Hasta hace poco tiempo el Timo era considerado como un órgano atrofiado e inútil, pero últimamente se ha encontrado que preside todo el sistema defensivo corporal enviando células contra los gérmenes invasores. Se cree además que muchas enfermedades como ciertas esclerosis, en que el paciente produce anticuerpos dañinos pueden deberse a trastornos de esta glándula. También se juzgaron inútiles las amígdalas y el adenoides cuando en realidad protegen la nariz y la garganta.
Otro órgano al parecer superfluo es el El apéndice, que pudiera después de todo formar parte del sistema linfático y preservar de infecciones.
El vello corporal que también nos parece innecesario, contribuye a la sensibilidad de la piel. Aún no se conoce del todo la función de la glándula pineal del cerebro ni el papel de los músculos del oído externo, pero ello no significa que no tengan finalidad alguna.
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