LOS CARACOLES, BIENHECHORES DEL HOMBRE
EL CARACOL común de los jardines desova unos 30 huevos al año, cada uno del tamaño de una cabeza de alfiler. Con su puesta, el caracol contribuye a salvar vidas humanas. Sus huevos son fuente de un compuesto químico que sirve para determinar grupos sanguíneos. Normalmente este producto se extrae de la sangre humana, pero se necesitan cinco donantes para obtener la cantidad existente en un solo huevo de caracol. El contenido del huevo se extrae y se disuelve en una solución salina.
UN SEGUNDO SENTIDO DE LA VISTA. Las profundas aberturas entre los ojos rojos de esta víbora del bambú de Formosa son órganos sensibles al calor. Detectan en las tinieblas presas de sangre caliente. Fueron observadas, por vez primera en 1952, en la serpiente cascabel por un neurólogo estadounidense.
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