El asombroso Hermafroditismo
Hermafroditismo, en biología, presencia en un ser
vivo, planta o animal, de gónadas masculinas y femeninas u órganos que producen
células sexuales. Este término procede de la leyenda de Hermafrodito.
El hermafroditismo está presente en la gran mayoría de
las plantas con flores: las plantas monoclíneas tienen flores hermafroditas, o
verdaderas, cada una de las cuales posee elementos masculinos y femeninos
(estambres y carpelos); las monoicas tienen, al mismo tiempo en la misma
planta, flores que contienen sólo elementos masculinos y otras que poseen
exclusivamente elementos femeninos. Sólo algunas plantas con flores son
dioicas, es decir, tienen los órganos femeninos y los masculinos en plantas
diferentes. La mayoría de las plantas hermafroditas producen los elementos
masculinos y femeninos en momentos distintos de modo que se asegure la
polinización cruzada, algunas, como las violetas y la hierba del asno, suelen
polinizarse a sí mismas.
El hermafroditismo existe en muchos animales
invertebrados, en las lampreas y en los tunicados, y en la perca marina
americana del género Serranus. Y en ocasiones, en otros peces, en ranas,
en sapos y, entre los anfibios, en ciertos tritones. Los animales hermafroditas
rara vez se autofecundan; en la mayoría de los casos el espermatozoide y el
óvulo maduran en momentos distintos (hermafroditismo sucesivo), o bien la
localización de los órganos externos masculinos y femeninos impide la
autofecundación. En los invertebrados es habitual el hermafroditismo entre las
esponjas, los cnidarios, algunos moluscos y las lombrices de tierra. Los
gusanos planos tienen gónadas masculinas y femeninas en cada segmento y con
regularidad se fecundan ellos mismos.
El hermafroditismo verdadero es raro en los animales
superiores. En ocasiones pueden observarse animales que se denominan
hermafroditas, que parecen formas intermedias entre machos y hembras, aunque
por lo general son estériles y en caso de no serlo no producen huevos ni
espermatozoides fértiles. Con frecuencia estos organismos se denominan
intersexuales o formas sexuales intermedias; se ha observado que en la mosca de
la fruta estas formas intersexuales son el resultado de la herencia de una
proporción anómala entre cromosomas Y masculinos y cromosomas X
femeninos (véase Genética). En el hombre, el pseudohermafroditismo, está
ligado a una alteración funcional de las glándulas endocrinas, en especial de
la hipófisis o de las glándulas adrenales, y en estos casos no poseen dos tipos
de órganos sexuales funcionantes. Debido a la homología entre órganos sexuales
masculinos y femeninos, puede ser difícil establecer si una persona
hermafrodita es una mujer con un desarrollo excesivo del clítoris, o un varón
con un pene poco desarrollado, un escroto hendido, o una criptorquidia. En los
últimos años muchas personas han recibido tratamiento quirúrgico u hormonal
para modificar sus caracteres sexuales no funcionales de modo que prevalezca el
sexo de aquellos que son activos.
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