Plantas trepadoras



Plantas trepadoras
Clemátide trepadora
La clemátide trepadora, una ornamental muy utilizada, se sujeta a los soportes con unos zarcillos formados a partir de los peciolos foliares. La reacción de arrollamiento es una respuesta al contacto.

Plantas trepadoras, plantas que ascienden por diversos métodos sobre soportes verticales. Las plantas trepadoras pueden dividirse en tres tipos básicos: las que se enganchan, las enredaderas y las que trepan por medio de zarcillos y otros dispositivos. Las primeras, como el rosal silvestre, sobresalen por encima de la vegetación circundante por medio de ganchos, espinas o barbas. Las enredaderas, como la correhuela, arrollan el tallo en torno a un soporte; el arrollamiento es una pauta de crecimiento que responde a la luz (véase Tropismo). En las plantas que trepan por medio de zarcillos, el arrollamiento de éstos en torno al soporte es una respuesta al contacto.
Los zarcillos son muy variables y pueden formarse a partir de distintas partes de la planta: el tallo, como en la parra; la raíz, como en ciertas orquídeas; los foliolos, como ocurre en el guisante; el peciolo foliar, como en la clemátide; y hasta el ápice de las hojas, como en algunos lirios. A veces los zarcillos forman en el extremo unas almohadillas pegajosas, como se observa en la parra virgen. Los zarcillos jóvenes describen amplios movimientos de barrido determinados por cambios de la presión intracelular. Cuando tocan un soporte, empiezan a arrollarse a su alrededor como resultado del crecimiento desigual a uno y otro lado del zarcillo. Una vez firmemente asido a su soporte, el zarcillo se arrolla sobre sí mismo para acercar la planta al soporte. Dentro del zarcillo arrollado se forma un fuerte tejido de sostén; en algunas especies, un solo zarcillo soporta una carga de 0,5 kilogramos.
Unas pocas especies trepan valiéndose de otros métodos. La hiedra, por ejemplo, emite finas raíces aéreas que penetran en el soporte y sujetan así los tallos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Plantas acuáticas



Plantas acuáticas
Potamogeton natans
La espiga de agua (Potamogeton natans) es una planta acuática muy común en lagos y aguas de curso lento. Presenta hojas flotantes coriáceas y hojas lineares que permanecen sumergidas.



Anea
La anea o espadaña es nativa de lagos, charcas y marjales de agua dulce; es una herbácea vivaz cultivada a veces por el capítulo cilíndrico donde lleva las semillas.


Plantas acuáticas, nombre que reciben los vegetales que se desarrollan en las aguas, tanto dulces como marinas. Se denominan, en sentido amplio, hidrófitos. Existen diversos tipos de relación entre las plantas y el agua, partiendo de la base de que todas sin excepción necesitan este compuesto para desarrollarse. Según sea ésta, se pueden clasificar en:

• Flotantes: que pueden carecer de raíces y vivir sobre el agua o sumergidas sin enraizar durante toda su vida, o bien pueden enraizar pero todos sus órganos son flotantes. Dentro de los hidrófitos no enraizantes se incluyen varias familias, pero sin duda la más representativa de todas es la de las Lemnáceas (lentejas de agua), con cuatro géneros flotantes (Lemna, Wolffia, Spirodela y Pseudowolffia), dos sumergidos (Wolffiopsis y Wolffiella), que agrupan más de 40 especies. En el segundo caso, existen también varias familias, pero quizá las más importantes son las Ninfeáceas, las Haloragáceas, las Hidrocaritáceas y las Potamogetonáceas. A la primera pertenecen especies tan llamativas como la victoria amazónica o lirio de la reina Victoria (Victoria amazonica), que tiene hojas flotantes de hasta 4 m de diámetro; o los nenúfares (Nymphaea y Nuphar). A la familia Hidrocaritáceas pertenecen muchas plantas de acuario, como Eolodea canadensis.
• Sumergidas: viven durante toda su vida enraizadas al substrato y sumergidas. Se trata de la mayoría de las algas de aguas dulces y marinas. Las carofíceas (filo Charophyta) son, entre las plantas inferiores, el principal elemento vegetal de las aguas calcáreas; con apariencia de equisetos, se caracterizan por acumular en sus paredes carbonato cálcico y por tener un color blanquecino. También hay familias de plantas superiores, espermatofitas, como las Posidoniáceas y las Zosteráceas, de vital importancia en el medio marino por constituir un soporte de la flora y fauna submarina, así como por servir de alimento a peces e invertebrados.
• Anfibias: plantas terrestres que pueden vivir en el agua o fuera de ella y son las que normalmente se conocen como plantas acuáticas. En general también se denominan helófitos (pasan gran parte de su ciclo dentro del agua), como los carrizos, el berro, los juncos o las espadañas, para diferenciarlos de los higrófitos o freatófitos, que son plantas que viven en un medio muy húmedo y reciben del suelo humedad permanente, como los olmos, chopos o sauces y la mayor parte de las plantas de las selvas ecuatoriales y tropicales.
Las plantas acuáticas presentan una serie de necesidades básicas para poder desarrollarse. Entre estas destaca la de poseer órganos capaces de mantenerlas flotando. Esto se consigue teniendo los tejidos celulares dispuestos en forma de panal de abeja, con una estructura denominada aerénquima formada por grupos de células que rodean los grandes espacios intercelulares. Las hojas y los tallos sumergidos presentan también una organización especial (hidromorfosis) que les permite absorber directamente del agua el dióxido de carbono y el oxígeno necesarios, así como las sales nutritivas. Otra adaptación particular es la presencia de hojas muy diferentes o heterofilia: las flotantes están constituidas casi como las hojas de las plantas terrestres, mientras que las sumergidas son muy sutiles, delgadas, a menudo filiformes (como en Ceratophyllum o Myriophyllum), aumentando de esta forma la superficie para así contrarrestar la lentitud de difusión de gases en el agua. Las plantas que viven en medios acuáticos con cieno, en manglares o en marismas, desarrollan raíces respiratorias o neumatóforos. En otras especies, como los nenúfares, los peciolos de las hojas se hacen muy flexibles para permitir que las hojas y la flor sean flotantes a pesar de las grandes oscilaciones del caudal. También son interesantes los mecanismos de propagación de la semilla y el fruto, como ocurre en el género Potamogeton, cuyas semillas presentan un recubrimiento viscoso para adherirse a la avifauna acuática.

Crasuláceas



Crasuláceas
Crasuláceas
Un ejemplo de plantas de hojas crasas lo constituye este género, Umbilicus, con grandes hojas carnosas asemejando un ombligo. La parte carnosa de sus hojas sirve como cicatrizante, aplicándose directamente a heridas pequeñas.

Crasuláceas, nombre común de una familia de plantas del orden Rosales, al cual pertenece también la familia Rosáceas, y cuyo género más representativo es Sedum. Las plantas que constituyen este género se conocen con el nombre genérico de sedos, siemprevivas o uvas de pájaro. Está formada por unos 33 géneros y 1.500 especies de plantas crasas arbustivas y herbáceas, con algunos árboles minúsculos; suelen encontrarse en regiones áridas y, de forma excepcional, en hábitats húmedos, principalmente en el sur de África, aunque también son muy comunes en Eurasia y en América, pero están ausentes en Australia y en el Pacífico occidental, a pesar de su presencia en la isla de Java. Presentan hojas y tallos suculentos o crasos, donde se acumula agua, para adaptarse a los ambientes secos y áridos en los que normalmente viven. Otro mecanismo complejo en este sentido es la disminución de la transpiración, lo que consiguen tanto disminuyendo el número de estomas como mediante un tipo especial de metabolismo denominado metabolismo ácido de crasuláceas (CAM): por la noche almacenan ácidos orgánicos y por el día desprenden dióxido de carbono.
Dos especies europeas se cultivan en jardines de rocalla y en bordes de macizos, tanto en su continente de origen como en América. Una es el pampajarito, una planta baja, rastrera, de hoja perenne, con flores amarillas; la otra es la hierba callera, una vivaz erguida con flores rojizas. Ambas especies han escapado de los jardines y se han naturalizado en amplias zonas de América del Norte. Otras plantas de origen sudafricano, como el kalanchoe, se utilizan también mucho en jardinería de interior y exterior.
Clasificación científica: el nombre científico de la familia de las Crasuláceas es Crassulaceae, del orden Rosales. El género representativo es Sedum. El pampajarito es la especie Sedum acre; la siempreviva mayor es Sempervirum tectorum y la siempreviva menor es Sedum album. Los bejeques o veroles son especies del género Aeonium. el kalanchoe es la especie Kalanchoe blossfeldiana y la hierba callera es Sedum telephium.

Imagenes de ovnis


Asombrosas imágenes de avistamientos de ovnis, objetos voladores no identificados filmados o fotografiados atravesando el cielo.




















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