Hombre de Cro-Magnon


Cráneos de hombres prehistóricos
La especie Neandertal, que vivió en Europa y África del Norte entre el 100.000 y 40.000 a.C., son ancestros primitivos de la especie humana actual, pero corresponden a una línea evolutiva distinta. Eran cazadores-recolectores y tenían el cerebro algo más grande que el de los seres humanos de hoy. Los primeros en encontrar fósiles de la especie Neandertal fueron los antropólogos alemanes Johann Fuhlrott y Hermann Schaaffhausen en 1856, en el valle del río alemán Neander (cerca de Düsseldorf, Alemania). Aquí se muestra el cráneo de un Neandertal entre el de un Pithecantropus (izquierda) y el de un hombre de Cro-Magnon (derecha).


Hombre de Cro-Magnon, homínido de características muy similares al hombre actual, que pertenece a la subespecie del Homo sapiens sapiens. Los hombres de Cro-Magnon vivieron en el oeste y sur de Europa durante la última glaciación.
Las características físicas que distinguen al Cro-Magnon del Neandertal son su frente elevada y su barbilla perfectamente definida. Las herramientas y utensilios atribuidos al periodo más antiguo de la cultura Cro-Magnon, el auriñaciense, perteneciente al paleolítico superior (véase Edad de piedra), demuestran claramente que habían llegado a dominar el arte de fabricar diversos instrumentos de piedra, hueso y marfil. Los hombres de Cro-Magnon llevaban vestimentas ceñidas y decoraban sus cuerpos con joyas y adornos de concha y hueso.
Las pinturas rupestres encontradas en las paredes de algunas cuevas (véase Hombre de las cavernas) constituyen una prueba adicional de su elaborada cultura. Se cree que los Cro-Magnon fueron los antepasados remotos de los pueblos que habitan en el sur y oeste de Europa. El nombre Cro-Magnon proviene de un refugio rocoso de igual nombre en el departamento de Dordoña en el suroeste de Francia, donde en 1868 se descubrieron restos de esqueletos.

martes, 21 de septiembre de 2010

Mutación


Mutación, cambio en la secuencia de bases del ácido desoxirribonucleico (ADN) de un organismo.
Las mutaciones pueden ser espontáneas o inducidas. Las primeras son aquellas que surgen normalmente como consecuencia de errores durante el proceso de replicación del propio ADN. Tales errores ocurren con una frecuencia de 10-7 a 10-11. Las mutaciones inducidas surgen como consecuencia de la exposición a mutágenos químicos o biológicos o a radiaciones. Entre los mutágenos químicos se pueden citar los análogos de bases del ADN (como la 2-aminopurina), moléculas que se parecen estructuralmente a las bases púricas o pirimidínicas pero que muestran propiedades de apareamiento erróneas; los agentes alquilantes como la nitrosoguanidina, que reacciona directamente con el ADN originando cambios químicos en una u otra base y produciendo también apareamientos erróneos; y, por último, los agentes intercalantes como las acridinas, que se intercalan entre 2 pares de bases del ADN, separándolas entre sí.
Como mutágenos biológicos podemos considerar la existencia de transposones o virus capaces de integrarse en el genoma. Por último, las radiaciones ionizantes (rayos X, rayos cósmicos y rayos gamma) y no ionizantes (sobre todo la radiación ultravioleta) también inducen mutaciones en el ADN; las primeras se originan por los radicales libres que reaccionan con el ADN inactivándolo, y las segundas aparecen como consecuencia de la formación de dímeros de pirimidina en el ADN, es decir, como consecuencia de la unión covalente de 2 bases pirimidínicas adyacentes.
En cualquier caso, las mutaciones pueden ser: puntuales (cuando afectan a un par de bases) o mutaciones que afectan a muchos pares de bases. Cuando es puntual, el resultado puede ser una proteína defectuosa (entonces la mutación se conoce como mutación por cambio de sentido, pues origina la sustitución de un aminoácido por otro), o una proteína incompleta (mutación sin sentido, porque la mutación ha originado un codón de fin antes de tiempo), o bien una proteína normal (mutación silenciosa), porque el aminoácido al que ha dado origen es el mismo debido a la degeneración del código genético. Estas mutaciones puntuales son reversibles.
Las mutaciones que afectan a muchos pares de bases pueden ser deleciones (en las que se elimina una región del ADN), inserciones (se añaden nuevas bases), translocaciones (grandes fragmentos de ADN se “cortan” e integran en nuevas localizaciones, incluso a veces en diferentes cromosomas) e inversiones (en las que la orientación de segmentos particulares del ADN resulta invertida con respecto al resto del cromosoma).
Las mutaciones son la materia prima de la evolución. La evolución tiene lugar cuando una nueva versión de un gen, que originalmente surge por una mutación, aumenta su frecuencia y se extiende a la especie gracias a la selección natural o a tendencias genéticas aleatorias (fluctuaciones casuales en la frecuencia de los genes). Antes se pensaba que las mutaciones dirigían la evolución, pero en la actualidad se cree que la principal fuerza directora de la evolución es la selección natural, no las mutaciones. No obstante, sin mutaciones las especies no evolucionarían.
La fortuna de una mutación depende de si mejora la cualidad del organismo que la contiene (mutación ventajosa), no produce diferencias en el organismo (mutación neutral) o reduce la cualidad del organismo (mutación desventajosa). La selección natural actúa para incrementar la frecuencia de las mutaciones ventajosas, que es como se produce el cambio evolutivo, ya que esos organismos con mutaciones ventajosas tienen más posibilidades de sobrevivir, reproducirse y transmitir las mutaciones a su descendencia.
La selección natural actúa para eliminar las mutaciones desventajosas; por tanto, está actuando continuamente para proteger a la especie de la decadencia mutacional. Sin embargo, la mutación desventajosa surge a la misma velocidad a la que que la selección natural la elimina, por lo que las poblaciones nunca están completamente limpias de formas mutantes desventajosas de los genes. Esas mutaciones que no resultan ventajosas pueden ser el origen de enfermedades genéticas que pueden transmitirse a la siguiente generación.
La selección natural no actúa sobre las mutaciones neutrales, pero las mutaciones neutrales pueden cambiar de frecuencia por procesos aleatorios. Existen controversias sobre el porcentaje de mutaciones que son neutrales, pero generalmente se acepta que, dentro de las mutaciones no neutras, las mutaciones desventajosas son mucho más frecuentes que las mutaciones ventajosas. Por tanto, la selección natural suele actuar para reducir el porcentaje de mutaciones al mínimo posible; de hecho, el porcentaje de mutaciones observado es bastante bajo.

La mutación en genética y biología, es una alteración o cambio en la información genética (genotipo) de un ser vivo y que, por lo tanto, va a producir un cambio de características, que se presenta súbita y espontáneamente, y que se puede transmitir o heredar a la descendencia. La unidad genética capaz de mutar es el gen que es la unidad de información hereditaria que forma parte del ADN. En los seres multicelulares, las mutaciones sólo pueden ser heredadas cuando afectan a las células reproductivas. Una consecuencia de las mutaciones puede ser una enfermedad genética, sin embargo, aunque en el corto plazo puede parecer perjudiciales, a largo plazo las mutaciones son esenciales para nuestra existencia. Sin mutación no habría cambio y sin cambio la vida no podría evolucionar.

Los viajes de Gulliver


Jonathan Swift aplicó su exuberante ingenio, y a menudo amarga sátira a terrenos como la política, la literatura y la sociedad. En Los viajes de Gulliver, su obra maestra, satiriza a la humanidad y a sus instituciones, y algunos de sus capítulos se han convertido en clásicos de la literatura infantil.


Jonathan Swift (1667-1745) escritor político y satírico anglo-irlandés, considerado uno de los maestros de la prosa en inglés y de los más apasionados denostadores, a través del humor, de la locura y la arrogancia humanas. Sus numerosos escritos políticos, textos en prosa, cartas y poemas tienen como característica común el uso de un lenguaje punzante y certero.
Nacido en Dublín el 30 de noviembre de 1667, estudió en el Trinity College de dicha ciudad. Obtuvo un empleo en Inglaterra como secretario del diplomático y escritor William Temple, pariente lejano de su madre. Las relaciones con su jefe no fueron especialmente cordiales y, en 1694, el joven Jonathan regresó a Irlanda, donde se ordenó sacerdote. Tras la reconciliación con Temple, volvió a su servicio en 1696. Supervisó la educación de Esther Johnson, hija de la recién enviudada hermana de Temple, y permaneció con el caballero hasta su muerte, en 1699. Durante ese tiempo, Swift, aunque tuvo frecuentes discusiones con su jefe, dispuso de gran cantidad de tiempo para la lectura y la escritura.
PRIMEROS ESCRITOS
Entre sus primeros trabajos en prosa se encuentra La batalla entre los libros antiguos y modernos (1697), una mofa de las discusiones literarias del momento, que trataban de valorar si eran mejores las obras de la antigüedad o las modernas. En esta obra suya, el autor irlandés se puso de parte de los maestros antiguos y, con gran mordacidad, atacó la pedantería y el espíritu escolástico de los escritores de su tiempo. Su Historia de una bañera (1704) es el más divertido y original de sus escritos satíricos. En él, Swift ridiculizó con soberbia ironía varias formas de pedantería y pretenciosidad, especialmente en los terrenos de la religión y la literatura. Este libro despertó serias dudas sobre la ortodoxia religiosa de su autor, y se cree que, a causa del enfado que produjo en la reina Ana Estuardo, perdió sus prerrogativas dentro de la iglesia de Inglaterra.
Aunque en teoría era un whig, Swift mantenía importantes diferencias de criterio con sus compañeros de partido. En 1710, subió al poder en Inglaterra el Partido Tory, y el inconformista autor irlandés se pasó rápidamente a sus filas. Comenzó a dirigir entonces sus ataques contra los whigs, a través de una serie de brillantes textos cortos, asumió la dirección del Examiner, el órgano informativo de los tories, y publicó una gran cantidad de panfletos, en los que defendía abiertamente la política social del gobierno tory. De entre esos textos, el más elocuente e influyente fue El comportamiento de los aliados (noviembre de 1711), en el cual afirmaba que los whigs habían prolongado la Guerra de Sucesión española mirando sólo a sus propios intereses. Este panfleto fue la causa de la dimisión de John Churchill, duque de Marlborough, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas británicas.
STELLA Y VANESSA
Swift comenzó sus Cartas a Stella en 1710. Stella era el nombre que él utilizaba para dirigirse a Esther Johnson, quien por entonces vivía en Dublín. Esta serie de cartas íntimas, en las que aparecen numerosos vocablos propios del lenguaje infantil, revelan un curioso aspecto de la enigmática personalidad del satírico irlandés. Los especialistas no tienen muy claro cuál era el tipo de relación que existía entre tutor y alumna. Es posible incluso que se hubieran casado en secreto. La otra mujer de la que se tiene noticia en la vida de Swift fue Esther Vanhomrigh, también alumna suya, hija de un comerciante de Dublín de origen holandés, y a la que él llamaba Vanessa. Esther Vanhomrigh se enamoró perdidamente de su tutor, pero él no correspondió nunca a ese amor.
En 1717, fue nombrado deán de la catedral de San Patricio de Dublín. Al año siguiente, el Partido Tory perdió el poder, y su influencia política desapareció por completo. Entre 1724 y 1725 publicó anónimamente Cartas de Drapier, una serie de apasionados y efectivos panfletos en los que intentaba defender la validez de la moneda irlandesa, y que ocasionaron el fin del permiso otorgado por la corona a un comerciante inglés para acuñar monedas en Irlanda. Por esta y otras obras en las que apoyaba las reivindicaciones de su pueblo, se convirtió en un héroe entre los nacionalistas irlandeses. Una modesta proposición (1729), uno de estos textos reivindicativos, incluye una propuesta especialmente irónica, la de que los niños irlandeses pobres podían ser vendidos como carne para mejorar la dieta de los ricos, pues con ello se beneficiarían todos los sectores sociales.
LOS VIAJES DE GULLIVER
Ilustración de Los viajes de Gulliver
Ilustración para Los viajes de Gulliver (1726), de Jonathan Swift. Expulsado del país de Liliput, Gulliver vuelve a Inglaterra para inmediatamente embarcarse de nuevo. Su barco se ve envuelto en una tempestad y Gulliver es arrojado esta vez a Brobdingnag, el país de los gigantes.

La obra maestra de Swift, Viajes a varios lugares remotos del planeta, titulada popularmente Los viajes de Gulliver, fue publicada como anónimo en 1726 y obtuvo un éxito inmediato. A pesar de que fue concebida originalmente como una sátira, un ataque ácido y alegórico contra la vanidad y la hipocresía de las cortes, los hombres de estado y los partidos políticos de su tiempo, el autor fue añadiendo, durante los seis años que tardó en escribirla, desgarradas reflexiones acerca de la naturaleza humana. Los viajes de Gulliver es, por tanto, una obra salvajemente amarga y, en ocasiones, desenfadada, una desabrida burla a la sociedad inglesa de su tiempo y por extensión al género humano. Al mismo tiempo, siendo una narración imaginativa, ingeniosa y sencilla de leer, el primer libro de los Viajes ha permanecido como un clásico de la literatura infantil. El cuarto libro, Gulliver en el país de los huim, suele eliminarse de muchas ediciones juveniles por su excesiva mordacidad, ya que en el fondo lo que está planteando Swift es que la compañía de los animales —de los caballos, concretamente— es preferible y más estimulante que la de muchos humanos.
Sus últimos años, tras las muertes de Stella y Vanessa, se caracterizaron por una creciente soledad y asomos de demencia. Sufrió frecuentes ataques de vértigo y, tras un largo periodo de decadencia mental, murió, el 19 de octubre de 1745. Fue enterrado en la catedral de la que había sido deán, junto al sepulcro de Stella. Su epitafio, escrito por él mismo en latín, reza: 'Aquí yace el cuerpo de Jonathan Swift, D., deán de esta catedral, en un lugar en que la ardiente indignación no puede ya lacerar su corazón. Ve, viajero, e intenta imitar a un hombre que fue un irreductible defensor de la libertad'.

Planeta


El Sistema Solar

Planeta, cualquiera de los ocho cuerpos celestes más importantes que están en órbita alrededor del Sol y brillan por el reflejo de su luz. Los planetas del Sistema Solar, ordenados según su distancia al Sol, son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Los cuatro primeros, los más próximos al Sol, son los planetas interiores; los otros cuatro son los planetas exteriores.
DEFINICIÓN OFICIAL DE LA UNIÓN ASTRONÓMICA INTERNACIONAL
En agosto de 2006, la Unión Astronómica Internacional (IAU, siglas en inglés) definió “planeta” como un cuerpo celeste (a) que orbita alrededor del Sol, (b) que tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido y alcance una forma de equilibrio hidrostático (casi redonda), y (c) que ha “limpiado” las inmediaciones de su órbita. Por no cumplir esta última condición, Plutón dejó de ser considerado el noveno planeta del Sistema Solar.
LOS PLANETAS ENANOS
En la misma resolución del 24 de agosto de 2006, la Unión Astronómica Internacional incluyó también la definición de otra nueva categoría de cuerpos dentro del Sistema Solar: los planetas enanos. Los objetos celestes que pertenecen a esta clase no son satélites y cumplen las dos primeras condiciones de la definición de planeta, pero no la tercera; es decir, un planeta enano es un cuerpo celeste (a) que orbita alrededor del Sol, (b) que tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido y alcance una forma de equilibrio hidrostático (casi redonda), y (c) que no ha “despejado” las inmediaciones de su órbita. Es el caso de Plutón, Ceres y Eris, un cuerpo celeste descubierto en 2005 al que se nombró provisionalmente como 2003 UB313.
A los objetos del Sistema Solar que no son planetas, ni planetas enanos, ni satélites, se les denominó “cuerpos pequeños del Sistema Solar”; son la mayor parte de los asteroides y los objetos transneptunianos, los cometas y los meteoroides.
LOS PLANETAS EXTRASOLARES
Aunque la definición de planeta dada por la Unión Astronómica Internacional en 2006 quedó restringida al Sistema Solar, a los cuerpos celestes que orbitan alrededor de otras estrellas que no son el Sol se les conoce como planetas extrasolares o exoplanetas.

Tortuga gigante


Tortuga gigante
La tortuga gigante que puebla las islas ecuatorianas Galápagos vive principalmente cerca de la costa, sobre los suelos cálidos y secos de lava bañados por el océano Pacífico. Constituye una especie en peligro de extinción ya que, de las 250.000 tortugas gigantes que habitaban estas islas, sólo quedan unas 15.000 en la actualidad.

Tortuga gigante, nombre común de dos enormes especies de tortuga en peligro de extinción que viven en el atolón de Aldabra, en el océano Índico, y en las islas Galápagos, frente a las costas de Ecuador, en el Pacífico. Tanto la primera como la segunda, a la que dio fama Charles Darwin, alcanzan una longitud superior a 1 m y llegan a sobrepasar los 250 kg. Los reptiles de este tamaño son probablemente muy viejos, pues crecen muy despacio. Se sabe de tortugas que han vivido 150 años. La tortuga es ahora una especie amenazada y catalogada como rara a consecuencia de la caza a que la ha sometido el hombre, la destrucción de sus hábitats y la introducción de animales que se alimentan de individuos jóvenes y compiten por el alimento con los adultos. Durante el siglo XIX en especial, los marineros cazaron muchas tortugas gigantes que utilizaban como fuente de carne fresca, que consumían tanto en las islas como en el curso de sus largos viajes. Se sabe de tortugas que han sobrevivido hasta 14 meses sin comida ni agua.
En las Galápagos, las tortugas gigantes han desarrollado a lo largo de la evolución caparazones distintos en cada isla, como consecuencia de las diferencias de hábitat y de alimentación. En las islas con pocos recursos alimentarios, las tortugas son menores. El caparazón está elevado por encima del cuello y de las largas patas que les permiten alcanzar plantas un poco más altas. Se sabe que dos formas de las islas se han extinguido, y una tercera ha quedado reducida a un ejemplar bautizado como ‘el solitario Jorge’, la única tortuga viviente de la isla Pinta, que reside en la estación de investigación Charles Darwin. La única esperanza de supervivencia de las tortugas gigantes está en el mantenimiento de la protección internacional y el éxito del programa de cría en cautividad iniciado hace más de veinte años en la estación Darwin. Las hembras de tortuga ponen hasta 17 huevos en un hoyo de 30 cm y las crías salen excavando. Ya se han devuelto al estado silvestre muchas tortugas nacidas en cautividad.
Clasificación científica: la tortuga gigante pertenece al género Geochelone, de la familia de los Testudínidos. La tortuga de Aldabra es la especie Geochelone gingantea y la de las islas Galápagos se clasifica como Geochelone elephantopus (a veces Geochelone nigra).

Gigantes


Polifemo
En la mitología griega, Polifemo era un cíclope, gigante de un solo ojo. Enfurecido al encontrar a su amada, Galatea, en brazos del bello Acis, Polifemo le lanza una piedra que acaba con su vida. En esta pintura del italiano Annibale Carraci, comenzada en 1597, se muestra a los dos amantes huyendo de los cíclopes. El cuadro se conserva en el Palacio Farnese de Roma.
El gigante es uno de los personajes más conocidos de la literatura popular. Descubra los orígenes y el desarrollo posterior de esta figura del folclore universal.
Gigante
Según la tradición popular, los gigantes son hombres y mujeres muy grandes, la mayoría de las veces amenazadores, aunque también los hay bondadosos y dispuestos a ayudar a los humanos y divertirse con ellos.
En la mitología griega, eran hijos de Gaya y Urano, y ayudaron a poner en orden el universo. Los gigantes existen en todas las culturas y suelen ser los primeros seres que habitaron el mundo, así se ve desde la mitología azteca hasta la escandinava. Sobre su naturaleza, no se determina si son inmortales o mortales, ni si tienen poderes mágicos. Se sabe que eran enormes, ásperos en el trato y de mal carácter y que, al ser derrotados por divinidades que pretendían controlar sus fuerzas, se dispersaron por el mundo. Dado su tamaño, vivían en grandes espacios naturales y causaban grandes desmanes en la naturaleza, pues para calmar su sed podían secar un río, y devorar rebaños para aplacar su hambre. Una de las proezas de los héroes en las novelas de caballerías era derrotar a los gigantes; la dificultad de esta hazaña residía en que para matarlos había que cortarles la cabeza.
La lucha de los gigantes contra los dioses del Olimpo fue elaborada literariamente por el escritor Claudio Claudiano en su poema La gigantomaquia, del que se conservan 128 hexámetros. También fue motivo frecuente en el mundo griego en el campo de las artes plásticas y decorativas: vasos, frontones, basamentos de altares. Al siglo XVI pertenecen las pinturas que representan la gigantomaquia en la sala de los gigantes del palacio del Tè, en Mantua, proyectado por Giulio Romano.
Otras figuras mitológicas relacionadas con el gigante son el ogro de los cuentos infantiles (véase Literatura infantil), el cíclope y el ojáncano de los cuentos populares españoles.
Fuente: Encarta

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