Tejido


Los asombrosos Tejidos
Tejido, agrupación de células con una estructura determinada que realizan una función especializada, vital para el organismo (véase Fisiología). Los tejidos animales adquieren su forma inicial cuando la blástula, originada a partir del óvulo fecundado, se diferencia en tres capas germinales: ectodermo, mesodermo y endodermo (véase Embriología: Desarrollo normal en animales). A medida que las células se van diferenciando (histogénesis), determinados grupos de células dan lugar a unidades más especializadas para formar órganos que se componen, en general, de varios tejidos formados por células con la misma función.
Se pueden distinguir cuatro tipos básicos de tejidos:
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TEJIDO EPITELIAL
Este tejido incluye la piel y las membranas que cubren las superficies internas del cuerpo, como las de los pulmones, estómago, intestino y los vasos que transportan la sangre. Debido a que su principal función es proteger las lesiones e infecciones, el epitelio está compuesto por células estrechamente unidas con escasa sustancia intercelular entre ellas.
Hay unas doce clases de tejido epitelial. Una de ellas es el epitelio pavimentoso estratificado presente en la piel y en la superficie del esófago y la vagina. Está formado por una capa fina de células planas y escamosas que descansan sobre capilares sanguíneos y crecen hacia la superficie, donde mueren y se eliminan. Otro es el epitelio prismático simple, que incluye al epitelio del sistema digestivo desde el estómago al ano; estas células no sólo controlan la absorción de nutrientes, sino que también segregan moco. Algunas glándulas multicelulares se forman por el crecimiento hacia dentro (invaginaciones) del epitelio, por ejemplo las glándulas sudoríparas de la piel o las glándulas gástricas. El crecimiento hacia afuera ocurre en el pelo, las uñas y otras estructuras.
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TEJIDO CONECTIVO
Tejido conectivo
Son tejidos conectivos el hueso, el cartílago, el tejido adiposo, los ligamentos y los tendones. Sujetan y conectan las distintas partes del cuerpo. La estructura depende de su función. La franja roja diagonal de esta imagen es un haz de fibras de elastina, que permite al tejido conectivo recuperar la forma después de deformarse.

Estos tejidos, en conjunto, sustentan y mantienen las distintas partes del cuerpo, y comprenden el tejido conectivo elástico y fibroso, el tejido adiposo (tejido graso), el cartílago y el hueso. A diferencia del epitelio, las células de estos tejidos están muy separadas unas de otras, con gran cantidad de sustancia intercelular entre ellas. Las células del tejido fibroso se interrelacionan unas con otras por una red irregular de filamentos en capa fina que también forma el esqueleto de vasos sanguíneos, nervios y otros órganos. El tejido adiposo tiene una función similar, y sus células suponen además un almacén de grasas. El tejido elástico que forma parte de los ligamentos, de la tráquea y de las paredes arteriales se dilata y se contrae con cada latido del pulso. Durante el desarrollo embrionario los fibroblastos segregan colágeno para el desarrollo del tejido fibroso y se modifican más tarde para segregar una proteína diferente llamada condrina para la formación del cartílago; ciertos cartílagos se calcifican para formar huesos. La sangre y la linfa suelen considerarse tejidos conectivos.
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TEJIDO MUSCULAR
Tejido muscular estriado
El músculo estriado es aquél que se relaciona con el esqueleto y el movimiento. El tejido muscular estriado, junto con el tejido muscular liso, permanece libre de infecciones debido a su abundante riego sanguíneo.

Estos tejidos que se contraen y se relajan comprenden los músculos estriados, lisos y músculos cardiacos. El músculo estriado, también llamado músculo esquelético o voluntario, incluye al músculo activado por el sistema nervioso somático o voluntario. Las células del músculo estriado, unidas unas con otras, carecen de pared celular y tienen numerosos núcleos y presentan estrías transversales. El músculo liso o involuntario que se activa por el sistema nervioso autónomo se encuentra en distintos órganos y sus células se agrupan formando túnicas o haces musculares. El músculo cardiaco, que tiene características tanto del liso como del estriado, está constituido por una gran red de células entrelazadas y vainas musculares.
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TEJIDO NERVIOSO
Célula nerviosa
Las células nerviosas transmiten información desde unas partes del organismo hacia otras. Cada una de ellas tiene unas terminaciones ramificadas llamadas dendritas que se conectan con otras y un largo axón que transmite los impulsos recogidos.

Este complejo grupo de células transfiere información de una parte del cuerpo a otra; de esta manera coordina el funcionamiento de un organismo y regula su comportamiento. Cada neurona o célula nerviosa consta de un cuerpo celular con distintas ramas llamadas dendritas y una prolongación llamada axón. Las dendritas conectan unas neuronas con otras y transmiten información hacia el cuerpo de la neurona; el axón transmite impulsos a un órgano o tejido.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Orangután


El asombroso Orangután
Orangután en la selva
Simio antropoide de gran tamaño que vive en los árboles formando grupos que pasan el día buscando comida, básicamente hojas y frutas.

Orangután (en malayo, hombre de los bosques), nombre común de uno de los grandes simios, propio del Sureste asiático. Los orangutanes viven exclusivamente en la isla de Borneo y en la parte norte de la isla de Sumatra.
Tienen un pelaje largo de color rojizo, que es más largo en los brazos y en los muslos. Los machos suelen medir unos 95 cm de altura y pesan unos 70 kg. Las hembras son más pequeñas, alcanzando unos 78 cm de altura y un peso de unos 37 kg. Por tanto, existe un dimorfismo sexual muy marcado. El macho se caracteriza por tener la piel que cuelga de la garganta bastante distendida, llegando a formar una especie de bolsa de aire que utiliza para realizar su llamada, una especie de quejido que se puede oír a un kilómetro de distancia.
Los orangutanes son animales arborícolas, aunque pueden bajar al suelo de vez en cuando y, cuando lo hacen, caminan sobre las cuatro extremidades. Sus brazos están bien adaptados para colgarse de las ramas de los árboles y son muy largos (alrededor de 2 m), en comparación con las piernas. No resulta fácil desplazarse por las copas de los árboles, de manera que los orangutanes recorren solo unos cientos de metros cada día. Las manos y los pies son prensiles y el pulgar está reducido. Duermen en nidos construidos cada noche en lo alto de los árboles, formados por hojas y ramas. Los machos viejos, en cambio, pueden desplazarse y dormir en el suelo.
Aproximadamente la mitad de la dieta de los orangutanes está formada por fruta, pero también comen hojas, cortezas, termitas, huevos y, en algunas ocasiones, monos. Los orangutanes acumulan grasa en invierno para prepararse para la estación de las lluvias, entre abril y octubre, cuando la comida escasea.
Son animales solitarios, excepto durante el periodo de apareamiento. Cuando una hembra está lista para aparearse busca un macho adulto. La pareja permanece junta durante varios días, hasta que la hembra se queda embarazada, y luego los dos vuelven a su vida solitaria. El periodo de gestación de los orangutanes es de algo menos de nueve meses, muy parecido al de los seres humanos. La hembra pare una sola cría que permanece junto a la madre hasta que es destetada, aproximadamente a los tres años. La cría tarda entre tres y cinco años más en ser independiente, consiguiendo la independencia total a los ocho años.
En la actualidad, los orangutanes están considerados como especies en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat, a consecuencia de la deforestación, y a la caza. Aunque está prohibido cazar, poseer o exportar orangutanes, estas prácticas continúan. Los incendios que se produjeron en Sumatra y Borneo en 1997 y 1998 ocasionaron la muerte de miles de orangutanes y destruyeron el hábitat de miles más, poniendo en grave peligro la supervivencia de la especie.
Clasificación científica: los orangutanes pertenecen a la familia de los Póngidos, dentro del orden de los Primates. Se clasifican como Pongo pygmaeus.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Bonobo


El asombroso Bonobo
Bonobo
El bonobo o chimpancé pigmeo y el chimpancé común se consideran los animales más estrechamente emparentados con el ser humano. Las relaciones sociales de los bonobos son bastante pacíficas.

Bonobo o Chimpancé pigmeo, especie de chimpancé que sólo se encuentra en una pequeña región, cubierta de espesa jungla, de la República Democrática del Congo, en África central. Identificados por primera vez en 1929, los bonobos difieren de sus parientes, los irascibles chimpancés, en que son menos agresivos y sus relaciones sociales son bastante pacíficas.
El bonobo es muy parecido al chimpancé común, pero es más pequeño, tiene el pecho y las caderas más estrechos, unas extremidades más largas y una postura más erguida. Los bonobos machos tienen una estatura media de 85 cm y pesan unos 40 kg. Los bonobos hembras alcanzan una talla de 78 cm y un peso de unos 30 kg. Su pelaje es largo, fino y en su mayor parte negro. A diferencia del chimpancé común, la piel de la cara es de un negro brillante, los labios son rojizos y las orejas pequeñas y poco llamativas.
Pasan la mayor parte del tiempo en los árboles, donde construyen nidos para dormir. Se alimentan principalmente de frutas, pero también comen nueces, semillas, hojas tiernas e insectos. En ocasiones atacan a monos, serpientes y pequeños antílopes. Viven en grupos de 30 a 80 individuos, que se dividen en bandas más pequeñas para buscar alimento.
Los hembras son fértiles a la edad de 11 o 12 años, mientras que los machos alcanzan la madurez sexual a los 15. Los bonobos se aparean a lo largo de todo el año y de manera frecuente. No sólo se sirven del sexo con fines reproductivos, sino también con propósitos sociales, para establecer vínculos, aliviar tensiones y crear alianzas. A pesar de la frecuencia de los apareamientos, su tasa de reproducción es bastante baja: las hembras sólo dan a luz cada cuatro o seis años. Después de un período de gestación de 228 días, la madre da a luz a una sola cría, que cuida con dedicación y no desteta hasta el final de su quinto año de vida. Las crías de bonobo tienen un característico mechón de pelo blanco en los glúteos; hasta que no pierden esa marca juvenil son tratados con condescendencia por los animales adultos.
Los bonobos son víctimas de la caza furtiva para aprovechar su carne; también se capturan para exportarlos; no obstante, las principales amenazas contra su supervivencia son la tala de los bosques, los incendios y la agricultura.
Clasificación científica: el bonobo pertenece a la familia Póngidos, dentro del orden de los Primates. Se clasifica como Pan paniscus.

Bipedación


La asombrosa Bipedación
Bipedación, se dice del animal, incluida la especie humana, que utiliza los dos pies como forma primordial de locomoción. La marcha sobre dos pies evolucionó antes que el tamaño del cerebro y constituye una característica de los Homínidos (véase Evolución humana).
Los bípedos tienen un esqueleto muy especializado, que se reconoce con gran facilidad en los fósiles. El cráneo presenta un orificio en su base, a través del cual penetran los nervios espinales en el cerebro. La pelvis es corta y tiene forma de cuenco; las piernas son largas, las rodillas están ligeramente giradas hacia dentro, y en los pies y los tobillos se dan una serie de adaptaciones, tales como el arco del empeine.
En la evolución hacia la marcha bípeda hay que distinguir dos fases distintas. Los bípedos más antiguos conocidos son el Ardipithecus ramidus y el Australopithecus afarensis. Una serie de huellas fosilizadas, encontradas en Laetoli, Tanzania, demuestran que la bipedación surgió hace por lo menos 3,6 millones de años. El esqueleto de Lucy (un Australopithecus afarensis de sexo femenino) indica que era bípeda, ya que presenta una articulación parecida a la humana en rodillas y tobillos. Sin embargo, las piernas son muy cortas comparadas con las de un ser humano y la pelvis presenta características tanto de los simios como de la especie humana. Aunque es indudable que Lucy era bípeda, su manera de caminar sería muy diferente a la de los humanos; al parecer, se balanceaba con las rodillas flexionadas y pasaba gran parte del tiempo subida a los árboles, según indica la curvatura de los dedos de manos y pies, así como la adaptación de brazos y hombros para poder trepar.
El primer bípedo moderno, el Homo erectus, apareció hace 1,8 millones de años. El esqueleto de un joven hallado en Nariakotome, Kenia, demuestra que tenía piernas largas y brazos cortos, como los seres humanos actuales. Además, la anatomía de pies, piernas y pelvis no presenta las características de los simios, lo cual indica que el Homo erectus era bípedo en su totalidad.
Es posible que la marcha bípeda se originara como una adaptación a la sabana. A mediodía, cuando el Sol se sitúa en su punto más alto, la cabeza y los hombros, protegidos por el pelo, son las únicas partes del cuerpo que el bípedo expone al Sol. La simultánea pérdida de pelo en otras zonas del cuerpo pudo tener como objetivo aumentar la sudoración para eliminar calor. El bípedo que habita la sabana necesita menor cantidad de agua y almacena menos calor que un cuadrúpedo, que, al caminar a cuatro patas, expone al Sol una mayor superficie de su cuerpo. Por otro lado, la marcha bípeda también podría deberse a la adaptación a nuevas formas de alimentación: de modo similar a los chimpancés, los homínidos bípedos podían alcanzar los frutos de las ramas más bajas de los árboles.

Ácaro


El asombroso Ácaro
Ácaro del polvo
Micrografía electrónica del ácaro del polvo Dermatophagoides pteronyssinus. De cuerpo redondo y no segmentado, los ácaros del polvo poseen 8 patas. Pertenecen a la clase Arácnidos, al igual que las arañas y los escorpiones y pueden causar reacciones alérgicas en determinadas personas.

Ácaro, nombre común de unas 30.000 especies de arácnidos diminutos, generalmente con el cuerpo ovalado y distribuidos por todo el mundo. Los ácaros se parecen a las garrapatas en que tienen la cabeza, el tórax y el abdomen fusionados en un cuerpo no segmentado, pero, normalmente, son mucho más pequeños. Suelen tener tres pares de patas en la etapa larvaria y cuatro en la de ninfa y en estado adulto. Su aparato bucal está adaptado para la perforación. Como la mayoría de los arácnidos, los ácaros respiran a través de tráqueas (tubos de pequeño tamaño que se abren en la superficie del cuerpo) y viven en hábitats terrestres y acuáticos. Muchos son parásitos y algunos de los que viven en la vegetación producen agallas en las plantas. Tanto desde el punto de vista económico como médico son perjudiciales, ya que transmiten enfermedades que afectan tanto al ganado como a la especie humana.
Entre los ácaros más importantes se encuentra el ácaro rojo y el ácaro de la sarna. Los ácaros del folículo, que infectan los folículos del pelo y las glándulas sebáceas humanas, miden unos 0,25 mm de longitud. Los ácaros de los pájaros infectan la piel de estos animales; el de las gallinas ataca a las aves domésticas de corral y produce una forma de dermatitis en los humanos. En los ríos y lagos habitan especies de agua dulce con unas patas periféricas que utilizan para nadar. Entre otros ácaros comunes se encuentran las llamadas arañas rojas o ácaros araña que forman telarañas, se alimentan del envés de las hojas y destruyen muchos tipos de plantas.
Clasificación científica: los ácaros pertenecen al orden Acari. El ácaro rojo pertenece a la familia Trombiculidae. Los ácaros de la sarna pertenecen a la familia Sarcoptidae y los del folículo a la Demodicidae. Los ácaros de las aves pertenecen a la familia Dermanyssidae. El ácaro de las gallinas se clasifica como Dermanyssus gallinae. Los ácaros de agua dulce pertenecen a la familia Hydrachnidae y las arañas rojas o ácaros araña constituyen la Tetranychidae.

Mono araña


El asombroso Mono araña
Mono araña
La presencia de una cola prensil y una cintura escapular muy flexible, permite a los representantes del género Ateles, los monos araña, balancearse con gran agilidad de rama en rama. Es habitual que formen grupos de unos veinte individuos, pero es muy raro que todos los miembros estén juntos en el mismo lugar; lo normal es que haya diversos subgrupos de tamaño variable con un trasiego continuo de individuos entre ellos. Los monos araña son lo bastante grandes como para no necesitar de un grupo grande para protegerse de los depredadores.

Mono araña, también llamado coatá, nombre común que reciben cuatro especies de monos del género Ateles, caracterizados por sus miembros largos y su extraordinaria agilidad. Su área de distribución se extiende desde el sur de Brasil hasta el centro de México. Viven en grupos pequeños y son arborícolas; se desplazan con rapidez por la selva con grandes saltos y balanceándose con ayuda de los brazos y la cola, que es prensil. La mano también es prensil, aunque el pulgar está reducido o ausente. El cerebro es grande y tiene cierta semejanza con el de los monos superiores del Viejo Mundo. El cuerpo está cubierto por un pelaje gris-amarillento, negro, pardo o castaño, que es más claro en las partes inferiores y los ojos están bordeados por un anillo blanco que les confiere un aspecto característico. Su dieta es frugívora, pero también la complementan con nueces, semillas, hojas, insectos y huevos. El periodo de gestación dura unos cuatro meses y la hembra pare una cría que suele ser transportada al principio sobre el abdomen y después, cuando es algo mayor, en el dorso de la madre.
Clasificación científica: los monos araña pertenecen a la familia de los Cébidos, dentro del orden de los Primates. Las cuatro especies son: el coatá, mono araña común o negro (en Perú, maquisapa), Ateles paniscus; el mono araña de vientre blanco, coatá diablo, araña mulato, chuva o marimonda, Ateles belzebuth; el mono araña capipardo, Ateles fusciceps, y el mono colorado, mirikío araña de manos negras, Ateles geoffroyi.

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