Las maravillosas Plantas acuáticas, Lirio de mar


Potamogeton natans
La espiga de agua (Potamogeton natans) es una planta acuática muy común en lagos y aguas de curso lento. Presenta hojas flotantes coriáceas y hojas lineares que permanecen sumergidas.

Anea
La anea o espadaña es nativa de lagos, charcas y marjales de agua dulce; es una herbácea vivaz cultivada a veces por el capítulo cilíndrico donde lleva las semillas.






Lirio de mar

Lirio de mar
El lirio de mar es una planta bulbosa de hojas basilares y alargadas con flores fragantes agrupadas en umbelas formadas por cinco o más flores. Del centro de las hojas nace el tallo floral. Pertenece a la familia Liliáceas.


Lirio de mar (planta), nombre común que reciben varias especies tropicales del género Crinum que crecen en zonas de influencia costera (playas, estuarios, arenales, marismas, etc.). Se trata de monocotiledóneas bulbosas de hojas alargadas, en forma de cinta, que rodean a un pequeño tallo herbáceo de hasta 20 cm de longitud de cuyo ápice surge una inflorescencia en umbela con grandes flores péndulas blancas, a veces teñidas de rosa. Existen varias especies con propiedades medicinales y también se cultivan como plantas ornamentales. Crinum americanum y C. virgineum son muy comunes en Sudamérica y de sus bulbos se hace una cataplasma para rebajar las hinchazones. La especie C. erubescens es muy frecuente en muchas playas centroamericanas, donde forma extensas praderas blancas.
Clasificación científica: el género Crinum pertenece a la familia de las Amarilidáceas (Amaryllidaceae), con más de 80 especies distribuidas en las zonas pantropicales.

Plantas acuáticas, nombre que reciben los vegetales que se desarrollan en las aguas, tanto dulces como marinas. Se denominan, en sentido amplio, hidrófitos. Existen diversos tipos de relación entre las plantas y el agua, partiendo de la base de que todas sin excepción necesitan este compuesto para desarrollarse. Según sea ésta, se pueden clasificar en:

• Flotantes: que pueden carecer de raíces y vivir sobre el agua o sumergidas sin enraizar durante toda su vida, o bien pueden enraizar pero todos sus órganos son flotantes. Dentro de los hidrófitos no enraizantes se incluyen varias familias, pero sin duda la más representativa de todas es la de las Lemnáceas (lentejas de agua), con cuatro géneros flotantes (Lemna, Wolffia, Spirodela y Pseudowolffia), dos sumergidos (Wolffiopsis y Wolffiella), que agrupan más de 40 especies. En el segundo caso, existen también varias familias, pero quizá las más importantes son las Ninfeáceas, las Haloragáceas, las Hidrocaritáceas y las Potamogetonáceas. A la primera pertenecen especies tan llamativas como la victoria amazónica o lirio de la reina Victoria (Victoria amazonica), que tiene hojas flotantes de hasta 4 m de diámetro; o los nenúfares (Nymphaea y Nuphar). A la familia Hidrocaritáceas pertenecen muchas plantas de acuario, como Eolodea canadensis.
• Sumergidas: viven durante toda su vida enraizadas al substrato y sumergidas. Se trata de la mayoría de las algas de aguas dulces y marinas. Las carofíceas (filo Charophyta) son, entre las plantas inferiores, el principal elemento vegetal de las aguas calcáreas; con apariencia de equisetos, se caracterizan por acumular en sus paredes carbonato cálcico y por tener un color blanquecino. También hay familias de plantas superiores, espermatofitas, como las Posidoniáceas y las Zosteráceas, de vital importancia en el medio marino por constituir un soporte de la flora y fauna submarina, así como por servir de alimento a peces e invertebrados.
• Anfibias: plantas terrestres que pueden vivir en el agua o fuera de ella y son las que normalmente se conocen como plantas acuáticas. En general también se denominan helófitos (pasan gran parte de su ciclo dentro del agua), como los carrizos, el berro, los juncos o las espadañas, para diferenciarlos de los higrófitos o freatófitos, que son plantas que viven en un medio muy húmedo y reciben del suelo humedad permanente, como los olmos, chopos o sauces y la mayor parte de las plantas de las selvas ecuatoriales y tropicales.
Las plantas acuáticas presentan una serie de necesidades básicas para poder desarrollarse. Entre estas destaca la de poseer órganos capaces de mantenerlas flotando. Esto se consigue teniendo los tejidos celulares dispuestos en forma de panal de abeja, con una estructura denominada aerénquima formada por grupos de células que rodean los grandes espacios intercelulares. Las hojas y los tallos sumergidos presentan también una organización especial (hidromorfosis) que les permite absorber directamente del agua el dióxido de carbono y el oxígeno necesarios, así como las sales nutritivas. Otra adaptación particular es la presencia de hojas muy diferentes o heterofilia: las flotantes están constituidas casi como las hojas de las plantas terrestres, mientras que las sumergidas son muy sutiles, delgadas, a menudo filiformes (como en Ceratophyllum o Myriophyllum), aumentando de esta forma la superficie para así contrarrestar la lentitud de difusión de gases en el agua. Las plantas que viven en medios acuáticos con cieno, en manglares o en marismas, desarrollan raíces respiratorias o neumatóforos. En otras especies, como los nenúfares, los peciolos de las hojas se hacen muy flexibles para permitir que las hojas y la flor sean flotantes a pesar de las grandes oscilaciones del caudal. También son interesantes los mecanismos de propagación de la semilla y el fruto, como ocurre en el género Potamogeton, cuyas semillas presentan un recubrimiento viscoso para adherirse a la avifauna acuática.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

No hay comentarios :

Entradas populares