El agua cubre el 70% de la superficie del globo terráqueo, las profundidades oceánicas son un mundo oscuro y sin sol de cañones espectaculares, grandes llanuras y cadenas montañosas. Gran parte de los suelos oceánicos son llanuras que se extienden cientos de kilómetros a una profundidad media de 4,000 metros. Elevándose sobre estas planicies, denominadas llanuras abisales, se encuentran cordilleras oceánicas que ciñen el mundo y que sólo ocasionalmente rompen la superficie formando islas. La cordillera atlántica de 16,000 kilómetros, desde Islandia al antártico es la cadena montañosa más larga del mundo. Sus cumbres más elevadas son las islas Ascensión, las Azores e Islandia.
La montaña más alta del mundo en los océanos
En una de las cordilleras del Pacífico se levanta la montaña más alta del mundo, el volcán Hawaiano Mauna Kea, mide 10,203 metros desde la base hasta la cima, pero sólo muestra una mole de 4,213 metros por encima del mar.
La luz del Sol sólo puede penetrar hasta una profundidad de 240 metros y muchas de las criaturas que viven en la más completa oscuridad han desarrollado su propio sistema de iluminación. Su vida depende de una perpetua lluvia de alimento que llega al suelo oceánico, una gran cantidad de sustancia que proviene de los niveles superiores.
La fosa más grande del mundo en los océanos
El suelo de algunos océanos está surcado por fosas. La más conocida y profunda es la de las islas Marianas, en el Pacífico, descubierta en 1873 por el Challenger, barco británico de reconocimiento a la altura de la isla de Guam. Tiene 11 kilómetros de profundidad y si el Everest, que tiene 8,848 metros, este quedaría sumergido varios miles de metros si se colocara en su interior.
Formas de vida adaptadas a las profundidades
Las montañas en los continentes condicionan diversas formas de vida y las cordilleras oceánicas también. Así pues las criaturas marinas han de mantenerse en aquellos niveles para los que están adaptados. A los 4,000 metros de profundidad la presión es de tres kilogramos por centímetro cuadrado.
La mayoría de las grandes masas terrestres están bordeadas por plataformas continentales de suave declives, que se extienden hasta 300 kilómetros de la costa. Seguidamente, el perfil del océano desciende de modo abrupto hacía las profundidades. Pero la plataforma continental se hunde a veces en vastos cañones. El cañón de Hudson, frente a Nueva York, tiene 240 kilómetros de longitud y 5,000 metros de profundidad. Estos cañones pueden haberse formado por avalanchas de barro y agua denominadas corrientes turbias, que se deslizan de la plataforma hacía el fondo del océano.
Corrientes oceánicas
El océano absorbe el calor del Sol y lo esparcen por el globo en forma de vastas corrientes. Estas son movidas por los vientos, que a su vez se deben al calor del Sol. Todas las corrientes principales siguen cursos circulares, producidos por la rotación de la Tierra. Una de las corrientes más poderosas, es la Corriente del Golfo, que al salir del Caribe tiene 80 kilómetros de anchura y 2,400 kilómetros de profundidad. Su templado caudal se ensancha y discurre a través del Atlántico a una velocidad de unos cuantos nudos. Frente a la costas de España se bifurca hacía el sur para completar un gran giro según el sentido del reloj.
Grandes mareas de los océano
El ascenso y descenso de las mareas se debe a la influencia del Sol y la Luna que producen un bombeo en el océano. Cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados se producen las grandes mareas, las llamadas primaverales. Las mareas más pequeñas o cuadraturas acaecen cuando el Sol, la Luna y la Tierra forman un ángulo recto, la Tierra en el vértice. Las mareas más pronunciadas ocurren en los puntos donde el mar se estrecha como en la Bahía de Fundy, en la costa oriental del Canadá.
El viento aviva las olas en alta mar. Las ondas se desplazan sobre el agua, que sólo asciende y desciende en dirección perpendicular a la propagación de aquellas. Cuando las olas tocan fondo la energía se concentra y las olas se encaraman y se rompen.
Inmensas olas en los océanos
En medio del océano las olas alcanzan frecuentemente alturas de 12 metros. En 1933 el buque estadounidense Ramapo, hubo de enfrentarse a olas de 34 metros, las mayores de que exista noticia. Las altitudes se miden con relación al nivel del mar. En realidad se trata de una media de los niveles oceánico, pues el mar nunca se halla al mismo nivel. Por ejemplo, si el Océano Pacífico, en un momento de calma absoluta, se helase de repente, presentaría elevaciones y depresiones con diferencia de hasta 20 metros. Estas irregularidades se producen por diferencias de presión atmosférica y a consecuencias de las mareas.
Del Gran libro de los asombroso e inaudito.
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