Las asombrosas Lampreas


Lamprea de río
La lamprea de río es una de las numerosas especies de lampreas comunes en las aguas dulces de América del Norte y de Europa occidental. La mayoría de las especies de lampreas de río no son parásitas. Todas las lampreas pasan los primeros cuatro años de su vida, durante los cuales se llaman larvas ammocetes, como animales filtradores, enterrados en el barro de las desembocaduras de pequeños embalses y ríos. Llegado el momento, sufren una metamorfosis y se transforman en adultos. En las lampreas no parásitas, como las lampreas de río, los ejemplares adultos no se alimentan; sólo se reproducen y mueren. Aquí se muestra un plano frontal de la cabeza de una lamprea, con su boca completamente abierta.

Lamprea, nombre común de unas 40 especies de peces sin mandíbulas y parecidos a las anguilas que se caracterizan por presentar una boca suctora provista de dientes córneos. Están ampliamente distribuidas por las corrientes de agua dulce y los mares de las regiones templadas y subárticas de todo el mundo, excepto en el sur de África. En la edad media eran consideradas un alimento delicioso y aunque en ciertos países se utilizan como cebo, su carne es muy apreciada en la Europa mediterránea.
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CARACTERÍSTICAS
Las lampreas tienen cuerpo anguiliforme, de sección redondeada, y carecen de escamas. Alcanzan una longitud de unos 90 centímetros. Hay especies parásitas y otras no parásitas; los individuos adultos de las especies parásitas viven de la sangre de otros peces y, a veces, causan serios daños entre sus poblaciones. Como sus parientes los mixinos, tienen una boca circular, sin mandíbulas y dotada de una lengua que, al igual que el margen interior de la boca, está equipada con numerosos dientes córneos y pequeños, con los que atraviesa la carne de su huésped. Carecen de apéndices pares y presentan una o dos aletas impares. Las formas adultas de las lampreas no parásitas no se alimentan; desovan y mueren poco tiempo después de la metamorfosis que sufren para alcanzar la madurez. Las lampreas tienen una hilera de siete aberturas branquiales a cada lado de su cuerpo a través de las que respiran. No tienen esqueleto óseo y su principal sostén deriva de la notocorda cartilaginosa.
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CICLO VITAL
Todas las lampreas se reproducen en agua dulce, por lo general en corrientes claras con fondos arenosos y cubiertos con grava. Las especies marinas son anadromas y, al igual que los salmones, nadan en las aguas continentales río arriba, remontando las caídas de agua que bloquean su camino. Pero a diferencia de ellos, las lampreas se fijan con frecuencia a las rocas mediante sus bocas suctoras para descansar o para ayudarse a atravesar las corrientes rápidas. Tanto los machos como las hembras utilizan la boca para desplazar piedras y excavar un nido poco profundo en el que la hembra deposita los huevos. Éstos son numerosos, unos 62.000; tienen forma esférica y 2 mm de diámetro. Cuando la hembra agita la arena del fondo, ésta se levanta y se adhiere a los huevos, sujetándolos con su peso. El desove ocurre una vez en la vida de las lampreas ya que los adultos terminan agotados y mueren en dos o tres meses. Las larvas salen del huevo a las dos o tres semanas y son arrastradas corriente abajo hasta que se asientan en un remanso, donde se hunden en el cieno. Las larvas son completamente diferentes a los individuos adultos. Son ciegas, carecen de dientes y tienen un mecanismo de alimentación distinto. En torno a la boca tienen una franja de barbas diminutas llamadas bárbulas que sirven como filtro para capturar las pequeñas formas de vida de las que se alimentan. Difieren tanto de los individuos adultos que, inicialmente, los científicos pensaron que eran miembros de un género independiente y todavía se les llama ammocetes (Ammocoetes). Éstos permanecen en el lodo, al menos, cuatro años; después sufren una metamorfosis para originar las formas adultas que se dirigen a su hábitat marino.
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PRINCIPALES ESPECIES
La lamprea marina es una especie que vive a ambos lados del océano Atlántico, en el mar Mediterráneo y en los Grandes Lagos de América septentrional. En varias zonas se ha quedado sin salida al mar y se ha adaptado a un ciclo de vida desarrollado por completo en agua dulce. La invasión, a principios del siglo XIX, de los Grandes Lagos por esta especie de lamprea dañó seriamente las poblaciones de truchas y supuso una amenaza grave para la pesca truchera. En septiembre de 1954, Estados Unidos y Canadá firmaron un acuerdo para llevar a cabo una acción conjunta contra las lampreas. Los métodos de control más efectivos fueron la presa electromecánica, que electrocuta a los individuos adultos cuando se dirigen corriente arriba para desovar, y el uso de sustancias químicas selectivas para eliminar las larvas que viven en el fondo.
En Europa se conocen tres especies: la lampreilla, escasa y de la que sólo se conoce una población española localizada en un río de la vertiente norte de los Pirineos; la lamprea de río, que vive en las costas de Europa occidental y que escasea cada vez más en los países del sur debido a las alteraciones ambientales que afectan a su hábitat; y la lamprea marina, que también está disminuyendo mucho debido a la contaminación y a la construcción de presas y embalses que las impiden alcanzar sus zonas de freza. En América Latina las especies más conocidas son la lamprea de bolsa y la del género Caragola, propias de Uruguay, Argentina y Chile, las cuales son de agua dulce, así como la especie que puebla los ríos y lagos de la región central de México.
Clasificación científica: las lampreas constituyen el orden de los Petromizontiformes, dentro de la clase Cefalaspidomorfos, que a su vez se incluye en la superclase Agnatos. La lampreilla se clasifica como Lampetra planeri, la de río como Lampetra fluviatilis, la marina como Petromyzon marinus, la de bolsa como Geotria australis, la lamprea de Sudamérica Caragola lapicida y la de México Entosphenus spardiceus. Las larvas se clasificaron previamente en el género Ammocoetes.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

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