Las asombrosa y maravillosas Termitas



Termes o Termita, nombre común de numerosas especies de insectos sociales que pueden dañar estructuras de madera, como muebles y edificios. También se les conoce como térmites o comejenes. De las 2.000 especies conocidas, la mayoría viven en países tropicales y algunas en regiones templadas de Norteamérica y Sudamérica; dos se han establecido en el sur de Europa. Los termes son también conocidos como hormigas blancas, un nombre equívoco basado en la semejanza superficial en lo que se refiere a la apariencia y hábitos de ambos grupos de insectos; sin embargo, se diferencian de las hormigas porque presentan una zona de unión amplia entre el tórax y el abdomen. Las verdaderas hormigas pertenecen a un orden de insectos más avanzado que incluye también a las abejas y a las avispas. Los termes son relativamente primitivos; tienen una cintura gruesa y el cuerpo blando y experimentan una metamorfosis completa. No obstante, han desarrollado notables pautas de comportamiento social que son casi tan elaboradas como las de las hormigas, las abejas sociales y las avispas.
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CASTAS ENTRE LOS TERMES
Colonia de termes y miembros de las distintas castas
Las colonias de termes, o termiteros, varían en tamaño desde cientos a millones de individuos. Son comunes en la sabana y otros entornos herbáceos, además de las pluvisilvas, y puede haber entre varias docenas y varios miles de termiteros por hectárea. Muchas especies tienen castas, formadas por reproductoras, obreras y soldados. Las obreras construyen el nido y alimentan y cuidan a la hembra ponedora, de gran tamaño, y a los demás miembros de la colonia. Los termes soldados protegen la colonia y la pareja reproductora garantiza una producción continuada de huevos, que puede llegar a 30.000 diarios.

No hay termes solitarios. Las colonias pueden constar aproximadamente de entre 100 a 1 millón de termitas. Si se excluyen las formas inmaduras, llamadas ninfas, cada colonia está compuesta por varias formas con diferencias estructurales que viven juntas formando castas con distintas funciones en la comunidad. En las especies socialmente avanzadas, hay tres grandes castas: las termitas reproductoras, las soldados y las obreras o trabajadoras. Tanto las reproductoras como las soldados se presentan en dos o tres formas reconocibles, cada una de ellas especializada en un papel determinado dentro de la división del trabajo en el seno de la colonia. Todas las formas incluyen individuos pertenecientes a los dos sexos (a diferencia de lo que ocurre en las comunidades de himenópteros), pero sólo en las termitas reproductoras se desarrollan del todo los órganos sexuales.
Entre las reproductoras hay machos y hembras de color oscuro con alas totalmente desarrolladas y ojos compuestos. Cuando alcanzan la madurez, abandonan el nido formando enjambres. Una vez finalizado el vuelo, pierden las alas y se aparean. Después, un macho y una hembra, que se convierten en reproductores primarios —es decir en rey y reina de la colonia, cuya única ocupación es la producción de huevos— crean un nuevo nido. Las reinas y reyes de los termes viven más tiempo que los otros termes, y las reinas son más grandes que los demás miembros de la colonia. En ciertas especies tropicales, la reina y el rey viven diez años, y la reina alcanza un tamaño enorme, a veces hasta 20.000 veces superior al de las trabajadoras. Su abdomen llega a distenderse hasta tal punto por los huevos que la deja incapacitada para moverse. La puesta de huevos alcanza un ritmo prodigioso, que llega a los 30.000 diarios en algunas especies. La mayoría de las colonias de termes sólo tiene una pareja real.
Aparte de las termitas reproductoras, todas las castas son estériles, ciegas, sin alas y tienen el cuerpo blanquecino. Las trabajadoras constituyen la casta más numerosa y son la forma adulta de menor tamaño. Las obreras construyen y abastecen el nido, cuidan los huevos y alimentan y asean a los demás miembros de la comunidad. Todas las especies cuentan con soldados que tienen la cabeza muy desarrollada. Los soldados de algunas especies están equipados con enormes mandíbulas para la defensa de la colonia; en algunas especies, tienen una larga trompa con la que pueden proyectar una sustancia pegajosa y venenosa con la que rocían al enemigo, dejándolo indefenso.
Durante mucho tiempo se creyó que la diferenciación en castas era hereditaria, pero las investigaciones han demostrado ya que las ninfas pueden transformarse en formas especializadas en función de las necesidades de la colonia. Ciertas sustancias similares a hormonas segregadas a través de la superficie corporal de la pareja real sirven para inhibir la aparición de reproductoras primarias. Estas sustancias, que son ingeridas por las trabajadoras en el proceso de limpieza, son transmitidas, probablemente a través de la comida, a otros miembros de la colonia. En ausencia de estos exudados inhibidores tras la muerte de la pareja real, las ninfas, durante un determinado periodo de su ciclo de muda, desarrollan con rapidez órganos reproductores y se hacen fértiles. Al parecer, hay un proceso similar que regula el número de soldados requerido por la comunidad.
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DIETA
Los termes se alimentan sobre todo de madera y otras sustancias que contengan celulosa. La celulosa es digerida en parte por protozoos que viven simbióticamente en el intestino de las trabajadoras (véase Simbiosis). Las enzimas producidas por los protozoos degradan la celulosa en compuestos asimilables por los termes. Ciertas especies se alimentan de mohos que ellas mismas cultivan. Otras especies obtienen un fluido especial segregado por unos coleópteros, llamados termitófilos, que viven como huéspedes en el seno de la comunidad de termes.
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NIDOS
Los nidos de los termes, llamados termiteros, son muy variados. Los de ciertas especies tropicales son enormes estructuras en forma de montículo, que muchas veces llegan a alcanzar los 6 m de altura. Estos montículos tienen unas paredes muy duras, construidas con partículas de tierra adheridas entre sí con saliva y cocidas por el sol. En el interior existen numerosas cámaras y galerías interconectadas por una compleja red de túneles. Están dotados de ventilación y drenaje, y el calor necesario para incubar los huevos se obtiene de la fermentación de materia orgánica, almacenada en las cámaras que hacen las veces de guardería.
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CONTROL
Algunos termes contribuyen a destruir árboles caídos y forman humus pero la mayoría resultan muy destructivos, ya que abren túneles en busca de estructuras de madera, donde excavan galerías para obtener alimento. Si disponen del tiempo necesario, se alimentan de ella hasta dejar sólo una cáscara hueca.
Para prevenir los daños producidos por los termes, es preferible que los cimientos de los edificios no se construyan de madera. Dado que pueden producirse grietas en los materiales empleados, que abrirían paso hasta las partes de madera de la estructura, se debe tratar en primer lugar el suelo con un insecticida para desalentar a las termitas. También es posible controlarlas empleando madera tratada con creosota o algún otro producto químico venenoso. Dado que las termitas trabajadoras no pueden vivir en ausencia de humedad, los termiteros deben estar expuestos al aire seco.
Clasificación científica: las termitas componen el orden Isópteros (Isoptera).


sábado, 4 de diciembre de 2010

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