La asombrosa Catatonía



Catatonía, cuadro psicomotor caracterizado por pérdida de la iniciativa motora muy marcada (‘estupor catatónico’), pudiendo existir episodios intercalados de movimientos desorganizados elementales (‘agitación catatónica’).  
En la forma típica, llamada catalepsia, el paciente está inmóvil, despierto, con sus ojos abiertos y un parpadeo normal, pero no realiza ningún movimiento voluntario ni ninguna respuesta a estímulos. Puede asociarse ‘flexibilidad cérea’ (los miembros mantienen la postura en que los coloca el examinador, incluso en posiciones forzadas). Tras el estupor los pacientes recuerdan completamente todo lo ocurrido durante el episodio. En ocasiones aparecen movimientos simples, automáticos, incluso obediencia mecánica o gestos de imitación.
Un comportamiento catatónico durante 6 meses, sin otros síntomas, o durante una semana asociado a otro síntoma psicótico (percepciones delirantes, alucinaciones, anestesia afectiva, razonamientos incoherentes), ya es diagnóstica de esquizofrenia (DSM, Diagnostic and Statistical Manual of the American Psychiatric Association), y de ésta pueden distinguirse 4 subtipos: desorganizada, catatónica, paranoide e indiferenciada (véase Enfermedades mentales). Algunos autores defienden que el cuadro puede aparecer en otras enfermedades psiquiátricas.
Se postula una causa orgánica cerebral desconocida. Suele presentar, como todos los rasgos de la esquizofrenia tipo II (de tipo ‘pasivo’, ‘negativo’, por contraposición a los rasgos ‘activos’, como alucinaciones o ideaciones paranoides), una escasa respuesta al tratamiento antipsicótico.

lunes, 21 de febrero de 2011

El asombroso Asesinato del duque de Gandía


Asesinato del duque de Gandía
El asesinato de Juan de Borja (Borgia), duque de Gandía, hijo del papa Alejandro VI y hermano de César Borgia, es el objeto de este texto extraído de la Historia de los papas de Ludwig Pastor.
Fragmento de Historia de los papas.
De Ludwig Pastor.
Por más que se hicieron las más solícitas investigaciones sobre el asesinato del Duque de Gandía, por de pronto no pudo averiguarse cosa cierta, ni acerca del lugar, ni del autor del crimen. Se había visto por última vez al Duque aquella noche, cerca de una cruz que estaba en la calle que conduce a Santa María del Popolo; y se creyó haberse perpetrado el asesinato cerca de aquella cruz, porque se habían visto allí caballeros y peones. La incertidumbre que reinaba sobre el suceso, excitaba continuamente a las más diversas conjeturas. El Duque de Urbino, los Orsini y el cardenal Senseverino, fueron objeto de repetidas sospechas. Decíase además, que podían haber sido las gentes de la servidumbre del cardenal Ascanio, a causa de la anterior contienda de éste con el Duque. Finalmente, se aseguraba también con toda certidumbre, que el autor era Juan Sforza de Pesaro, o su hermano Galeazzo. El cardenal Ascanio, que refiere estas cosas a 20 de junio, menciona al fin de su escrito la carta de su hermano anunciando que Juan Sforza había ido a Milán, y el hermano de él no había salido de Pesaro. «Aunque es increíble –continúa– que tan cruel atentado haya sido llevado a cabo por cualquiera de los dos, alabo con todo que Juan haya escrito acá demostrando su inocencia y la de su hermano.» Luego que aquí se ha sabido, que Juan había ido a Milán, y que su hermano no se había movido de Pesaro, se han hecho nuevas conjeturas acerca del autor del espantoso homicidio, y se sigue buscando por todos caminos el modo de poner en claro este asunto.
Fuente: Pastor, Ludwig. Historia de los papas. Barcelona: Gustavo Gili, 1910.

La inexistencia del Abrazo de Acatempán


Abrazo de Acatempán, nombre que, de una forma muy descriptiva, hace referencia al preludio de acuerdo alcanzado el 15 de febrero de 1821 por los dos principales luchadores a favor de la independencia mexicana, Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, que tuvo lugar en la localidad homónima, actualmente perteneciente al municipio de Teloloapan, en el estado de Guerrero.
Iturbide había pasado recientemente de dirigir las tropas realistas enviadas al sur de México por el virrey español Juan Ruiz de Apodaca, a ponerse al frente de quienes se hallaban en contra de la aplicación en el virreinato de Nueva España del régimen del Trienio Liberal imperante en la metrópoli. Por su parte, Guerrero venía combatiendo la presencia española en su patria desde que en 1810 se unió a las filas de José María Morelos. El 10 de enero de 1821, Iturbide envió un mensaje a Guerrero en el que le invitaba a una entrevista entre ambos para llegar a un pacto sobre la independencia mexicana. El encuentro tuvo lugar el 15 de febrero de ese año, en las proximidades del cuartel general de Iturbide, situado en Teloloapan, concretamente en el pueblo de Acatempán. La entrevista acabó con el abrazo que da nombre a la reunión, que sellaba la unión de ambos dirigentes, adoptando Guerrero un papel subsidiario respecto de Iturbide en la nueva fase de la lucha. Nueve días más tarde, ambos acordaron en la cercana localidad de Iguala el definitivo pacto que, en forma de programa político (conocido como Plan de las Tres Garantías, Trigarante o Plan de Iguala), proclamaba la independencia mexicana, oficialmente resuelta en agosto de ese mismo año, cuando Iturbide y el virrey Juan O'Donojú firmaron el llamado Tratado de Córdoba.


La aberrante e increíble Ablación genital femenina



Ablación genital femenina, forma de mutilación de los órganos genitales femeninos por razones religiosas o rituales, a menudo como parte de un rito de iniciación. La ablación genital femenina, también conocida como clitoridectomía, implica la extirpación quirúrgica de partes del clítoris y de los labios mayores y menores. También se practica a veces la infibulación, que consiste en coser los labios mayores dejando sólo una pequeña apertura por la que pueda fluir la orina y el líquido menstrual.
El clítoris es extremadamente sensible y juega un papel fundamental en la estimulación sexual femenina. Hay quien alega que su mutilación, además de presentar razones religiosas o rituales declaradas, se realiza con el fin de eliminar el deseo sexual femenino, mal visto en algunas sociedades, controlar las relaciones sexuales extramatrimoniales y obligar a la mujer a desempeñar un papel sexual pasivo.
Las mujeres que han sufrido este tipo de intervención sufren grandes dolores cuando mantienen relaciones sexuales o dan a luz. Este tipo de operación presenta ciertos riesgos, ya que al ser normalmente realizada por comadronas no cualificadas y en condiciones poco higiénicas, existe el peligro de que la paciente contraiga infecciones como el tétanos. Además, la infibulación puede producir una retención del líquido menstrual y provocar la muerte.
Variantes de la ablación genital femenina la practican algunos grupos sociales incluso después de haber emigrado de su país. Las organizaciones pro derechos humanos consideran que la ablación genital femenina es una mutilación y han luchado activamente a favor de su abolición. Las feministas consideran que es un medio para controlar a las mujeres y perpetuar su sometimiento. Sin embargo, muchas veces son las propias mujeres de estos grupos las que desean que sus hijas se sometan a esta intervención. Desde un punto de vista ético, lo cierto es que la ablación genital femenina, considerada como un maltrato en donde no se tiene en cuenta la voluntad de quien lo sufre ni sus futuras repercusiones, es universalmente censurable.


El asombroso y Abominable hombre de las nieves



Abominable hombre de las nieves, legendario hombre salvaje del Himalaya, también conocido como Yeti.
Los testimonios de las personas que los han podido observar proceden de Nepal (donde es conocido como Yeti) y de algunas zonas de China, Siberia y otras regiones de Asia. Existen también testimonios en Norteamérica, donde se le conoce como Bigfoot en Estados Unidos y Sasquatch en Canadá. Todos ellos afirman que estas criaturas son evasivas, de fuerte constitución, semejantes a los monos, peludos y malolientes, y que se comunican por gruñidos, gritos o silbidos. El abominable hombre de las nieves es semejante al hombre salvaje de los bosques, figura del folclore muy popular. Este personaje es conocido como Enkidu en el Poema de Gilgamesh, como Sileno en la mitología griega, y como Grendel en el poema anglosajón Beowulf.
Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de verificar si los testimonios modernos sobre el abominable hombre de las nieves son consecuencia de tradiciones legendarias, o si los informes antiguos demuestran que tales criaturas han existido durante generaciones y que es posible que aún vivan en regiones remotas. Las supuestas pruebas físicas encontradas —huellas, partes del cuerpo, pelos y fotografías dudosas— resultan controvertidas, y el resultado de las investigaciones demuestra que se trata de interpretaciones inciertas (como huellas borrosas de un animal conocido) o simples fraudes. En 1960, el explorador Edmund Hillary se propuso investigar a los yetis, incluyendo el que había sido visto por el padre de su guía sherpa, Tenzing Norkay, pero no encontró ninguna prueba para demostrar su existencia.
Algunos autores creen que una especie de simio aún por descubrir o un último sobreviviente del hombre de Neandertal podría explicar su presencia. Otros van más lejos, y los relacionan con seres extraterrestres. Los más escépticos sostienen que, sin evidencias físicas, el peso de las pruebas aportadas no tiene ningún valor. Por otro lado, como las noticias que llegan sobre estos seres proceden de áreas remotas, y casi siempre se han visto desde una considerable distancia, se piensa que las posibilidades de confusión con cualquier criatura son muchas, e interpretan que es más fuerte el deseo de querer creer en ellos que su existencia misma, esos avistamientos como reflejo de la fascinación que persiste en el mundo moderno por lo salvaje y lo desconocido, con todo el misterio que ello implica.


TIRADORES Y TRAMPEROS EN EL REINO ANIMAL


Un mundo donde el incauto acaba convertido en alimento

MUCHAS criaturas han inventado ingenios as maneras de caza. La hormiga león joven, antes de convertirse en una especie de libélula, utiliza sus mandíbulas en forma de pinzas para hacer un agujero en la arena del desierto,
que
es su hábitat. Luego se instala en el agujero en espera de sus presas: hormigas y arañas.
Cuando uno de esos animales se acerca al agujero y mueve la arena del borde, la hormiga león entra en acción inmediatamente. Coloca un grano de arena en su cabeza y lo arroja con perfecta puntería contra el blanco. Ello hace caer al animal en el pozo, donde es rápidamente devorado. Luego la hormiga león vuelve a su puesto de guardia, preparada para atrapar la próxima víctima.

El pez arquero lanza un misil para apoderarse de sus presas. Mientras nada cerca de la superficie en los ríos de la India y Australia, busca los insectos posados en las ramas más bajas de los árboles de la orilla.
Cuando descubre una víctima, el pez arquero sale a la superficie
, lanza un chorro de agua por la boca y hace caer el insecto al agua. El pez produce este disparo de pistola de agua, gracias a la forma de su boca. Posee una ranura a lo largo del paladar y al apretar la lengua contra él forma un estrecho tubo. Al cerrar sus agallas produce la presión necesaria para lanzar el potente chorro.

Un pez que pesca

El pez pescador de las profundidades utiliza un método más alambicado mediante una larga aleta, parecida a una caña de pes- car, que surge de su dorso. Puede inclinar- la hacia adelante hasta que su extremidad queda delante de su boca. En la punta de esta aleta se halla el «cebo», excrecencia carnosa en forma de gusano que se retuerce llamativamente. Cuando un pez más pequeño trata de morder el cebo, el pez pescador lo atrapa.

Cierta araña saltadora utiliza una curiosa treta. Teje una tela en la boca de la sarracenia, planta carnívora que .se alimenta de los insectos que penetran en sus flores con forma de recipientes. La araña 'se coloca en su red y espera la llegada de una víctima. De este modo, se apodera de la presa, que estaba destinada a la planta.




PEZ QUE PESCA PECES. El pez pescador atrae a víctimas de menor tamaño con una excrecencia carnosa en el extremo de su aleta.








VOLANDO BAJO EL AGUA
A LA ORILLA de los torrentes de montaña vive un ave robusta, del tamaño de un estornino, llamada somorgujo. Abunda en diversas zonas del globo y se adapta perfectamente al agua, en cuyo ·interior «vuela» con asombrosa maestría. Bate sus fuertes alas y vuela hasta fondos de seis metros de profundidad. Allí puede resistir medio minuto buscando alimento entre los guijos y la arena.

Se cree que el somorgujo puede caminar por el fondo del agua, colocando su cuerpo en determinado ángulo contra la corriente.' Ello le vale mantenerse sumergido mientras se procura el sustento. Uña aleta movible, situada sobre las narices del ave, cierra el paso del agua, y los ojos están protegidos por una delgada membrana parecida a un tercer párpado.



MODESTIA NATURAL
Supervivencia por el camuflaje ... o el susto


LAS leyes de la naturaleza exigen a toda criatura ciertos medios protectores que le permitan sobrevivir. Unos seres han desarrollado terribles armas defensivas y otros se valen de ingeniosos disfraces para pasar desapercibidos.

Los insectos constituyen el principal alimento de muchos depredadores, y esta amenaza les ha hecho particularmente hábiles en el arte del disfraz. Hojas y ramas de bosques y selvas no son siempre lo que parecen: los insectos palo se confunden con ramitas; ciertos grillos arbóreos, con hongos; los saltamontes con espinas, y los insectos
hoja se balancean en las ramas como si formaran parte de! follaje mecido por e! viento.



La mariposa de la oruga esfinge consigue hacer algo aún más sorprendente. Al verse amenazada, contrae las patas y se enrolla sobre sí misma, dejando ver un par de ojos «falsos» que la asemejan totalmente a la mortífera víbora de! pozo o crótalo. El escarabajo bombardero es un insecto que se defiende de manera tan espectacular como peligrosa. Arroja ruidosamente un chorro de líquido, compuesto de pexido de hidrógeno y quinolina, a todo posible atacante. La variedad europea es más bien pequeña, pero su congénere de la India alcanza cinco centímetros de longitud y su temible chorro puede producir al hombre un fuerte dolor si le alcanza en los ojos.



ESPECTRO. Los insectos palo son casi indistinguibles, por la forma y el color, de los tallos de las plantas donde se posan.







INMOVIL. La mantis religiosa espera inmóvil, camuflada entre el ramaje y dispuesta a caer sobre sus ctimas.







MECIENDOSE EN EL VIENTO. Los insectos hoja no sólo semejan parte del follaje por su color y nervadura, sino que balancean sus cuerpos como si temblaran al soplo del viento.


domingo, 20 de febrero de 2011

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