La
existencia de los gigantes ha colmado
la imaginación de los hombres, la mitología, la religión, las leyendas y la literatura dan clara
muestras del interés por estos seres cuya talla rebasa la del común de los
mortales. La biblia refiere gigantes como Goliat, vencido de certera pedrada
por David. Los gigantes generalmente son los malos, los enemigos de Dios o de
la humanidad y son capaces de devorar crudos a los seres humanos.
En la
mitología encontramos gigantes de tamaño
descomunal como los titanes, enormes
seres capaces de escalar el cielo usando las
montañas como escaleras; los cíclopes, son otras de las criaturas gigantescas, devoradoras de hombres; un solo
ojo adornaba la frente de estos gigantes
primitivos, devoradores de hombres. Ulises usando su argucia ciega a
Polifemo, un ciclope que se alimentaba devorando a sus hombres, tras emborracharlo le pincha el ojo
con una pica ardiendo logrando escapar del cautiverio.
El mundo
de la fábula y la literatura está llena de gigantes famosos, como es el caso de Jack y las habichuelas
mágicas, Gulliver también tuvo que
vérselas con gigantes en uno de sus viajes; El gigante egoísta de Oscar Wilde y
muchos más que observan comportamientos malvados y nombres feroces.
El gigante es el ser malvado al que debemos de temer, es la connotación
que se le ha dado a través de la historia.
La vida
misma y la propia naturaleza es la inspiración que desborda en los seres míticos que hemos nombrado; si
existieron enormes animales antediluvianos, cuyos fósiles se muestran
abundantemente, es lógico suponer la existencia de hombres gigantescos que
lograron construcciones de la misma índole descomunal como las pirámides de
Egipto.
En la vida
real existen los gigantes, también enormes seres humanos que sufren de
gigantismo ante la excesiva producción de la hormona del crecimiento. Muchos de
estos gigantes mueren prematuramente, víctimas de su gran tamaño o de tumores
en la cabeza que afectan la hipófisis.
Existen
gigantes bastante sanos, como es el caso de Manute Bol de Sudán, juega en la
NBA y mide 2.31 metros.
Robert Pershing Wadlow, gigantesco inglés de talla descomunal, medía 2.72 metros.
Vikas Uppal. nacido en
India Mide 2.51 metros.
Sultan Kosen, nacido en
Turquía Mide 2,47 metros.
Felipe Birriel, nacido en
Puerto Rico Mide 2.41 metros.
Bao Bishunn, nacido en
Mongolia Mide 2.36 metros.
Shaquille O'Neal, nacido en
Estados Unidos Mide 2,16 metros.
The Great Khali, nacido en
India Mide 2.21 metros.
Como podemos ver,
existen gigantes que apenas se sostienen
en pie y existen los gigantes que son verdaderos atletas, portentos de fuerza y
energía.
La explicación que puede
sonar como lógica, es la de que, los gigantes que enferman jóvenes y viven
poco, deben su gigantismo a desordenes hormonales producto de enfermedades, su
talla es superior, llegando a rebasar los 2.50 metros.
En cambio los gigantes
atletas, de constitución sólida y de organismo sano, el incremento de su talla
se deben a la herencia, genética y raza.
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