Todos hemos asistidos alguna vez a fiestas ruidosas, y en ellas, a pesar del ruido, la confusión y el estrepito hemos podido distinguir nuestro nombre aun pronunciado en el extremo opuesto del salón para este fenómeno se ha acuñado la expresión de “efecto Cocktail Party“. El cerebro juega una función importante en este fenómeno.
El cerebro interpreta las ondas sonoras
En realidad no llegamos a oír nuestro nombre porque las ondas sonoras nos llegan “ahogadas”. Sin embargo el cerebro selecciona, filtra e interpreta las ondas sonoras más familiares y nos hace creer que oímos nuestro nombre. El cerebro también interpreta la información enviada por los demás órganos de los sentidos, indicándonos lo que vemos, gustamos o tocamos. El cerebro también puede llegar a jugarnos malas pasadas e interpretar erróneamente las sensaciones.
El cerebro cumple la más importante función del cuerpo humano, coordinar en el mayor y más sofisticado puesto de mando, todos los impulsos internos y externos, mandando su respectiva respuesta.
No hay comentarios :
Publicar un comentario