La inteligencia y
creatividad, sin duda está ligada al coeficiente intelectual, un cociente
intelectual elevado trae consigo habilidades de intelecto superiores al común
de los mortales que se encuentran sumergidos en una media establecida por parámetros ya conocidos.
Ser un súper dotado,
intelectualmente hablando, es ser un genio, capaz de emprender con éxito
diversas empresas en los diferentes
campos de la ciencia, el conocimiento y la creatividad.
El alto coeficiente
intelectual, se considera como una aptitud innata, un mecanismo cerebral
desconocido que provee una inteligencia superior con la capacidad de realizar proezas
extraordinarias. Esta genialidad, dicen
los entendidos, no se puede desarrollar ni adquirir mediante el esfuerzo personal y la dedicación.
La mayoría de estos
genios tienen memoria fotográfica, jamás olvidan algún texto leído en algún
momento de su vida, pueden memorizar
gruesos volúmenes, convirtiendo su prodigiosa cabeza en un disco duro de
computadora.
La genialidad por sí sola,
no garantiza que un niño, joven u hombre triunfe en la vida, muchos se
convierten en atracciones de circos o televisivas, donde exhiben sus asombrosos dotes para realizar cálculos
sorprendentes. No en pocas ocasiones los genios terminan su vida de manera amarga, ante la dificultad que tienen para desarrollar inteligencia
social
Estamos acostumbrados a
llamar genios, a quienes son prodigiosos
en esta ciencia, pero también existen genios de la música, como Mozart,
que a la edad de cinco años componía
obras musicales o de las artes plásticas
como Rembrandt, Miguel Ángel o Da
Vinci.
En la actualidad,
existen genios vivos de alto coeficiente intelectual; hombres de IQ alto que se
destacan en las diversas actividades que desarrollan. Uno de los genios más
conocidos, posiblemente sea Stephen Hawking,
el genio padece de una terrible
enfermedad neuromotora que lo
confinó a una silla de ruedas motorizada y computarizada, herramienta que
utiliza para comunicarse mediante un sintetizador vocal. El coeficiente intelectual de este importante científico de 70 años es de 160.
Kim Ung Yong, de 50
años, fue un niño prodigio, a los tres años podía hablar cuatro idiomas, a esa
edad, la Universidad de Hanyang, Corea,
lo invitó como oyente a sus clases de física, este increíble genio, trabajó para la NASA a los 8 años y se doctoró a en la Universidad de
Colorado, Estados Unidos a los 16 años; ha obtenido en las pruebas de
coeficiente intelectual 210 puntos. El
cofundador de Microsoft, Paul Allen
alcanza 170 puntos, Gari Kasparov,
el genio del ajedrez tiene 190 de coeficiente intelectual . Cristopher Hirata, un físico que a los
14 años trabajó en el Instituto de Tecnología de California tiene
225 enormes puntos de coeficiente intelectual .
El multi premiado actor de
Hollywood James Wood tiene un
coeficiente intelectual de 180.
Como podemos notar, los
genios se desarrollan en todo tipo de disciplinas, algunos como Rick Rosner con
192 puntos, nunca ha investigado ni
trabajado en ciencia o desarrollo de tecnologías, laboralmente lo ha hecho
como: modelo, reportero, camarero, guionista etcétera. Otros genios,
niños prodigio, de países subdesarrollados, a veces nunca se enteran que tienen un alto coeficiente intelectual y
envejecen y mueren amargados.
Ahora, nos podemos
preguntar, si existen genios, que,
naciendo con inteligencia normal, pudieron elevar su coeficiente intelectual,
mediante el esfuerzo, el estudio o algún tipo de ejercicio o actividad mental. ¡Claro que existen genios que se hicieron!,
como el caso de Jason Padgett, que tras una golpiza que le ocasionó traumatismo cráneo
encefálico, se convirtió en un genio de
las matemáticas. La explicación que dan
los neurocientíficos, se basa en la maravillosa plasticidad del cerebro
humano, que ante el daño ocasionado en algunas partes del cerebro, este se vio
obligado a activar, áreas que jamás había utilizado. De igual manera, existen personas que tras un
grave traumatismo, redescubre capacidades artísticas; u rayo que impacta contra
una persona y, al recuperarse es un genio del piano.
Nosotros, los mortales
comunes, en ocasiones tenemos destellos
de genialidad, muchos hombres de inteligencia normal, son obcecados y afanosos en la idea que persiguen, algunos lo
hacen con tal pasión, que logran cambiar el curso de la historia, en este caso,
la genialidad, nace de la porfía y la decisión inquebrantable.
¿Cómo podemos
incrementar nuestra inteligencia?, no podemos confundir, inteligencia con
conocimiento, el conocimiento se acumula con el estudio, la inteligencia no,
pero, lo que si podemos hacer, es ayudar a nuestro cerebro a funcionar mejor de
lo que lo hace, realizando actividades, donde la creatividad se pone a prueba; no se necesita ser un genio
de alto coeficiente intelectual, para crear un best seller. Cien años de
soledad, no nace de un súper genio, nace de
una serie de aderezos creativos, combinados con las vivencias propias y
aprendidas, que en esta ocasión, dieron
paso al nacimiento de una obra de arte.
Ahora bien, si tu
coeficiente intelectual, no rebasa los 70 puntos, todavía tienes oportunidad de
ser un genio, sin que tengas necesidad de partirte la cabeza contra un apared,
como en la vida no está nada escrito, te
puedes encontrar con un extraño meteorito que altere la genética de tu cerebro
convirtiéndote en un genio, o un rayo que cayendo sobre tu cabeza despierte las neuronas dormidas o mucho
mejor, te rapte un platillo volador y haga experimentos con tu cerebro y, al
dejarte de nuevo en la tierra, descubras que ya no eres el papanatas de
siempre, pero si, un genio como ninguno en el mundo.
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