Realmente WaIter Raleigh tendió su capa al paso de Isabel I de Inglaterra


WaIter Ralei
SUPREMA GALANTERIA. Se dice que Walter Raleigh lanzó su capa a los pies de Isabel I de Inglaterra.

WaIter Raleigh tendió su capa al paso de Isabel I de Inglaterra.
El gallardo joven estaba entre la multitud cuando la reina de Inglaterra pasaba con su séquito. Ella vaciló cuando se hallaba muy cerca de él. Interceptaba el camino un charco de barro. Walter
Raleigh tendió inmediatamente su capa sobre el suelo, y la reina, conmovida por la cortesía, miró con una sonrisa a su galante valedor y pisó sobre ella.
Se trata de una de las anécdotas más celebradas de la historia de Inglaterra; pero su gran inconveniente es que no tiene fundamento.
Se cree que el encuentro fue pura invención del historiador Thomas Fuller (1608-1661), quien gustaba de incluir falsos episodios entre hechos. monótonos para animar sus narraciones. Pero nadie se cuestionó su veracidad desde que Walter Scott 10 incluyó en su novela Kenilworth (1821), donde Raleigh jura que nunca cepillará su capa. La reina, que apreció el cumplido, dijo a Raleigh que se entrevistase con el encargado de su guardarropa, quien le entregaría «un traje del más moderno corte».
También se asegura que Raleigh introdujo las patatas en Inglaterra en 1586. Sin embargo, no se conoce un solo relato de la época que confirme esta suposición. John Gerard, en su libro Herball (1597), se refiere a un tal C. Clusius que cultivaba patatas en Italia en 1585. El tubérculo obtuvo popularidad inmediata y se propagó por gran parte de Europa durante la década siguiente.
Unos ingleses agradecen y otros inculpan a Raleigh por la introducción del tabaco en Inglaterra, cuando el famoso navegante regresó en 1586 de la colonia británica de Virginia. No obstante, el tabaco ya se conocía en Francia desde 1559 ó 1560, por iniciativa de lean Nicot, cuyo apellido dio origen a la palabra nicotina.




viernes, 17 de junio de 2011

Nerón tocaba la lira mientras Roma se quemaba


ANECDOTAS E HISTORIAS ABSURDAS
La realidad sobre ciertas fábulas antiguas
ROMA EN RUINAS.
ROMA EN RUINAS.  Se imputa a Nerón el incendio que devastó Roma en el año 64 de la era cristiana; pero, según el historiador Tácito, el célebre incendiario se encontraba a 80 km de la urbe, en Anzio, cuando se inició la catástrofe.

Nerón tocaba su lira mientras Roma ardía. Una de las leyendas más conocidas de la antigua Roma presenta al megalómano Nerón obsesionado con la idea de construir una nueva y magnífica urbe, que fuese en el futuro imagen de su gloria. Frustrado su propósito por los propietarios de santuarios familiares que bloqueaban las vías públicas, el propio tirano prendió fuego a Roma.

Pero no existen pruebas históricas de que Nerón tomase parte alguna en el incendio. Incluso el detalle más famoso del relato parece pura fantasía: que Nerón se hallaba de pie, en lo alto de una torre de la· ciudad, tocando la lira, el laúd o la cítara.

El historiador Tácito, cuya vida transcurrió aproximadamente entre los años 56 y 120 de nuestra era, escribió poco tiempo después del incendio (acaecido el año 64) que Nerón se encontraba a 80 kilómetros de Roma, en su villa de Anzio, cuando se inició la catástrofe. Lejos de gozar con la desgracia de los 'suyos, Nerón corrió a la ciudad y realizó supremos esfuerzos por atajar las llamas.
Quizá fue este el único acto encomiable de su vida, por tantos conceptos nefasta. Agripina, su madre, lo llevó al poder cuando apenas contaba 17 años, pero fue odiado por su pueblo para el resto de sus días por haber usurpado el trono de su hermanastro.

Su vida privada resultaba un escándalo, incluso en el marco de las normas romanas. Lo más tristemente ridículo fue su insistencia en convocar a todo el mundo para escuchar sus desgraciadas representaciones teatrales. Al parecer, su falta de talento sólo era comparable a lo molesto de su voz.
Su crueldad hacia los cristianos también se ha hecho legendaria. Constituían una secta impopular, y proporcionaron a Nerón y a Roma excelente motivo de descargo. Fueron ejecutados por centenares, aunque no existen pruebas de que se les arrojara a los leones.
Finalmente, Nerón, por su corrupción y crueldad, se enajenó los favores de sus más íntimos partidarios. La guardia pretoriana, su escolta personal, desertó de su servicio.
Comprendiendo que sería depuesto inmediatamente y ejecutado, se suicidó. Era el año 68.

Entradas populares