La asombrosa Tribu Galia


La asombrosa Tribu  Galia
La Galia romana, 50 d.C.
Hacia el 44 a.C., la República de Roma se había hecho con el control de casi toda la Galia, región que se extendía más allá de las fronteras de la actual Francia. Ya durante la época del Imperio, aunque Roma intentó llevar la frontera de la Galia pasado el Rin y establecerla en territorios germánicos, finalmente se limitó a defender la frontera tras una derrota en el 9 d.C. a manos de los germanos. Hacia el 50 d.C., la extensión de la Galia era la que muestra este mapa.

Galia (del latín, Gallia), nombre romano dado a las tierras de los celtas en el oeste de Europa, su territorio correspondía a una gran parte de la actual Francia, aunque se extendía más allá de las fronteras de dicho país. Estaba limitada al oeste por el océano Atlántico, al sur por los Pirineos y el mar Mediterráneo, al norte por el canal de la Mancha y al este por los Alpes y el Rin. Sus habitantes, llamados galos (del latín, galli), jugaron un importante papel en la distribución étnica de los primeros pueblos de Europa. Las informaciones más antiguas sobre la Galia datan aproximadamente del 600 a.C., cuando los griegos focenses (procedentes de la región de Fócida) fundaron la colonia de Massalia (Marsella) en la costa sur. Los griegos de un periodo posterior llamaron al país Galatia, que en tiempos de Roma se convirtió en Galia.
2
TRIBUS DE LA GALIA
Galo moribundo
Hordas de galos invadieron grandes territorios del sur de Europa a principios del siglo III a.C., de donde fueron sucesivamente rechazados aunque algunos lograron establecerse en la región de Asia Menor conocida como Galacia (gálatas era el nombre por el que fueron conocidos los habitantes de la Galia que llegaron hasta esas zonas). El rey de Pérgamo Atalo I Sóter encargó esculpir estatuas que reprodujeran sus victorias sobre esas tribus invasoras. La escultura que aparece en esta fotografía, una brillante muestra del arte helenístico, es conocida como Galo moribundo, data de hacia el 240 a.C. y se conserva en el Museo Capitolino de Roma.

Julio César, en sus Comentarios sobre la guerra de las Galias, narra su conquista de la región conocida como la Galia Trasalpina. Describe un país dividido en tres partes (“in partes tres divisa est”), habitada por los belgas, los aquitanos y los galos (o, “como eran conocidos en su propia lengua”, celtas). Los belgas vivían en el norte, con los ríos Sequana (Sena) y Matrona (Marne) como frontera en el sur; los aquitanos vivían en el sur, entre el río Garumna (Garona) y los Pirineos; y los celtas habitaban la región situada entre las de los belgas y los aquitanos. Según César, las tres naciones tenían diferentes lenguas, costumbres y leyes. Su información es esencialmente correcta, aunque no mencionó todas las tribus de la Galia, tampoco reconoció que los aquitanos eran étnicamente diferentes a los belgas y celtas, entre los que existían muchas afinidades, la más notable, la lengua. Los belgas y celtas eran altos, de tez clara, sociables y dados a luchar en masa. Los aquitanos, por contraste, eran morenos y les gustaba luchar en pequeñas bandas.
Según César, cada nación estaba formada por varias tribus. Los celtas incluían a los helvecios, los secuanos y los eduos, a lo largo de los ríos Ródano y Saona; los arvernos en las montañas (cordillera de las Cevenas); los carnutos y senones a lo largo del río Loira; y las tribus armoricanas o marítimas, tales como los vénetos, entre los ríos Loira y Sena. Los belgas incluían a los belovacos, nervios, suessiones, remos y menapios. Los tarbelos eran una tribu de aquitanos. Los nombres de varias tribus están presentes en las denominaciones de ciudades francesas, como Soissons (suessiones) y Reims (remos).
3
DOS REGIONES PRINCIPALES
Los romanos dividieron la Galia en dos regiones principales: la Galia Cisalpina (en el actual norte de Italia) y la Galia Trasalpina. La Galia Cisalpina (o la Galia de este lado de los Alpes desde el punto de vista de Roma), también se llamó la Galia Citerior (‘Galia de aquí’) para distinguirla de la Galia Ulterior (‘Galia de más allá’), mejor conocida como la Galia Trasalpina (‘Galia del otro lado de los Alpes’). Roma extendió gradualmente su control a toda la Galia Cisalpina, estableciendo colonias en muchas ciudades. En el 49 a.C., Julio César concedió la ciudadanía romana a los habitantes de estas ciudades. Muchos romanos ilustres nacieron en el territorio de la Galia Cisalpina, como es el caso de los poetas Cayo Valerio Virgilio y Catulo, el historiador Tito Livio, el político y escritor Plinio el Viejo, y Plinio el Joven.
Cuando Roma conquistó el territorio situado al otro lado de los Alpes, llegando hasta los Pirineos, toda esa región se convirtió en una provincia romana conocida como Galia, con la ciudad de Narbo (Narbona), en la costa sur, como su capital. Las guerras de las Galias, en las que venció Julio César, dieron como resultado el sometimiento de la Galia Trasalpina y la formación de una provincia nueva, Aquitania. En el 27 a.C. el emperador romano Augusto dividió la Galia en cuatro áreas administrativas: la Galia Narbonense, extendida desde los Alpes hasta los montes Cevenas; Aquitania, limitada en el norte por el río Liger (Loira) y que incorporaba otras cuatro tribus más que la primera Aquitania establecida por César; la Galia Lugdunense, que comprendía la zona limitada por los ríos Loira, Sena y Saona, y tomó su nombre de la ciudad de Ludgunum (Lyon); y la Galia Belga, entre los ríos Sena y Rin, con el mar del Norte como límite septentrional. Esta organización administrativa perduró hasta principios del siglo IV d.C., cuando el emperador Diocleciano reorganizó el Imperio. La Galia fue dividida otra vez más en dos regiones, cada una con varias provincias. Bajo el Imperio romano, la riqueza de la Galia era difícilmente distinguible de la de la propia Roma.
En el siglo V d.C., con la caída del Imperio romano occidental, la Galia fue invadida por las sucesivas oleadas de godos, francos y hunos. En el 486, los últimos puestos fronterizos en la Galia capitularon ante el rey franco Clodoveo I quien fue el primer monarca de la dinastía Merovingia.

viernes, 9 de septiembre de 2011

No hay comentarios :

Entradas populares