BARCOS SOBRE COLCHONES DE AIRE



Invento fundado en el aspirador doméstico

EN 1950, al ingeniero brinico Christopher Cockerell se le ocurrió que, ton un procedimiento semejante al de los aspiradores domésticos, podrían diseñarse embarcaciones veloces.

Trabajaba por entonces en los astilleros de Norfolk Broads, y pidió una mañana el aspirador a su mujer. Lo fijó a la proa de una chalana e invirtió el motor de la misma para que expulsara aire por debajo de la embarcación.

Observó inmediatamente que la fricción de agua contra el casco de la chalana disminuía en grado sumo.

Meses más tarde, comprobó en su casa que si colocaba en una balanza botes de diversos tamaños, abiertos por ambos extremos, y hacía pasar aire por su interior, obtenía curiosas diferencias de peso. La misma
cantidad de aire, al hacerla pasar por el interior de un bote estrecho, determinaba una variación en el peso mucho mayor que si se hacía pasar por un bote más ancho.

Christopher Cockerell sentaba en aquel momento los fundamentos de un nuevo sistema de transporte completamente revolucionario. Lo llamó hovercraft, equivalente a aerodeslizador.

Colchón de aire

Once años después se botó en Cowes, en la isla de Wight, el primer hovercraft. Sorprendió al mundo al deslizarse sobre el agua a una velocidad de 40 nudos (unos 74. kilómetros por hora) y maniobrar sin esfuerzo por tierra y mar, montado sobre un colchón de aire. Hoy se hallan en funcionamiento unos 150, algunos de gran tamaño.

Se han solucionado en gran parte muchos de los primeros problemas del hovercraft, como el ruido, su elevado coste de mantenimiento y su difícil utilización en aguas movidas. Al parecer, en el futuro resultará insuficiente la propulsión aérea que poseen hoy la mayoría de los hovercrafts. Posible-
m
ente, los grandes hovercraft s serán movidos por energía atómica.

Cockerell, armado caballero

En 1969, Christopher Cockerell fue arma- do caballero con privilegio de utilizar tratamiento de Sir. Los fundamentos de su invención. han tenido múltiples aplicaciones. Se han construido determinados vehículos
para transporte de personas y cargamento por lugares hasta ahora inaccesibles. Y también mecanismos para levantar objetos pesados.

Con remolques tipo «hover» se han tendido oleoductos a través de tierras pantanosas en Holanda y Alemania, y se ha transportado maquinaria pesada por los arrozales de Bangladesh. La maquinaria «hover» retira de las pistas restos de aviones siniestrados, en tanto que se perfeccionan diversas
plataformas para el transporte en las prospecciones petrolíferas sobre terrenos difíciles, como acontece en la remota y helada tundra de Alaska
.

Mediante pequeños hovercrafts se reconocen actualmente, con rapidez y eficacia, aguas poco profundas, en lugares tan distantes entre sí como los diques holandeses y el río Amazonas. Otros se ensayan como lanchas de patrullas costeras y transporte de material contra incendios.


miércoles, 2 de marzo de 2011

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