El asombroso esqueleto y la anatomía de los peces


Esqueleto de un pez
El esqueleto de los peces tiene los mismos componentes estructurales básicos que el esqueleto de otros vertebrados: cráneo, columna vertebral, miembros y cola. Los miembros de los peces se desarrollan como aletas, las cuales están adaptadas a la natación, y para proporcionar estabilidad en el agua.

La cubierta escamosa del cuerpo de un pez constituye su esqueleto dérmico. El endoesqueleto (o esqueleto óseo interno) de la mayor parte de los peces actuales está formado por un cráneo con mandíbulas equipadas de dientes, una columna vertebral, costillas, un arco pectoral y una serie de huesos interespinales que sustentan las aletas. En los peces antiguos, representados en nuestros días por especies como el esturión, el esqueleto es cartilaginoso en lugar de óseo.
3.3
Órganos internos
Regulación osmótica en los peces
Los peces marinos tienen una concentración salina más baja que la del agua marina que los rodea por lo que tienden a perder agua. Para reemplazar esta pérdida, estas especies están constantemente bebiendo agua de mar y excretando sales, y absorben el agua desde el estómago. Por el contrario, en los peces de agua dulce el agua tiende a entrar osmóticamente en sus cuerpos ya que la concentración de sales es menor en el medio acuático que en la sangre de estos peces. Así, las branquias absorben sales y sus riñones, más evolucionados, tienden a bombear el exceso de agua produciendo una orina muy diluida.

El aparato digestivo de los peces consta, por lo general, de una boca dotada de hileras de dientes afilados o en forma de cepillo, una faringe, un esófago, un estómago y un intestino que termina en un orificio anal. Los diferentes órganos que componen el sistema digestivo no están diferenciados con claridad en todas las especies, aunque todas ellas tienen páncreas e hígado.

Respiración de los peces
Los peces respiran tomando agua. Ésta, sometida a presión, pasa desde la boca al interior de las cámaras branquiales situadas a ambos lados de la cabeza. Las branquias, localizadas en las hendiduras branquiales dentro de las cámaras branquiales, son unos filamentos laminares carnosos con unas extensiones llamadas lamelas. Cuando el agua fluye por las branquias, el oxígeno que contiene se difunde a la sangre a través de los vasos sanguíneos de los filamentos y de las lamelas. De forma simultánea, el dióxido de carbono de la sangre del pez se difunde hacia el agua, que es expulsada del cuerpo. Un pez puede cerrar su opérculo, o solapa de tejido que cubre las aberturas branquiales, para evitar que el agua salga.

El aparato respiratorio de los peces mandibulados consiste en una serie de hendiduras branquiales que comunican la faringe con las cámaras branquiales situadas a ambos lados de la cabeza. Estas cámaras se comunican con el agua exterior, pero pueden estar cubiertas por una serie de huesos llamados conjuntamente opérculos. En el interior de la cámara y las hendiduras branquiales están las branquias, que adoptan la forma de delgadas láminas o filamentos a través de los cuales circula la sangre. Cuando el pez absorbe agua y la expulsa a través de las branquias, el oxígeno disuelto en ella atraviesa la delgada membrana de las branquias y se disuelve en la sangre, mientras el dióxido de carbono sale de ésta y se disuelve en el agua. Unas pocas especies, no obstante, como los dipnoos (o peces pulmonados) pueden respirar también el aire atmosférico por medio de un pulmón bien desarrollado. La mayoría de los peces óseos tienen un órgano que utilizan para controlar su flotación llamado vejiga natatoria. Este precursor del pulmón es una cámara que comunica con el canal alimentario y se llena de oxígeno y nitrógeno extraídos de la sangre. Su principal función es adaptar al pez a la presión existente a diferentes profundidades para que tenga una capacidad de flotación neutra, lo que le permite permanecer a cualquier profundidad sin esfuerzo.

Anatomía interna general de un pez

El sistema circulatorio de la mayoría de los peces es sencillo; está formado por un corazón con dos cámaras que impulsa la sangre hacia adelante, en dirección a las branquias, desde éstas hacia la cabeza, y desde aquí al resto del cuerpo a través de una gran arteria situada debajo de la espina dorsal. El ritmo circulatorio es inferior en los peces que en otros vertebrados.
3.4
Músculos
Los principales músculos del cuerpo de los peces están dispuestos a lo largo de los costados del tronco y la cola. La masa muscular de mayor tamaño recorre el dorso a cada lado de la espina dorsal y la masa de menor tamaño se encuentra debajo de la primera. Cada masa muscular está compuesta por una serie de segmentos entrelazados. En la natación ordinaria, la contracción sucesiva y alternante de los segmentos musculares de cada lado (de adelante hacia atrás) da a la aleta caudal un movimiento ondulante lateral. Unos músculos pequeños controlan los movimientos de la boca, las branquias, las aletas y los ojos. Unos cuantos tipos de peces, como la anguila, nadan por medio de movimientos serpentinos del cuerpo, mientras que otros, entre ellos el pez cofre, se mueven por la acción de sus aletas, casi sin mover el cuerpo.
3.5
Sistema nervioso
Receptores de movimiento
Las ondas sonoras que se transmiten en el agua llegan a pequeños poros situados en el tegumento de los peces en su línea lateral, y desde ahí, a un canal interno lleno de líquido llamado canal de la línea lateral. Estas vibraciones estimulan los pelos sensibles de los órganos sensores. El nervio lateral ramificado conecta estos órganos sensores con el cerebro del pez, y transmite información sobre el flujo del agua que lo rodea y sobre los movimientos de otros organismos.

El sistema nervioso central de la mayor parte de los peces consiste en una médula espinal, un gran cerebelo, un par de lóbulos ópticos, un cerebro pequeño y una médula oblongada o bulbo raquídeo. La forma y tamaño de las diversas partes del cerebro varían mucho de una especie a otra. Los ojos tienen cristalinos casi esféricos con una córnea aplanada. La totalidad de la lente del ojo se mueve hacia adelante y hacia atrás respecto a la retina para enfocar la vista a diferentes distancias. Los ojos de algunos peces cavernícolas que viven en total oscuridad son rudimentarios o están ausentes. Los peces huelen por medio de un par de orificios nasales dobles que conducen a una cámara olfativa; muchos de ellos detectan los estímulos olfativos a través de órganos sensoriales o tentáculos (barbelos) que llevan alrededor de la boca o en otras partes del cuerpo.
Los peces oyen sin ayuda de oídos externos. Las vibraciones del sonido son transmitidas a través de los huesos hasta el cráneo y un oído interno que contiene tres canales semicirculares, el cual actúa también como órgano del equilibrio. Los peces tienen también órganos sensoriales especiales llamados líneas laterales; consisten en canales que recorren los costados de la cabeza y el cuerpo y están comunicados con el exterior por medio de pequeños poros. La principal función de la línea lateral es detectar vibraciones de una frecuencia muy baja, pero en algunas especies también puede detectar campos eléctricos de poca potencia.
4
REPRODUCCIÓN
Cápsulas de huevos de tiburón con embriones
Estas dos cápsulas con huevos de pintarroja, muestran a los embriones desarrollándose en su interior. Cada cápsula contiene la suficiente cantidad de sustancias nutritivas para cubrir las necesidades del feto hasta la eclosión. La cubierta externa de la cápsula es de un material córneo duro. En cada extremo de la cápsula, existen largos filamentos enrollados, o zarcillos, que se sujetan a las rocas, algas u otros materiales del fondo marino; así se evita que los huevos sean arrastrados por las corrientes, y que estén expuestos a los depredadores.

Los peces tiene diversos mecanismos de reproducción. Aunque la heterosexualidad es el más común, algunas especies son hermafroditas —es decir, sus miembros desarrollan tanto ovarios como testículos, bien en fases vitales distintas o simultáneamente—. Algunas especies de rapes exhiben parasitismo sexual; en este caso, el macho se fija sobre el cuerpo de la hembra de forma permanente, obteniendo su alimento del sistema circulatorio de ésta.
Salmón del Atlántico
El salmón del Atlántico nace en arroyos y ríos de agua dulce y cuando llega a la edad adulta emigra al mar. Al alcanzar la madurez sexual regresa de nuevo a su río natal, donde tiene lugar la freza.

Los peces ovíparos son los que ponen huevos, que son fecundados en el exterior del cuerpo de la hembra; en estos casos, el desarrollo de las crías es también externo. Las especies que dispersan sus huevos en el agua producen a menudo cantidades prodigiosas de ellos. Un único bacalao, por ejemplo, puede producir hasta 7 millones de huevos. Otros peces ovíparos, como el salmón del Pacífico, pueden efectuar notables migraciones de regreso a su lugar de origen para desovar. La atención familiar tras la puesta puede estar totalmente ausente, o ser muy elaborada, lo que implica la defensa del territorio o del nido. En la amia y algunos cíclidos africanos, los peces jóvenes penetran en la boca de uno de sus progenitores para huir de la amenaza de los depredadores.

Gupi común
Uno de los más populares peces de acuarios es el gupi, que es frecuente en los cursos de agua dulce y charcas de ciertas zonas de América Central, y norte de América del Sur. Los ejemplares salvajes carecen de los llamativos colores y de las ondulantes aletas de las variedades domésticas. Se caracterizan por tener una fecundación interna y alumbrar crías vivas. Más notable es el hecho de que en un sólo apareamiento nazca una progenie de unos 12 individuos en distintos alumbramientos que se desarrollan en el interior de la madre.

Los peces vivíparos presentan fecundación interna y alumbran las crías en un estado de desarrollo avanzado. El viviparismo se ha dado a menudo entre los peces y perdura en el tiburón, el celacanto y algunos peces de acuario como el gupi. Hay diversos mecanismos para proporcionar nutrientes a los embriones, que pueden multiplicar hasta mil veces su tamaño antes del alumbramiento. Ciertas especies son ovovivíparas, lo que quiere decir que las crías salen del huevo en el oviducto de la hembra y, por tanto, nacen vivas.
5
DIVERSIDAD DE LOS HÁBITATS
Los peces ocupan casi todos los hábitats acuáticos concebibles. Ciertas especies de cipronodóntidos abundan en el lago extenso más alto del mundo, el Titicaca, en la frontera entre Perú y Bolivia (a 3.810 m); se han detectado otras especies en el fondo del lago más profundo, el lago Baikal (1.637 m de profundidad) en Rusia, y en las profundidades abisales de los océanos (a 7.000 m de profundidad). En un manantial de aguas termales de México, los ciprinodóntidos toleran temperaturas de hasta 45 ºC, mientras que algunos peces del Antártico viven a unos -2 ºC; el agua no se congela a estas temperaturas debido a su elevado contenido en sal, y el pez logra vivir porque su sangre contiene una forma de anticongelante biológico. Algunos peces viven en agua dulce casi pura, mientras que algunos cipronodóntidos toleran salinidades cuatro veces superiores a las del mar. Los peces cavernícolas pueden pasarse toda la vida en completa oscuridad, mientras que los de las ciénagas de los desiertos experimentan niveles máximos de irradiación solar. Un grupo de peces anuales de Sudamérica sobreviven a la desecación periódica de su hábitat atravesando la estación seca en forma de huevos en estado latente y desarrollándose cuando llega la siguiente estación húmeda.
En las aguas tropicales es donde vive un número mayor de especies marinas, sobre todo en asociación con los arrecifes de coral. La mayor diversidad de especies de agua dulce se da en los grandes lagos de África y en los arroyos de las selvas tropicales (pluvisilvas), en especial en la cuenca del Amazonas, en Sudamérica.
6
VALOR ECONÓMICO
Bacalao
El bacalao ha sido un importante alimento pescado durante siglos. Salado y seco, fue una valiosa provisión en los grandes viajes oceánicos, en los que no existía la posibilidad de conservar comida perecedera. En la actualidad continúa siendo una especie de gran importancia comercial.

Los peces constituyen una de las fuentes más importantes de proteínas animales para el ser humano, y muchos de ellos se aprovechan como alimento. Otros usos son la fabricación de fertilizantes nitrogenados a partir de peces y sus desechos, la extracción de aceites de hígado como fuente de vitamina D, y la fabricación de alimentos para animales domésticos. Las escamas de pescado se usan a veces para la fabricación de perlas artificiales. La cola de pescado (colapez o gelatina de pescado), un tipo de gelatina, se obtiene de las vejigas natatorias de ciertas especies, y además se hace cola o pegamento con restos de peces.

Bonito
Pez comestible muy apreciado, propio de aguas tropicales cálidas. Está emparentado con el atún y la caballa. Carece de vejiga natatoria y debe nadar continuamente para no ahogarse.

Clasificación científica: los peces se clasifican de diferente forma según los distintos zoólogos. Ciertas clasificaciones son extremadamente complejas y establecen más de 100 órdenes y subórdenes. En el sistema más utilizado, dentro del subfilo Vertebrados, los peces se dividen en dos superclases: Agnatos, que comprende la lamprea y otros peces sin mandíbulas, y Gnatostomados, que abarca a los peces con mandíbulas articuladas. Estos últimos se dividen en dos clases: la clase Condrictios —peces cartilaginosos, como el tiburón, la raya y la quimera— y la clase Osteíctios, formada por los peces óseos. Sin embargo, ciertos autores sólo consideran tres clases de peces: Agnatos, Condrictios y Osteíctios. Los peces óseos se dividen en las subclases Sarcopterigios —peces de aletas lobuladas— y Actinopterigios —peces de aletas con radios—. Estos últimos se dividen en dos superórdenes, 1) Condrósteos, en el que se incluyen los peces primitivos de aletas con radios como el esturión y 2) Neopterigios, en el que se agrupan los peces óseos modernos. Los Neopterigios comprenden unos 40 órdenes vivientes.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

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