Geosinclinal


Geosinclinal

Geosinclinal, en geología, importante rasgo estructural de la corteza terrestre. Un geosinclinal empieza siendo una cadena de sedimentación muy activa y toma con el tiempo forma de depresión alargada que puede permanecer intacta durante millones de años, pero en general los sedimentos depositados en su interior se pliegan y elevan formando una cordillera.
El concepto de geosinclinal fue introducido en la década de 1850 cuando el geólogo estadounidense James Hall, trabajando en una medición geológica del estado de Nueva York, se dio cuenta de que las formaciones sedimentarias del devónico se van haciendo más finas hacia el noroeste, donde se encajaban en el escudo Canadiense; sin embargo, hacia el sureste las formaciones eran más gruesas. Asimismo, mientras que las estructuras lindantes con el escudo eran casi planas, las del sureste estaban plegadas. Se ha descubierto que vaguadas parecidas son las precursoras de muchas cordilleras. El mineralogista estadounidense James Dwight Dana utilizó el término geosinclinal para describir estas estructuras a partir del término sinclinal (artesa estructural) y del prefijo geo- (tierra), para denotar su importancia global.
Más tarde se han identificado dos tipos de geosinclinales: los miogeosinclinales, desarrollados en plataformas continentales, y los eugeosinclinales, formados mar adentro a lo largo de las explanadas continentales. Los miogeosinclinales se encuentran donde los ríos aportan muchos sedimentos al mar formando grandes deltas hundidos, como en las desembocaduras del Nilo, del Mississippi y del Amazonas. Los eugeosinclinales, por otra parte, coinciden con las fosas oceánicas profundas que se forman donde una placa de la corteza terrestre se hunde (es subducida) bajo otra (véase Tectónica de placas). Los sedimentos y las rocas volcánicas situados en estos fosos han sido empujados y arrugados desde el fondo oceánico para formar montañas como las cordilleras de América del Sur y del Norte.

ju� y l �7 � 9 t:normal'>Durante este periodo, tanto Norteamérica como Europa estaban centradas sobre el ecuador, mientras que las porciones africana y sudamericana de Gondwana estaban centradas sobre el polo sur. En estas condiciones climáticas, y con la reciente formación de una capa atmosférica de ozono que protegía al planeta de la letal radiación ultravioleta, aparecieron en tierra firme los primeros artrópodos que respiraban aire: arañas y ácaros. En los mares, unos moluscos helicoidales llamados amonites (parientes remotos de los calamares modernos) eran la forma principal de vida invertebrada. Los peces del devónico, evolucionados a partir de los tipos acorazados del periodo precedente, el ordovícico, presentaban ya aletas y escamas, además de mandíbulas. Un grupo de ellos dio lugar a los primeros vertebrados de respiración aérea, los anfibios, que invadieron la Tierra a finales del devónico y sentaron las bases del advenimiento de los reptiles en el periodo posterior denominado carbonífero.

sábado, 8 de octubre de 2011

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