Paquimé (Casas Grandes)
La imagen reproduce el yacimiento arqueológico de Casas Grandes, que se encuentra enclavado en la actualidad en el municipio mexicano homónimo, perteneciente al estado de Chihuahua. Compuesta por casas comunales de adobe, la ciudad fue denominada Paquimé por sus pobladores, de lengua yuto-azteca, quienes la habitaron desde el siglo I hasta el siglo XVII, años después de la llegada de los conquistadores españoles.
Casas Grandes (yacimiento arqueológico), zona arqueológica mexicana situada en el municipio de Casas Grandes (Chihuahua). Formada por casas comunales de adobe, algunas de las cuales son de cinco pisos, sus pobladores contaban con un asombroso sistema de conducción acuífera que abastecía a las casas desde un ojo de agua. En su descripción de 1565, el conquistador Francisco de Ibarra apuntaba que estaba habitado por indios guerechos, a los que denominó paquimé. Por trabajos de excavación se calcula que la ciudad de Paquimé pasó por varias etapas de ocupación denominadas: cerámica sin decoración (1-700 d.C.), viejo (700 a 1060 d.C.), medio (1060-1340 d.C.) y tardío (1340-1600 d.C.). Fue edificada en un valle del desierto de Chihuahua, al pie de la sierra Tarahumara. En el yacimiento se encuentra influencia mesoamericana, iniciada en la denominada fase Buena Fe (1060-1200) del periodo medio. Posteriormente, en la fase Paquimé (1200-1261) es notable el auge del urbanismo: se construyeron montículos ceremoniales y habitaciones de varios pisos, y la influencia mesoamericana es más notable tanto en la construcción del Juego de pelota como en el culto a Quetzalcóatl y Xiuhtecuhtli. Dentro del centro principal se encuentran habitaciones y edificios ceremoniales, canales de desagüe, cisternas, hornos para cocer mezcal y canales de irrigación.
Entre sus edificios destacan: el mencionado Juego de pelota, que tiene forma de ‘I’ y cuenta con una plataforma para espectadores; el Montículo de la Cruz, que parece haber tenido una función astronómica; la Casa del pozo, formada por un conjunto de habitaciones que tenían pozos de agua subterráneos y en los que se hallaron baños de vapor, acequias para el abastecimiento de agua, dormitorios y fogones; al sur de la plaza se encuentra la Casa de las guacamayas, en la que hay jaulas con restos de diversas aves, por lo que se cree que sus plumas fueron utilizadas con fines ornamentales o rituales. Se localizaron también entierros con objetos de conchas y metales, muestra de la importante actividad comercial que mantuvieron con otros pueblos. El conjunto arquitectónico maravilla por la armonía entre las soluciones urbanísticas y el entorno natural. Anexo a la zona se encuentra el Museo de las Culturas del Norte. En diciembre de 1998, el yacimiento arqueológico de Casas Grandes fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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