La asombrosa anatomía de los peces


Anatomía externa de un pez
Esta ilustración muestra las principales características anatómicas externas de los peces. Algunas especies no tienen todas las aletas que aparecen en la ilustración y otras carecen de escamas u opérculo.

En general, los peces tienen forma ahusada, con el cuerpo moderadamente aplanado en los lados y más afilado en la zona de la cola que en la de la cabeza. Sus principales rasgos son el juego de vértebras repetido en serie y los músculos segmentados, que permiten al pez desplazarse moviendo el cuerpo de forma lateral. Por lo general el cuerpo está dotado de una serie de aletas, formadas por membranas con una armadura de espinas, que actúan como medio de propulsión o de orientación del movimiento. En la línea dorsal, en la parte superior del cuerpo, puede haber una o más aletas dorsales. En el extremo de la cola hay una aleta caudal que es el principal órgano para generar el empuje por el que se mueve la mayoría de las especies. En la línea ventral hay una o más aletas anales, situadas entre la abertura anal y la cola. El cuerpo tiene dos pares de aletas laterales: las pectorales, que suelen estar situadas a los costados, detrás de los opérculos que cubren las branquias, y las pélvicas, que se encuentran en la zona abdominal, entre la cabeza y la abertura anal. Entre los peces hay gran diversidad de formas y peculiaridades anatómicas, que oscilan desde las de la anguila (similar a una serpiente) hasta las del pez luna, que tiene forma de globo, o los peces planos como el lenguado. Las aletas pueden estar muy modificadas o ausentes, de acuerdo con los distintos modos de vida. Algunas especies de anguilas de las ciénagas carecen de casi todas las características que distinguen a los peces, como las branquias, las aletas y las escamas, e incluso pueden llegar a ser sobre todo terrestres. Unas 50 especies de peces óseos carecen de ojos.
Rape
El rape tiene apéndices que sirven como caña de pescar, o cebo, para atraer a sus presas que son, por lo general, otros peces.

También hay gran diversidad en lo que se refiere al tamaño. Un gobio recién descubierto en el océano Índico mide sólo 10 mm de longitud, mientras que el tiburón ballena puede alcanzar hasta 15 m y pesar 68.000 kilogramos.

Lamprea de río
La lamprea de río es una de las numerosas especies de lampreas comunes en las aguas dulces de América del Norte y de Europa occidental. La mayoría de las especies de lampreas de río no son parásitas. Todas las lampreas pasan los primeros cuatro años de su vida, durante los cuales se llaman larvas ammocetes, como animales filtradores, enterrados en el barro de las desembocaduras de pequeños embalses y ríos. Llegado el momento, sufren una metamorfosis y se transforman en adultos. En las lampreas no parásitas, como las lampreas de río, los ejemplares adultos no se alimentan; sólo se reproducen y mueren. Aquí se muestra un plano frontal de la cabeza de una lamprea, con su boca completamente abierta.

Los peces muestran también gran variedad de colores, y exhiben múltiples coloraciones y dibujos. En general, su coloración es más clara en la zona ventral que en la dorsal, pero en el agua los peces parecen tener un color uniforme debido a que la luz procede de la superficie. Una serie de peces tropicales (en especial el pez mariposa) tienen colores y dibujos llamativos. Su coloración puede servir como medio de reconocimiento o, en el caso de las especies venenosas, como advertencia para sus depredadores potenciales. Muchos peces tienen la capacidad de alterar sus colores para confundirse con su entorno. En los acuarios se ha observado que la platija puede cambiar de color adoptando un diseño a cuadros que imita el del fondo del recipiente.
Muchas especies tienen formas especializadas y órganos que les ayudan a cazar y alimentarse. Entre éstas se encuentran varias especies abisales que disponen de órganos luminosos para atraer a sus presas. El rape reposa sobre el fondo oceánico y exhibe un señuelo en forma de gusano en el extremo de una larga espina a modo de cebo para atraer a otros peces.
3.1
Escamas
Escamas de pez
La mayoría de los peces están protegidos por escamas, placas duras que cubren ciertas partes, o todo el cuerpo. Hay cuatro tipos de escamas: placoideas, cicloideas, ctenoideas y ganoideas. Las escamas ctenoideas tienen pequeñas espinas en su superficie, y son ásperas al tacto. Éstas y las escamas cicloideas, lisas y redondeadas, son las más comunes en los peces modernos. Algunos peces primitivos poseen duras escamas ganoideas, mientras que los tiburones y muchas rayas tienen escamas placoideas, que son afiladas y con una estructura semejante a la de los dientes.

El cuerpo de la mayor parte de los peces está cubierto de una capa de escamas, placas óseas o córneas dispuestas en hileras solapadas en las que el extremo libre de una escama se superpone al extremo superior de la siguiente. Las escamas suelen estar cubiertas por una delgada capa epidérmica. En cierto número de especies las escamas se transforman en placas óseas; en algunas, como la anguila, las escamas son diminutas, mientras que en otras, como el siluro, están casi ausentes.

Coloración de camuflaje en peces planos
Los peces planos tienen la habilidad de cambiar el color de la superficie superior de su cuerpo, el cual es, por lo general, oscuro o moteado, y adoptar un color semejante al del fondo donde se apoyan. Los peces planos utilizan este camuflaje para eludir a los depredadores y para permanecer al acecho de sus propias presas. Aunque pueden cambiar el color de la parte superior de su cuerpo, la cara de abajo permanece siempre blanca.

En ocasiones, los peces se han clasificado de acuerdo a la forma y a las características de sus escamas. Los tipos más importantes de éstas son las escamas ganoideas, con forma de rombo y cubiertas con una capa similar a un esmalte; las escamas cicloideas, que son casi redondas con bordes lisos, y las escamas ctenoideas, que también son redondeadas pero tienen los bordes expuestos y serrados, o en forma de peine. Las escamas placoideas son estructuras cónicas pequeñas, parecidas a dientes, y son características de los condrictios. La capa epidérmica del cuerpo presenta unas células que contienen pigmentos y dan al pez su color característico. En la capa epidérmica hay también células que segregan una mucosidad escurridiza que cubre la totalidad del cuerpo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

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