El 1 de abril de 1946, un terremoto sacudió la llanura abisal de las profundidades del océano pacífico. La onda producida recorrió 3,620 kilómetros hasta Hawái en 4 horas y 34 minutos, a una velocidad media de 790 kilómetros por hora. Cuando la ola se abatió sobre la ciudad de Hilo medía 14 metros de altura. Mató a 173 personas, hirió a varios centenares y causó daños valorados en 30 millones de dólares.
La era un tsunami producido por un terremoto en el suelo del océano. Las olas tsunami son las más terroríficas. Ruedan silenciosamente por el océano hasta caer sobre la costa más cercana. Muchos monumentos antiguos del litoral japonés llevan la inscripción “Cuando sientas un terremoto, aguarda un tsunami”. La advertencia es fruto de la larga historia japonesa de desastres debido a tsunamis.
La palabra tsunami procede del Japón y fue adoptada por los científicos de otros países. Esta ola parte del centro de la perturbación como las ondas producidas en un estanque por la caída de una piedra. Pero las olas son tan amplias, y en aguas profundas la marejada es tan leve, que los buques apenas las advierten .la energía transportada por el tsunami, supone únicamente una centésima parte de la energía total del terremoto, pero su potencia equivale a una bomba nuclear de 2,5 megatones.
Cuando el tsunami se aproxima a la costa y penetra en aguas poco profundas, concentra su energía y aumenta en altura.la ola suele ir precedida de una depresión que succiona el agua de la costa, dejando momentáneamente varadas a las embarcaciones.
Los efectos del tsunami son casi siempre aterradores y algunas veces prodigiosos. En 1946 un oceanógrafo sorprendido en Hawái por un tsunami, explicó que su casa fue arrancada de su base, transportada centenares de metros y depositada finalmente en el suelo, todo ello tan suave que el desayuno que tomaban sus ocupantes no se derramó. A raíz de ese desastre de 1946, se instaló en el océano Pacífico, el más amenazado por tsunamis, un sistema de alertas de tsunamis. Consiste en una vasta red de estaciones sismográficas que detectan los terremotos y trasmiten las alarmas.
Tsunami
Según Encarta
Tsunami, palabra japonesa que significa ‘grandes olas en el puerto’ y se utiliza como término científico para describir las gigantescas olas marinas que pueden causar daños catastróficos cuando llegan a la costa. Un tsunami no es una ola, sino una serie de olas que forman ‘el tren de olas del tsunami’.
Los tsunamis pueden ser generados por un maremoto (terremoto submarino), un corrimiento de tierra, la erupción de un volcán en el fondo oceánico o un meteorito que cae al mar. Sin embargo, la mayor parte de los tsunamis están provocados por terremotos submarinos y se originan a lo largo del denominado Anillo de Fuego, una zona de volcanes e importante actividad sísmica de unos 35.000 km de longitud que rodea el océano Pacífico, donde entran en contacto varias placas tectónicas con bordes de subducción (una placa se va deslizando bajo la otra y hacen más propicia la deformidad del fondo marino).
No todos los maremotos generan tsunamis, solo aquellos de magnitud considerable que son capaces de deformar el lecho marino al moverlo abruptamente en sentido vertical; cuando la inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas en los puntos cercanos al foco del terremoto; las olas se desplazan por el océano en círculos concéntricos, creando ondas parecidas a las producidas por un objeto cuando cae al agua, y son apenas perceptibles en aguas profundas. Así pues, un tsunami resulta poco peligroso para la navegación en alta mar: las olas pueden tener solamente medio metro de altura y ni siquiera los pasajeros de un barco las notarían al pasar sobre un tsunami.
CARACTERÍSTICAS DE UN TSUNAMI |
Un tsunami puede tener longitudes de onda (la distancia entre la cresta de una ola y la siguiente) de 100 a 200 km y recorrer cientos de kilómetros a lo largo de las profundidades del océano, llegando a alcanzar velocidades de hasta 800 km/h .
Un tsunami se mueve a una velocidad que está relacionada con la profundidad del agua, por lo que, cuando la profundidad del agua disminuye el tsunami se hace más lento y su altura se incrementa. Aunque el tsunami reduce rápidamente su velocidad a medida que se acerca a la costa hasta unos 50 km/h , sigue teniendo una enorme fuerza destructiva, debido también al gran volumen de agua desplazada y a la altura que toma. La ola, que en el mar puede tener una altura de solo un metro, se convierte súbitamente en un muro de agua de 15 m al llegar a las aguas poco profundas de la costa y es capaz de destruir las poblaciones que encuentre en ella.
Los tsunamis no deben confundirse con las olas de marea (no están provocados por las fuerzas gravitatorias que causan las mareas), ni con los oleajes de tormenta que se forman durante los huracanes o ciclones y que causan importantes inundaciones cuando llegan a tierra. Los oleajes provocados por tormentas son particularmente devastadores si ocurren durante una marea alta. Un ciclón y la tormenta que lo siguió mataron a unas 500.000 personas en Bangladesh en 1970.
MEDIDAS PREVENTIVAS FRENTE A LOS TSUNAMIS |
Los tsunamis son poco frecuentes y difíciles de predecir. Aunque se puede detectar la existencia de un gran terremoto submarino con ayuda de sismógrafos, es difícil predecir si el terremoto va a generar o no un tsunami, ya que otros factores, como la topografía del fondo marino, intervienen en este proceso.
Muchas ciudades alrededor del océano Pacífico, sobre todo en Japón, Estados Unidos y Rusia, disponen de sistemas de alarma y planes de evacuación en caso de que se forme un tsunami peligroso. En 1949 se creó el Pacific Tsunami Warning Center en la playa Ewa (Hawai) que, hasta el año 2004, ha avisado de los cinco grandes tsunamis que han tenido lugar en el océano Pacífico. Pero durante ese mismo periodo también dio 15 avisos falsos. Este centro pasó a formar parte, en 1965, de una red mundial de datos y prevención cuando la UNESCO creó el Internacional Tsunami Information Centre (ITIC). El propósito del ITIC, cuya base se encuentra en Honolulú (Hawai), es mitigar los posibles riesgos de los tsunamis, ayudando a las naciones que bordean el océano Pacífico a prepararse frente a un tsunami.
Ambos centros operan bajo los auspicios de la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional de Estados Unidos (NOAA), que también controla el Pacific Marine Environmental Laboratory en Seattle (estado de Washington), un importante centro de investigación que desarrolló el primer instrumento científico fiable para detectar y para alertar rápidamente a los científicos cuando se origina un tsunami. Ese instrumento, anclando en el fondo oceánico, mide los cambios en la presión del agua y cuando detecta un tsunami manda señales acústicas a una boya situada en la superficie, que convierte esas señales en ondas de radio y las transmite a un satélite en órbita, que alerta a varios centros de aviso (Hawai, Alaska…), donde se decidirá si es necesario avisar a la población para que se refugie. Todo el proceso dura solo unos dos minutos. El Deep-ocean Assessment and Reporting of Tsunamis (DART) es un sistema de alarma internacional.
Otro de los sistemas para la prevención de tsunamis es el proyecto CREST (Consolidated Reporting of Earthquakes and Tsunamis), que se utiliza en la costa oeste norteamericana y en Hawai.
El peor desastre causado por un tsunami a lo largo de toda la historia tuvo lugar en diciembre de 2004, cuando un terremoto marino de magnitud 9,0 en la escala de Richter, originado en torno a la costa noroccidental de la isla indonesia de Sumatra, en el océano Índico, generó un tsunami que alcanzó las costas de 14 países, desde el Sureste asiático hasta el noreste de África. Se registraron más de 250.000 muertos, de los cuales casi dos tercios fallecieron en Indonesia; también hubo numerosas víctimas en India, Sri Lanka y Tailandia.
Anteriormente, unas 60.000 personas fallecieron en 1755, cuando un terremoto generó un tsunami que llegó a las costas de Portugal, España y Marruecos, destruyendo Lisboa, la capital portuguesa.
Otro gran tsunami en el océano Índico tuvo lugar en 1883 tras la erupción del Krakatoa: llegó a alcanzar una altura de 30 m y recorrió 13.000 km , causando la muerte de unas 34.000 personas a lo largo de las costas de Java y Sumatra. Otras 2.000 personas murieron por quemaduras de la ceniza volcánica.
En Norteamérica el peor tsunami que se conoce ocurrió en 1964, cuando un terremoto en la costa de Anchorage (Alaska) creó un tsunami que mató a 115 personas en Alaska, Oregón y California. Los científicos suponen que en 1700 un terremoto de magnitud 9.0 se desencadenó a lo largo de la costa de Washington y Oregón generando un enorme tsunami, que transformó grandes bosques en terrenos cubiertos de agua salada. Desde 1818, las islas hawaianas han sufrido unos 40 tsunamis. Por ser países ribereños del Pacífico y encontrarse en la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y la placa Americana, también Chile y Perú han sufrido grandes terremotos y algunos tsunamis.
Un tsunami registrado en Kamchatka (Rusia), en 1737, tuvo 70 metros de altura. Por fortuna, los de esta magnitud son muy poco frecuentes y, como el mencionado, pueden afectar a costas despobladas sin crear catástrofes humanas.
Algunas de las medidas de supervivencia aconsejan que, al sentirse un tsunami, se debe ir a un lugar elevado tierra adentro, a más de 30 metros de altitud. Este fenómeno se puede detectar si se percibe una retirada brusca del agua marina, que deja secas grandes extensiones de la costa o playa, y que luego regresa a una velocidad de más de 100 kilómetros por hora. En caso de encontrarse en una embarcación, lo más seguro es navegar mar adentro, puesto que el tsunami solo es destructivo cerca de la costa.
Principales tsunamis
Los terremotos, especialmente los que se inician debajo del mar, pueden originar olas gigantescas denominadas tsunamis. Estas olas de origen sísmico pueden ocasionar numerosas pérdidas materiales y de vidas humanas.
Fecha | Origen | Efectos | Muertos |
7 de junio de 1692 | Fosa de Puerto Rico, Caribe | Port Royal, Jamaica, totalmente destruido. | 2.000 |
1707 | Japón | 30.000 | |
28 de octubre de 1746 | Lima, Perú | 3.800 | |
1 de noviembre de 1755 | Océano Atlántico | Lisboa destruida. | 60.000 |
20 de febrero de 1835 | Fosa Perú-Chile | La ciudad de Concepción, Chile, destruida. | Desconocido |
23 de diciembre de 1854 | Japón | 3.000 | |
8 de agosto de 1868 | Fosa Perú-Chile | Barcos arrastrados hacia el interior, ciudad de Arica (Chile) destruida. | |
27 de agosto de 1883 | Krakatoa | Devastación en el Sureste asiático. | 36.0001 |
15 de junio de 1896 | Fosa de Japón | Costa oriental de Japón arrasada, con olas de | 27.122 |
30 de septiembre de 1899 | Mar de Banda, Indonesia | 3.620 | |
28 de diciembre de 1908 | Sicilia | Costa oriental de Sicilia, incluyendo la ciudad de Messina, muy dañada. | 84.000 |
3 de marzo de 1933 | Fosa de Japón | 9.000 casas y 8.000 barcos destruidos en Sanriku, Japón. | 3.000 |
1 de abril de 1946 | Fosa de las Aleutianas | Daños en Alaska y Hawai. | 159 |
22 de mayo de 1960 | Chile | Hubo diversos terremotos. Daños en Chile y Hawai. | 1.500 (61 en Hawai) |
27 de marzo de 1964 | Anchorage, Alaska | Diversos daños en la costa sur de Alaska. | 115 |
23 de agosto de 1976 | Mar de Célebes | Daños en el suroeste de Filipinas, arrasando Alicia, Pagadian y Davao. | 8.000 |
12 de julio de 1993 | Fosa de Japón | Isla de Okushiri devastada. | 200 |
17 de julio de 1998 | Papúa-Nueva Guinea, mar de Bismarck | Arop, Warapu, Sissano y Malol, en Papúa-Nueva Guinea, arrasadas. | 2.200 |
26 de diciembre de 2004 | Océano Índico, cerca de Sumatra, Indonesia | Zonas costeras de Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia, Somalia, Myanmar, Malaysia, y Maldivas arrasadas. | 250.0002 |
1. 34.000 personas murieron por el tsunami, mientras que otras 2.000 murieron a consecuencia de las cenizas volcánicas. 2. Estimaciones preliminares. | |||
Origen: Fuente: Administración Atmosférica y Oceánica Nacional de Estados Unidos (NOAA); United States Geological Survey (USGS). |
Fuente: Tsunami. Microsoft® Encarta®
No hay comentarios :
Publicar un comentario