Los asombrosos y maravillosos Anfibios


Anfibios
Los miembros de la clase Anfibios son los vertebrados terrestres más primitivos. Hay tres órdenes: Caudados o Urodelos, o anfibios con cola, que incluye sirenas (arriba, izquierda), salamandras (arriba, derecha) y tritones; Anuros, o anfibios sin cola, que incluye ranas y sapos (abajo, izquierda); y Gimnofiones, que incluye anfibios muy modificados similares a gusanos llamados cecilias (abajo, derecha ). Aunque pasan buena parte de su vida en o cerca del agua, algunos, como los sapos, salamandras y tritones, pueden pasar periodos considerables en tierra.

Anfibio, nombre común de cualquier miembro de una de las clases de vertebrados (animales con columna vertebral) que, en la escala evolutiva, se encuentra entre los peces y los reptiles. Cuando emergieron de los océanos, hace casi 400 millones de años, los anfibios se convirtieron en los primeros vertebrados terrestres. Se caracterizan por presentar la piel lisa y húmeda, sin escamas. Casi todos los anfibios pasan la primera parte de su vida en el agua y el resto en el medio terrestre –de hecho la palabra anfibio deriva de las palabras griegas: amphi, que significa ‘dos’ y bios, que significa ‘vida’. Son los antecesores de los reptiles, que dieron lugar a los mamíferos y a las aves.
La clase, que contiene unas 4.000 especies existentes, abarca tres órdenes de anfibios vivos: los anfibios con cola, formados por las salamandras, los tritones y las sirenas; los anfibios sin cola, entre los que se encuentran los sapos y las ranas; y las cecilias, anfibios similares a gusanos, carentes de extremidades y ciegos. Las ranas y los sapos constituyen el grupo más numeroso, con más de 3.500 especies. Las ranas suelen tener la piel lisa y las extremidades largas. Los sapos, por el contrario, suelen tener la piel verrugosa y las extremidades más cortas.
Sirena mayor
Los sirénidos son anfibios del orden de los Caudados distribuidos en las regiones surorientales de los Estados Unidos. Se trata de animales anguiliformes que viven en aguas fangosas, nutriéndose de vegetales y, en algunos casos, de pequeños peces. A diferencia de la mayoría de los anfibios, son animales que se caracterizan por presentar neotenia, es decir, por mantener caracteres larvarios incluso en el estado adulto. En la fotografía aparece un ejemplar de sirena mayor (Siren lacertina), la especie de más longitud (hasta 90 cm) de las tres especies incluidas en esta familia.

El grupo de las salamandras está formado por unas 360 especies, que incluyen tritones, perros de agua y sirenas. Son anfibios de cuerpo alargado y esbelto, provisto de cola. Algunas especies son totalmente terrestres, mientras que otras no abandonan el agua y algunas otras pasan parte del tiempo en el agua y parte en el medio terrestre. Las cecilias, que comprenden unas 160 especies, son los anfibios más raros. No tienen extremidades y parecen lombrices de tierra. La mayoría viven enterradas en el suelo aunque unas pocas especies son acuáticas.
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DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
Ranita de san Antonio
La ranita de san Antonio vive en el centro y sur de Europa y en el noroeste de la costa africana. Es una rana arborícola que caza insectos en los árboles, saltando de rama en rama, sin descender prácticamente al suelo. Los dedos terminan en ventosas, que son una adaptación a este modo de vida.

Los anfibios viven en todos los continentes excepto en la Antártida. Las ranas y los sapos poseen una distribución muy amplia ya que prácticamente se encuentran en todos los lugares excepto en algunas islas, en las zonas polares y en los desiertos más secos. Las salamandras y tritones también están muy extendidos. Viven en Norteamérica y la parte norte de Sudamérica, en Europa, en la zona mediterránea, en África y en Asia. Las cecilias tienen una distribución más reducida; viven solo en Sudamérica y América central, partes del Sureste asiático y desde la India y Sri Lanka hasta Filipinas.

Cecilia de franja amarilla
La cecilia de franja amarilla vive en el suelo húmedo, cerca de las orillas de los ríos. Su dieta consiste principalmente en gusanos e insectos.

Los anfibios se pueden encontrar en numerosos ecosistemas, como praderas, selvas tropicales, bosques de coníferas, zonas alpinas e, incluso, desiertos, aunque la mayoría de las especies necesitan estar cerca de hábitats de agua dulce como lagunas, pantanos, ríos y otras zonas húmedas para reproducirse. Sorprendentemente, muchos anfibios son expertos en encontrar lugares con cierta humedad en ambientes aparentemente secos. 

viernes, 10 de diciembre de 2010

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