Gripe


La asombrosa Gripe
Virus de la gripe
El virus de la gripe tiene una estructura relativamente simple. Una envuelta lipídica envuelve el caparazón proteico o cápsida, el cual encierra el material genético enrollado. Desde esta envuelta se proyectan dos tipos de proteínas a modo de púas, la hemoaglutinina y la neuraminidasa. Estas dos proteínas actúan como antígenos, provocando una respuesta inmune en el organismo invadido por el virus. El virus de la gripe tiene la capacidad de mutar periódicamente estas proteínas. De esta manera, los hospedadores humanos deben producir nuevas defensas inmunes cada vez que las proteínas mutan; de aquí las vacunaciones anuales que se realizan.

Gripe, enfermedad infecto-contagiosa aguda del tracto respiratorio que afecta de manera especial a la tráquea. Un episodio de gripe no complicada cursa con un cuadro que incluye tos seca, dolor de garganta, taponamiento y secreción nasal abundante e irritación ocular. En los casos más complejos se añaden escalofríos, fiebre de rápida instauración, cefalea, dolores musculares y articulares y, en ocasiones, síntomas digestivos. En el primer caso los síntomas y la fiebre remiten paulatinamente en el transcurso de pocos días. Sin embargo, cuando el proceso se acompaña o va seguido de una neumonía viral o bacteriana, la mortalidad aumenta.
Desde el siglo XVI se han descrito más de 31 pandemias (epidemias de amplísima extensión). La epidemia más devastadora de la era moderna tuvo lugar en 1918, y se calcula que provocó la muerte de unos 20 millones de personas.
Hay tres virus causales denominados A, B y C, que fueron identificados en 1933, 1940 y 1950 respectivamente; los dos primeros son los causantes de las epidemias. En 1941 se demostró que es posible controlar esta enfermedad a través de la administración de vacunas virales. Debido a las diferencias antigénicas entre los 3 virus de la gripe, la vacunación no es del todo eficaz porque no se desarrolla inmunidad cruzada; a este problema se añade otro, consecuencia de la propiedad excepcional de los virus de la gripe de mutar sus características antigénicas con cierta periodicidad para eliminar cualquier respuesta inmune por parte del organismo infectado; por ello la eficacia de la vacunación es sólo transitoria. La solución a este problema ha sido el desarrollo de vacunas polivalentes: se combinan las vacunas contra los diferentes tipos y subtipos de virus, que se modifican en función de las transformaciones de éstos. Para cumplir estos propósitos tuvo que establecerse un sistema de vigilancia a escala mundial capaz de identificar las nuevas formas virales con rapidez para permitir la preparación de las vacunas adecuadas. Puesto que vacunar al conjunto de la población mundial cada vez que los virus de la gripe sufren una mutación supondría un coste difícil de asumir, la vacunación se reserva a la población susceptible de padecer otras enfermedades de manera simultánea (ancianos, personas con problemas respiratorios).
Las variantes antigénicas del virus de la gripe aparecen en ciclos: por ejemplo la variante que apareció en 1978-1979 era idéntica al virus más extendido a principios de las décadas de 1950 y 1960. Ciertas evidencias que hacen pensar que una misma forma de virus puede provocar epidemias que reaparecen cada 60 o 70 años. Esta teoría permite frenar mediante campañas masivas de vacunación, determinadas epidemias en el momento en que aparecen los primeros casos.
El fármaco hidrocloruro de amantadina, que se administra por vía oral, es eficaz en la prevención, e incluso en el tratamiento de la gripe producida por el tipo A de virus. Se utiliza como tratamiento coadyuvante en los pacientes de riesgo. Sin embargo la vacunación es considerada como el método más eficaz para combatir la enfermedad.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Vector en biología


Vector en biología

Vector (biología), hospedador invertebrado capaz de transmitir a los seres humanos y a otros vertebrados diversos organismos patógenos (como virus, bacterias, hongos y protozoos). Los vectores juegan un papel determinante en el ciclo vital de muchos organismos patógenos, sobre todo de parásitos, quienes, dependiendo de los casos, se multiplicarán y desarrollarán dentro del artrópodo hasta transformarse en formas infectivas capaces de invadir un nuevo hospedador vertebrado (reservorio). Así son transmitidos algunos agentes patógenos que provocan enfermedades importantes como la malaria, la enfermedad del sueño, la peste bubónica, la fiebre amarilla o el dengue. Para que un hospedador invertebrado sea considerado vector, tiene que ser susceptible al mismo agente etiológico que infecta a los humanos, debe permitir su desarrollo completo a formas infectivas y en cantidad suficiente y tiene que picar a las personas (antropofilia) y a los hospedadores vertebrados. Debe así mismo encontrarse en la misma zona geográfica donde aparece la enfermedad y en densidades suficientes para asegurar la transmisión.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ateroma


Ateroma

Placa de ateroma
Vista de la sección de una arteria humana, en la cual existe un estrechamiento de la luz vascular ocasionado por una placa de ateroma.

Ateroma, término que proviene del griego athere, ‘papilla’, y oma, ‘tumor’, y designa al depósito de lípidos (grasas) que se produce en la capa interna de las arterias, cuya consecuencia más inmediata es la obstrucción del flujo de la sangre.
La arteriosclerosis (significa literalmente endurecimiento) es una enfermedad que se caracteriza por el engrosamiento de las paredes de las arterias y la pérdida de elasticidad; puede ser de varios tipos. La aterosclerosis es una forma de arteriosclerosis en la cual se produce un proliferación de células musculares lisas y una acumulación de lípidos, sobre todo triglicéridos y colesterol, en las paredes de las arterias. Los triglicéridos, el colesterol y las células acumuladas originan una lesión que recibe el nombre de ateroma o placa aterosclerótica. No se conocen totalmente las causas que lo inician, pero están directamente relacionado con ello, la hipertensión, el fumar y la diabetes.

martes, 8 de noviembre de 2011

Esternocleidomastoideo


Esternocleidomastoideo

Esternocleidomastoideo, músculo par simétrico anterolateral del cuello que conecta el reborde torácico superior con la zona posterior del cráneo.
Cada esternocleidomastoideo (ECM) se origina en el tercio interno de la clavícula y el reborde superior del manubrio esternal (véase Esternón) como dos haces separados, que se unen mientras ascienden hacia atrás, arriba y afuera para insertarse en la apófisis mastoides del temporal (abultamiento redondeado palpable justo detrás de la oreja) y un poco hacia arriba en la línea curva superior del occipital. El músculo es rectangular y aplanado.
Está inervado por el nervio espinal o accesorio del vago (par craneal XI) y por ramas del segundo y tercer nervios cervicales. Cuando se contrae rota la cabeza hacia el lado contrario del músculo contraído y la inclina hacia su lado (el ECM derecho rota la cabeza hacia el lado izquierdo y la inclina hacia el lado derecho). Cuando se contraen ambos ECM simultáneamente se anulan los efectos rotadores e inclinadores y la cabeza es llevada hacia atrás (“se mira hacia arriba”).
El músculo recubre y protege en todo su trayecto el paquete vasculonervioso formado por la arteria carótida, la vena yugular común y el nervio vago (par craneal X). Sólo en la porción superior acaban apareciendo la arteria y vena por delante del músculo.

Protozoos


Protozoos

Protozoos ciliados
Los protozoos ciliados son organismos unicelulares que se impulsan mediante unas diminutas proyecciones, a modo de pelos, llamadas cilios. Además de servir para la locomoción, los cilios también tienen la función de crear corrientes que ayudan a arrastrar pequeñas partículas alimenticias hacia el interior de una depresión pequeña de la superficie del cuerpo, a través de la cual se ingiere el alimento. Los protozoos ciliados viven en el agua o en el suelo, o establecen relaciones como parásitos o simbiontes de otros organismos. En los suelos, los ciliados actúan en la descomposición de los organismos, disgregando la materia orgánica en sustancias que pueden ser utilizadas por otros seres vivos.

Protozoos, nombre que se aplica a todos los organismos animales unicelulares, algunos de los cuales pueden formar colonias. En la clasificación que se sigue en esta enciclopedia, los protozoos se incluyen en el reino Protistas, junto con otros organismos unicelulares cuyo núcleo celular está rodeado de una membrana. Los protozoos no tienen estructuras internas especializadas a modo de órganos o, si las tienen, están muy poco diferenciadas. Entre los protozoos se suelen admitir varios grupos: los flagelados del grupo de los Zoomastiginos, con muchas especies que viven como parásitos de plantas y de animales; los ameboides del grupo Sarcodinos, que incluyen a los Foraminíferos y Radiolarios, y que son componentes importantes del plancton; los Cilióforos, que son ciliados, con diversos representantes que poseen estructuras especializadas que recuerdan a la boca y al ano de los organismos superiores; los Cnidosporidios, parásitos de invertebrados, de peces y de algunos reptiles y anfibios, y los Esporozoos, con diversas especies parásitas de animales y también de seres humanos. Se conocen más de veinte mil especies de protozoos, que incluyen organismos tan conocidos como los paramecios y las amebas.
Muchas especies viven en hábitats acuáticos como océanos, lagos, ríos y charcas. Su tamaño varía desde 2 hasta 70 micrómetros. Los protozoos se alimentan de bacterias, productos de desecho de otros organismos, algas y otros protozoos. Muchas especies son capaces de moverse utilizando diversos mecanismos: flagelos, estructuras propulsoras con forma de látigo; cilios de aspecto piloso, o por medio de un movimiento ameboide, un tipo de locomoción que implica la formación de pseudópodos (extensiones a modo de pie).

lunes, 7 de noviembre de 2011

Clostridio


Clostridio

Clostridio, nombre común de un género de bacterias que se caracterizan por producir esporas terminales que deforman los bacilos. Son anaerobias. Estos microorganismos son importantes por los daños que pueden provocar en las personas y por los beneficios económicos que reportan. Algunas especies producen las toxinas más potentes que se conocen. Afectan a las terminaciones nerviosas, producen una parálisis generalizada y provocan la muerte. En el botulismo, la toxina se encuentra en alimentos, sobre todo conservas. En el tétanos, la toxina es producida por los bacilos que contaminan una herida profunda. Hay clostridios saprófitos que se utilizan en la industria textil o para producir ácidos y alcoholes.
Clasificación científica: los clostridios pertenecen a la familia Baciláceas. El botulismo es producido por Clostridium botulinum y el tétanos por Clostridium tetani.

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