La increíble Gizeh



Pirámide de Kefrén en Gizeh
Las pirámides de Gizeh en Egipto forman parte de las representaciones arquitectónicas más famosas del mundo. Esta fue construida como lugar de eterno descanso del faraón Kefrén alrededor del 2530 a.C. Con 143,5 m probablemente fue erigida sin utilizar grúas, poleas o mecanismo alguno de elevación. Los arqueólogos aún no saben cómo fue construida. En lo alto de la pirámide puede apreciarse el revestimiento original de piedra caliza.

Gizeh o Giza (en árabe, al-Yiza) ciudad del norte de Egipto, capital de la gobernación de Gizeh, a orillas del Nilo, es un suburbio de El Cairo. Es la tercera de las mayores ciudades de Egipto, además de un destacado centro administrativo, cultural y comercial.
Posee industrias cinematográficas, de productos químicos, de maquinaria y tabacaleras. Dentro de la ciudad se encuentran los tradicionales distritos musulmanes, además de un sector de apartamentos de lujo construidos a lo largo del río con varias embajadas extranjeras y oficinas gubernamentales. Entre las instituciones educativas se encuentran la Universidad de El Cairo (1908, que fue trasladada de nuevo aquí en 1924), la Academia de la Lengua Árabe (1932), un instituto de investigación en oftalmología, y una escuela de música. En sus alrededores existió una importante ciudad en tiempos de la IV Dinastía del Egipto faraónico (c. 2680-2544 a.C.). Los monumentos más famosos cercanos a la ciudad son la Gran Esfinge (2565 a.C. o anterior) y las tres pirámides más conocidas de Egipto: la Gran Pirámide de Keops, la de Kefrén y la de Mikerinos. En 1979, la zona de las pirámides desde Gizeh hasta Dahshur fue declarada Patrimonio cultural de la Humanidad. Población (1998), 4.779.000 habitantes.

martes, 29 de marzo de 2011

La belleza increíble de el Parque nacional de las Secuoyas



Árbol General Sherman, Parque nacional de las Secuoyas
El árbol General Sherman es una secuoya gigante del Parque nacional de las Secuoyas de California (Estados Unidos). Es el más grande del mundo con una altura de 84 m y un diámetro de 11 m en la base.


Parque nacional de las Secuoyas, situado en la cordillera de sierra Nevada, en la parte central del estado de California (Estados Unidos) y creado en 1890; su característica más llamativa es la abundancia de ejemplares de secuoyas gigantes. Uno de ellos, el árbol General Sherman, llama la atención por su espectacularidad y es el ser vivo más grande del mundo, con 84 m de alto y 11 m de diámetro. Dentro del parque se encuentra el monte Whitney, la mayor cumbre de los Estados Unidos fuera del territorio de Alaska, con una altura de 4.418 m. Otros lugares de interés son el cañón del río Kern y la cueva Crystal, una caverna de mármol. La mayor parte del parque está cubierto de herbazales. La fauna es abundante. Su superficie es de 1.628,8 km2.

Las terroríficas Historias de miedo



Historias de miedo, narración en prosa que trata de sucesos o seres sobrenaturales. Los fantasmas y otros seres fantásticos están presentes en la literatura desde sus orígenes pero, paradójicamente, fue durante el racionalismo del siglo XVIII cuando los cuentos sobre seres y circunstancias extranaturales se convirtieron en un subgénero claramente diferenciado. En algunas baladas medievales se habla de los fantasmas como si su existencia fuera un hecho demostrado: son igual de reales que los seres humanos a quienes hechizan. Los espíritus que regresan de la tumba para exigir venganza en el teatro renacentista, como el padre de Hamlet en la obra de Shakespeare, resultan aterradores sólo porque introducen un matiz de duda. La posibilidad de que no sean reales, o de que sean apariciones del demonio en lugar de auténticos espíritus, confiere dinamismo y energía a la acción. El auge de la filosofía racionalista y escéptica durante el siglo XVIII, que abolió la creencia en los seres fantásticos, tan arraigada en los países protestantes del norte de Europa, propició su tratamiento literario. El objetivo no era tanto asustar a la audiencia sino que reconociera sentirse asustada.
Así pues, desde un primer momento, las historias de miedo fueron escritas por y para gentes que en realidad no creían en las apariciones de espíritus. Su primera manifestación destacable es la novela gótica. Obras como El Castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole, Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe, y El monje de Lewis, sentaron ciertas bases que siguen siendo comunes a la literatura y el cine, el cual ha sabido incorporar con gran éxito el género de miedo y terror. El elemento sobrenatural puede ser un esqueleto en el armario o un misterioso acontecimiento del pasado aún sin resolver. El escenario típico es un castillo remoto y medieval o un cementerio en un paisaje desolado e inhóspito. Por lo general, la víctima del hechizo es una mujer solitaria.
La fascinación que produce el ambiente del lugar y los peligros que acechan a la heroína se convirtieron en las claves de un género que, favorecido por el impacto del romanticismo, no tardó en adoptar todos los elementos del horror y lo grotesco explotados en los relatos de Gustavo Adolfo Bécquer, Edgar Allan Poe y E. T. A. Hoffmann. Frankenstein (1818) de Mary Wollstonecraft Shelley combinaba elementos propios del relato fantástico con el tema faustiano del científico ávido de sabiduría, mientras que Drácula (1897) de Bram Stoker introdujo al vampiro en esta corriente literaria. Otros cuentos de miedo, de corte más conservador, como La casa junto al camposanto (1863) de Sheridan Le Fanu, o Historias de fantasmas de un anticuario (1904) de M. R. James, siguen siendo piezas antológicas. Un clásico del género, subestimado y provocativamente ambiguo, es Otra vuelta de tuerca (1898) del escritor estadounidense Henry James.

La increíble Secuoya



Secuoyas gigantes
Las secuoyas gigantes alcanzan hasta 9 m de diámetro, y la corteza que cubre el tronco llega a tener 60 cm de grosor. Los contrafuertes de la base son estructuras naturales de sujeción.


Secuoya, nombre común de un grupo de árboles enormes, de porte majestuoso, de la familia de las Taxodiáceas, caracterizados por el tronco columnar, de color pardo rojizo, que se alza a 30 m de altura o más sobre una base de forma cónica; presenta hojas aciculares y pequeñas piñas ovales. El árbol se llama así por Sequoya, jefe del pueblo cherokee.
Las secuoyas, en otro tiempo distribuidas por toda la zona templada boreal, sucumbieron, en su mayor parte, ante el avance de las masas heladas de la época de las glaciaciones. Sólo sobrevivieron tres especies: la secuoya gigante, la secuoya roja de California y la secuoya roja del suroeste de China. El bosque petrificado de Arizona está formado en gran medida por fósiles de especies extintas de secuoya. Se han encontrado restos fósiles de secuoyas en estratos geológicos que se remontan incluso al jurásico, hace entre 135 y 180 millones de años; los taninos evitaron la putrefacción de la madera.
2
SECUOYA GIGANTE
La secuoya gigante, o ‘árbol grande’ se localiza dentro de una estrecha franja de 300 km de longitud en la vertiente occidental de la sierra Nevada de California, entre los 900 y los 2.400 m de altitud. Es el más grande de todos los organismos vivos. El ejemplar mayor, llamado General Sherman, se encuentra en el Parque nacional de las Secuoyas; mide 83 m de altura y 11 m de diámetro en la parte del tronco situada por encima de la base cónica y pesa unas 1.950 toneladas. Hay otros ejemplares con alturas comprendidas entre 46 y 99 m y diámetros de tronco de hasta 9 m. La técnica del recuento de los anillos anuales de crecimiento del tronco ha demostrado que hay árboles de hasta 2.300 años de edad, aunque se cree que algunos aún vivos tienen casi 4.000 años.
Las hojas de la secuoya gigante son escuamiformes y crecen muy pegadas a las ramas. La corteza es ondulada y de textura esponjosa; en ejemplares grandes tiene hasta 60 cm de espesor. La madera es clara, de veta tosca, muy resistente a los insectos y al fuego. Casi todas las secuoyas gigantes crecen en terrenos de la red de parques nacionales de Estados Unidos o gozan de alguna clase de protección y está prohibido cortarlas.
3
SECUOYA ROJA DE CALIFORNIA
La secuoya roja de California crece a lo largo de la costa húmeda del Pacífico, desde el sur de Oregón hasta el centro de California, en Estados Unidos. Tiene entre 30 y 112 m de altura, una talla sólo alcanzada por ciertos eucaliptos australianos, entre los cuales hay un ejemplar de al menos 97 m. El tronco tiene hasta 7,5 m de diámetro. Se cree que la secuoya roja de California puede vivir hasta 2.500 años. Las hojas son más azuladas que las de la secuoya gigante y más aciulares. La madera es parecida, pero de veta más uniforme. A diferencia de casi todas las demás coníferas (árboles que producen piñas o conos), del tocón de una secuoya roja recién cortada brotan enseguida nuevas plantas que en 40 años alcanzan el tamaño apropiado para la explotación maderera. Por esto, y porque la madera es más abundante y más dura que la de la secuoya gigante, la secuoya roja se ha sometido a explotación intensa. Se conservan algunos ejemplares antiguos e insustituibles en los parques nacionales, pero, fuera de ellos, la especie corre peligro de extinguirse.
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SECUOYA ROJA DE CHINA
En otro tiempo, ésta fue la especie de secuoya más común en América del Norte; se considera antecesora de la secuoya roja de California. Alcanza casi 30 m de altura y 1,8 m de diámetro por término medio. Forma hojas planas y ramas delgadas opuestas. A diferencia de las otras dos especies, esta secuoya es de hoja caduca. En 1941 se identificaron varios fósiles de esta especie, y algunos años más tarde se descubrieron en China varios árboles vivos. En 1948 el Arnold Arboretum de Massachusetts recogió semillas y plántulas que se han multiplicado con buenos resultados en América del Norte.
Clasificación científica: las secuoyas pertenecen a la familia de las Taxodiáceas (Taxodiaceae). La secuoya gigante es la especie Sequoiadendron giganteum; la secuoya roja de California, Sequoia sempervirens, y la de China, Metasequoia glyptostroboides.


La terrible Intoxicación alimentaria



Salmonella
Muchos tipos de bacterias flageladas, como la Salmonella de la imagen, producen enfermedades en los animales y en las personas.


Intoxicación alimentaria, cuadro clínico que aparece como consecuencia del consumo de alimentos contaminados por bacterias o por toxinas de origen bacteriano o no bacteriano.
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INTOXICACIÓN ALIMENTARIA POR BACTERIAS
Algunas bacterias, como Salmonella, Escherichia coli, Shigella, Campylobacter o Clostridium perfringens, contaminan el agua o los alimentos, como la leche no pasteurizada y los derivados lácteos, las carnes y aves mal cocinadas, el marisco, las legumbres, las verduras o los huevos. El consumo de estos alimentos contaminados produce un cuadro infeccioso. Las bacterias invaden el tubo digestivo y dan lugar a una infección, producida por el propio organismo o por las toxinas que éste elabora. Los síntomas comprenden gastroenteritis con dolor abdominal y diarrea acuosa o con sangre y, según la bacteria que origine el cuadro, fiebre, cefalea, escalofríos, náuseas, vómitos y otras complicaciones. El periodo de incubación (tiempo que tarda en manifestarse la enfermedad) depende del tipo de bacteria pero, por lo general, varía entre unas horas y tres días, aunque en algunos casos, como en la infección por Campylobacter, puede ser de hasta una semana. El diagnóstico se basa en los síntomas y, a veces, se confirma mediante un cultivo de heces (coprocultivo). En la mayoría de los casos el tratamiento consiste en evitar la pérdida de líquidos y conseguir el alivio de los síntomas. Véase Salmonelosis.
3
INTOXICACIÓN ALIMENTARIA POR TOXINAS BACTERIANAS
Algunos cuadros de intoxicación alimentaria se deben al consumo de alimentos contaminados por toxinas bacterianas. Este es el caso de la intoxicación pseudoalérgica por pescado o las intoxicaciones debidas a enterotoxinas estafilocócicas, enterotoxinas producidas por Bacillus cereus o a la toxina botulínica.
3.1
Intoxicación por enterotoxinas estafilocócicas
El Staphylococcus aureus es una bacteria que contamina algunos alimentos y elabora en ellos enterotoxinas (toxinas que afectan al aparato digestivo). La ingestión de la enterotoxina produce un cuadro de diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal que aparece, de forma brusca, entre dos y seis horas después de consumir el alimento y que suele desaparecer transcurridas entre ocho y veinticuatro horas. Es una de las causas más frecuentes de intoxicación alimentaria y se detecta en productos que no se han refrigerado, como carnes curadas, huevos, mayonesa o bollos con cremas.
3.2
Intoxicación por enterotoxinas de Bacillus cereus
El consumo de alimentos contaminados por enterotoxinas elaboradas por Bacillus cereus produce un cuadro clínico de vómitos o diarrea. Se asocia con el consumo de carnes, verduras, cereales y arroz que no se han refrigerado adecuadamente, lo que permite que las esporas de B. cereus se desarrollen y elaboren la toxina. Los síntomas aparecen en unas horas.
3.3
Intoxicación por toxina botulínica
El Clostridium botulinum es una bacteria que elabora una toxina muy potente que afecta al sistema nervioso produciendo parálisis. El organismo procede del suelo y se desarrolla en muchas carnes y vegetales. La ingestión de la toxina botulínica puede provocar un cuadro clínico leve o muy grave que puede llevar a la muerte del paciente en 24 horas. Por lo general, los síntomas aparecen entre 18 y 36 horas después de consumir el alimento. Se produce una parálisis descendente que afecta a ambos lados del cuerpo y que progresa desde la cabeza hasta las extremidades. Existe afectación de los pares craneales, dificultad para tragar, trastornos del habla, deterioro de la visión, incapacidad para caminar, convulsiones ocasionales y, por último, parálisis de los músculos respiratorios, asfixia y muerte, todo ello en un intervalo de pocas horas o algunos días, según la cantidad de toxina ingerida. Existe una antitoxina botulínica que es eficaz si se administra con rapidez (véase Botulismo).
3.4
Intoxicación pseudoalérgica por pescado
La intoxicación pseudoalérgica por pescado se debe a la presencia de una toxina que se forma por descomposición bacteriana de la musculatura de algunos peces mal conservados o refrigerados. El pescado puede estar picante o tener cierto sabor a metal. Poco tiempo después del consumo, la persona nota calor, enrojecimiento, síntomas gastrointestinales, cefalea, taquicardia, hipotensión, urticaria o broncoespasmo. Los síntomas desaparecen entre 8 y 12 horas después.
4
INTOXICACIÓN ALIMENTARIA POR TOXINAS NO BACTERIANAS
Esta intoxicación alimentaria se debe al consume de peces de arrecife (tropicales y semitropicales) que contienen toxinas producidas por algas (dinoflagelados) que forman parte de su cadena alimentaria. Los síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos y diarrea) suelen aparecer entre 15 minutos y 12 horas después y desaparecen en uno o dos días, momento en que se manifiestan síntomas neurológicos muy diversos, algunos de los cuales pueden persistir durante semanas o meses.
4.1
Intoxicación paralítica por moluscos
Esta intoxicación se debe al consumo de moluscos (almejas, mejillones, ostras, vieiras o lapas) contaminados por toxinas producidas por dinoflagelados. Los síntomas neurológicos se manifiestan poco después de comer el marisco y comprenden hormigueos y adormecimiento o acorchamiento de los labios, la lengua y las encías, que se extiende hacia el cuello y las extremidades. Otros síntomas que pueden aparecer son debilidad, incoordinación, vértigo, dolor de cabeza, trastornos de la visión, síntomas gastrointestinales, taquicardia e incluso parálisis. Algunos cuadros pueden ser muy graves, mientras que en otros los síntomas desaparecen persistiendo cierta debilidad durante varias semanas.
4.2
Intoxicación amnésica por moluscos
La intoxicación amnésica se debe al consumo de moluscos (mejillones) contaminados por una toxina (ácido domoico) producida por algas que forman parte de su cadena alimentaria. Entre 15 minutos y 24 horas después de su ingesta aparece un cuadro gastrointestinal y síntomas neurológicos, como dolor de cabeza intenso, pérdida de memoria reciente, confusión, agitación e incluso coma. En ocasiones, se han descrito secreciones bronquiales abundantes y enema de pulmón. En algunos casos, los síntomas neurológicos, como los trastornos de la memoria, persisten durante varios meses.
5
PREVENCIÓN DE LAS INTOXICACIONES ALIMENTARIAS
La prevención de muchos casos de intoxicaciones por alimentos consiste en extremar la higiene de las personas que los manipulan, en cocinar, proteger y refrigerar los alimentos de forma adecuada, evitar el consumo de productos animales no controlados, verduras frescas mal lavadas, o de agua, leche y derivados lácteos no tratados. Los alimentos mal conservados en recipientes precintados y la esterilización incorrecta de las conservas de manufactura casera de alimentos no ácidos (verduras, frutas y condimentos) son origen de muchos casos de botulismo.

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