dos cromosomas X —, en vez de los dos correspondientes. Las personas que sufren el síndrome de Klinefelter son siempre varones. Suelen ser altos y tener los pechos algo más desarrollados de lo normal, así como los testículos pequeños.


Síndrome de Klinefelter, trastorno de la diferenciación sexual que afecta a varones. Este cuadro clínico puede deberse a la existencia de un cromosoma X de más en el cariotipo del paciente o a que éste tenga una línea celular normal (46 XY) y otra línea celular patológica (47 XY).
Se caracteriza por la disminución de los niveles de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), presencia de testículos pequeños y duros, azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen), ginecomastia (aumento anormal del tamaño de las mamas en el varón) y aumento de los niveles de gonadotropinas (hormonas hipofisarias estimuladoras de las gónadas) en la sangre.
El diagnóstico se suele establecer después de la pubertad. A veces cursa con retraso mental leve, enfermedades pulmonares diversas y problemas de adaptación social. Por lo general, estos pacientes son de talla alta y hábito eunucoide.


El asombroso Síndrome de Kawasaki


Síndrome de Kawasaki, enfermedad infantil que se caracteriza por fiebre alta, erupción cutánea, adenopatías cervicales (inflamación de ganglios cervicales) y dolor de las articulaciones. En algunos casos se produce inflamación de las arterias coronarias. Se desconoce su causa y no existe tratamiento específico. La administración precoz de aspirina puede reducir el riesgo de afectación del corazón.


El asombroso Síndrome de Down


Docente auxiliar con síndrome de Down
Un adolescente con síndrome de Down, una forma de retraso mental, trabaja como auxiliar en un colegio. Muchas personas discapacitadas pueden realizar trabajos de media jornada o de jornada completa si han recibido un entrenamiento especial.



Síndrome de Down o trisomía del 21
Normalmente, el óvulo fecundado tiene sólo dos copias de cada cromosoma. El síndrome de Down es una anomalía caracterizada por la triplicación del cromosoma 21. Es causa de trastornos en el aprendizaje y presenta algunos rasgos físicos característicos.


Síndrome de Down, antes llamado mongolismo, malformación congénita causada por una alteración del cromosoma 21 que se acompaña de retraso mental moderado o grave.
Los enfermos con síndrome de Down presentan estatura baja, cabeza redondeada, frente alta y aplanada, y lengua y labios secos y fisurados. Presentan epicanto, pliegue de piel en la esquina interna de los ojos. Las palmas de las manos muestran un único pliegue transversal, y las plantas de los pies presentan un pliegue desde el talón hasta el primer espacio interdigital (entre los dos primeros dedos). En muchos casos padecen cardiopatías congénitas y tienden a desarrollar leucemia. El cociente de inteligencia (CI) varía desde 20 hasta 60 (una inteligencia media alcanza el valor 100), pero con procedimientos educativos específicos y precoces, algunos enfermos consiguen valores más altos.
La incidencia global del síndrome de Down se aproxima a uno de cada 700 nacimientos, pero el riesgo varía con la edad de la madre. La incidencia en madres de 25 años es de 1 por 2000 nacidos vivos, mientras que en madres de 35 años es de 1 por cada 200 nacimientos y de 1 por cada 40 en las mujeres mayores de 40 años. Para detectar la anormalidad cromosómica durante el periodo prenatal se pueden emplear la amniocentesis y la biopsia de vellosidades coriónicas. Algunas alteraciones sanguíneas maternas pueden sugerir la gestación de un hijo con síndrome de Down: niveles bajos de alfa-fetoproteína y niveles anormales de estriol no conjugado y gonadotrofina coriónica humana.
La anomalía cromosómica causante de la mayoría de los casos de síndrome de Down es la trisomía del 21, presencia de tres copias de este cromosoma. Por tanto, los pacientes presentan 47 cromosomas en vez de 46 (cifra normal del genoma humano) en todas sus células. Esta anomalía es consecuencia de la fertilización de un óvulo patológico de 24 cromosomas por un espermatozoide normal de 23 cromosomas, aunque también a veces la anomalía es generada por el espermatozoide. En una célula germinal, la pareja de cromosomas 21 se mantiene unida y pasa a uno sólo de los dos óvulos o espermatozoides derivados de ella. En un tipo más raro de síndrome de Down, producido por translocación, parte del material genético de uno de los cromosomas 21 se queda adherido al otro de los cromosomas 21. Algunos enfermos presentan alteraciones cromosómicas sólo en algunas células de su organismo, no en todas; en este caso se dice que presentan un mosaicismo.
La mejoría en los tratamientos de las afecciones asociadas al Down ha aumentado la esperanza de vida de estos enfermos, desde los 14 años de hace unas décadas, hasta casi la normalidad en la actualidad. Los pacientes con grandes dificultades para el aprendizaje pueden ser internados en instituciones, pero la mayoría deben vivir en su domicilio, donde desarrollan de forma más completa todos sus potenciales. Suelen alcanzar una edad mental de 8 años, y por tanto precisan un entorno protector, pero pueden desempeñar trabajos sencillos a empresas e industrias.


El asombroso síndrome de Cushing


Síndrome de Cushing, grupo de trastornos similares descritos por primera vez por Harvey Williams Cushing en 1932 y producido por niveles elevados de glucocorticoides circulantes, en particular de cortisol. Los síntomas que se presentan son: enrojecimiento de las mejillas, obesidad en el tronco, aumento del apetito, cara de luna llena, piel fina que se lesiona con facilidad, mala cicatrización de las heridas, aumento de la susceptibilidad a las infecciones, debilidad y atrofia de los músculos proximales, hipertensión, acné, osteoporosis, intolerancia a la glucosa que puede producir diabetes, cansancio excesivo, amenorrea en mujeres, y euforia u otros síntomas psicológicos.
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CAUSAS DEL SÍNDROME DE CUSHING
En condiciones normales la cantidad de glucocorticoides segregada por la corteza suprarrenal está controlada por los niveles de hormona adrenocorticotropa (ACTH) en la sangre. La ACTH es segregada por la hipófisis anterior en respuesta a las necesidades de glucocorticoides del organismo, y los niveles de glucocorticoides en la sangre tienen un efecto inhibidor sobre la secreción de ACTH, de forma que cuando se alcanza la concentración adecuada de glucocorticoides se detiene la producción de ACTH. Este mecanismo se conoce como retroalimentación negativa. El exceso de glucocorticoides responsables de este síndrome puede tener diversos orígenes.
Si la causa de los síntomas es una alteración de la hipófisis, recibe el nombre de enfermedad de Cushing. En este caso aparece un tumor en la hipófisis anterior. El tumor no obedece al mecanismo de retroalimentación negativa y segrega grandes cantidades de ACTH incluso cuando los niveles de glucocorticoides en sangre son elevados. La ACTH estimula la corteza suprarrenal para que produzca glucocorticoides y el resultado es un aumento de la concentración de éstos.
La elevación de los niveles de ACTH puede ser debida a la existencia de un tumor fuera de la hipófisis, por ejemplo, un carcinoma de células de avena de los bronquios que segrega ACTH, y su efecto sobre la secreción de glucocorticoides es similar.
El síndrome de Cushing puede ser consecuencia de una alteración en la corteza suprarrenal. Una parte de ésta puede producir cantidades excesivas de glucocorticoides. En este caso los niveles de ACTH serán inferiores a lo normal por el mecanismo de retroalimentación negativa. El exceso de glucocorticoides inhibirá la secreción de ACTH por la hipófisis. En raras ocasiones la causa puede ser una carcinoma de las glándulas suprarrenales.
Una causa frecuente del síndrome de Cushing es su aparición como efecto colateral del tratamiento prolongado con glucocorticoides instaurado para alguna otra enfermedad. Los glucocorticoides se emplean como fármacos antiinflamatorios e inmunosupresores en el tratamiento de la artritis reumatoide, el asma grave, y algunas otras enfermedades.
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TRATAMIENTO
El tipo de tratamiento del síndrome de Cushing depende de su causa, por lo que es esencial establecer un diagnóstico preciso. Si su origen es yatrogénico (se debe a la administración de glucocorticoides), es necesario disminuir el tratamiento de forma progresiva. Si la causa es un tumor en la hipófisis, éste se puede extirpar por microcirugía o ser tratado con radioterapia. Si la causa no está en la hipófisis puede ser necesario extirpar la corteza suprarrenal o tratar los síntomas de la enfermedad con fármacos que inhiben la acción de los glucocorticoides.


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