Los Lincoln carecían de pastos y su única vaquilla tenía que buscar alimento en el bosque vecino.
Lincoln jamás pudo saber cuál fue la dolencia de su madre que tanto le afectó y tanto influyó en su vida. Pero hoy la Medicina ya esta en aquel secreto. La diagnosis médica actual progresa a paso de gigante.
Una noche de 1818 el tío y la tía de Nancy Hanlăs Lincoln, madre del
Envenenada con leche de vaca
La señora Lincoln murió por haber bebido leche de una vaca que a su vez había ingerido serpentaria blanca, una planta venenosa. Cuando existe hierba o heno, el ganado desprecia la serpentaria: en realidad, la señora Lincoln falleció víctima de la pobreza. Gracias a un singular capricho de la suerte el presidente más insigne de los Estados Unidos eludió en su infancia una muerte que parecía inevitable.
El reinado del Kaiser. En 1887 el príncipe Federico de Prusia, grato a todos por su inteligencia y simpatía, padeció un tumor en la cuerda vocal izquierda. Los tratamientos no daban resultado y los médicos alemanes diagnosticaron cáncer. Se pensó en extirparle la laringe pero a ello se opuso un eminente laringólogo inglés, Mórell Maclăenzie. El británico afirmaba que no había síntomas de cáncer y se desistió de la Operación. El 15 de junio de 1888, a los 99 días de la subida al trono, Federico moría de cáncer de garganta. Su hijo, el Kaiser Guillermo, hombre mucho menos inteligente y más belicoso, empezó seguidamente su fatídico reinado. Numerosas eminencias médicas Opinan que se pudo haber salvado la vida de Federico si se hubiera escuchado a los doctores alemanes. Tal vez el mundo se habría evitado los horrores de la primera guerra mundial.
Terrible comezón
Un fácil asesinato. El tristemente célebre Jean Paul Marat, uno de los líderes más crueles de la Revolución Francesa, murió apuñalado en el baño en 1793. NO existe misterio alguno sobre las circunstancias de su muerte. Una idealista, la joven Charlótte Córday, le seccionó la aorta, cerca del corazón, con un cuchillo de mesa. Marat solía pasar en el baño la mayor parte del día y ello facilitó la labor de la asesina.
Hoy; se sabe por los relates de la época que Marat padecía prurito y pytiarias simplex, , comezón cutánea que contrajo al esconderse durante años en sótanos y alcantarillas. Para encontrar alivió se sentaba en el baño, y así escribía ·sus virulentos artículos. Posiblemente el insoportable escozor inspiraba su venenosa pluma que a tantos excesos Condujo durante el período del Terror. Fue ironía del destinó que contribuyese también a su propia muerte.
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