Extraños insectos arrasaron una población
En un pueblito Mexicano se vivieron semanas de terror, se
vieron invadidos por una plaga de insectos voladores de gran tamaño; el primer
día de la plaga, llegaron por la madrugada estrellándose contra las ventanas y las
puertas con ruidos aterradores; tenían
el tamaño de un puño o una pelota de beisbol, eran negros, de alas como de murciélago
o de extraña mariposa, esos eran los de un tipo, pero también había semejante a
los escarabajos o rondones como se les conoce por allá, estos eran macizos y
duros y estrellaban los vidrios; uno de ellos se enredo en el cabello de una
muchacha y sus patas con púas lastimaron el cuero cabelludo y resultó imposible retirarlo sin cortar el
cabello.
Los perores fueron los de grandes alas negras parecidas a las de mariposas enormes, cuando se extendían mostraban colores amarillos y rojos intensos; estos tenían una picadura tan venenosa que hombres muy fuertes se retorcían de dolor y la picadura se inflamaba hasta deformar el rostro o dejar la parte afectada roja y con una bola de gran tamaño.
Muchos murieron por los piquetes, la gente se encerraba a
piedra y lodo, rezando Padre Nuestros y amparándose a Dios y su misericordia.
Las autoridades informadas de lo acontecido mandaron a los militares, que
terminaron refugiados al igual que las personas del pueblo, nada pudieron los
fusiles contra las criaturas.
Como llegaron se fueron, se perdieron en la lejanía, dejando una mancha parda por donde iban volando, también dejaron sin
aves la región, mataron a todos los pájaros y
algunos dicen que los devoraban, los picaban y dejaban para volver después
y succionar su interior.
El gobierno se llevó todos los insectos que el pueblo
pudo matar, hasta algunos vivos que encerraron en jaulas para guacamayas.